En la entrada anterior os hablaba de lo buenos que eran los actores de doblaje españoles y lo malas que eran, sin embargo, las traducciones que se hacían de los guiones.
En los títulos de las películas esto resulta mucho más evidente que en los diálogos, ya que es habitual que el nombre original se haya escuchado o se conozca además del de aquí y una frase del guión normalmente no se ha escuchado, salvo que se haya visto la película en versión original o, si se ha oído, no se recuerda tanto. Por ello, con ejemplos de títulos, será fácil para todos hacer la comparación.
Antes de nada diré que muchos de estos títulos mal traducidos en realidad suenan mejor que una traducción más cercana o nos suenan bien ahora porque nos hemos acostumbrado a ellos. También hay que señalar que muchas veces los títulos no los pone el traductor o la traductora, sino que los decide alguien de la distribuidora.
Blog sobre traducciones mal hechas.
Un ejemplo más que flagrante es el título de la genial película ‘¿Qué me pasa, doctor?’. Como habréis observado, en este film de Bodganovich no aparece ningún doctor y a nadie le ocurre nada. El título original es ‘What’s up, doc?’ (1972), es decir, la frase habitual de Bugs Bunny, el conejito de la Warner. Se titula así porque en un momento de la película, en la tele del avión se ven dibujos animados de Bugs Bunny y eso hace tomar una decisión a uno de los protagonistas. Además de que es una frase que suele entonar, de forma burlona, Barbra Streisand. La frase de marras, en los doblajes de los dibujos animados, se tradujo con un bonito juego de palabras como: “¿Qué hay de nuevo, viejo?”. Muy buena traducción. Bien, pues ése debería haber sido el título español de la película. Y, si ese título no gustaba o sonaba muy alejado del estilo del film, se podría haber buscado otro totalmente distinto, pero que tuviera que ver con la cinta. El que se le puso no sólo no reproduce la intención de quien dio título en el original a la película, sino que además, no tiene nada que ver con su contenido.
Podría seguir con un larguísimo etcétera, pero se extendería demasiado este artículo. Hay cosas menos importantes, como por ejemplo, que ‘Cuando Harry encontró a Sally’ (‘When Harry Met Sally…’, 1989) en realidad debería ser ‘Cuando harry conocío a Sally’, de nuevo prueba de que no se conoce bien el inglés. Hay otros títulos que no tienen nada que ver con el original o que son un desastre porque se traduce una parte y la otra, no. Esto ocurre en el ejemplo que nos dio uno de nuestros lectores en un comentario: la película de Paul Mazursky ‘Enemies, a love story’ (1989) que aquí se estrenó como ‘Enemigos, a love story’, traducida al 50%. O porque se deja el original, pero se le añade algo en español, aunque resulte redundante, como ‘Superman Returns. El regreso’. También ‘Take the lead’ se tradujo por la frase contraria: ‘Déjate llevar’... sin embargo estos casos sí que son claras malas decisiones de las distribuidoras, como varios ejemplos más. Y aquí no he querido hablar de estas decisiones, sino centrarme en las que se deben a malas traducciones.
Esto no ocurre sólo con el cine. En literatura también hay títulos o frases que se han traducido mal. Dentro de la obra maestra que es la novela ‘1984’, de George Orwell, se tradujo al Big Brother como Gran Hermano. Y de ahí salieron mil cosas con esa expresión. Bien, aunque reconozco que suena muchísimo mejor y que ya estamos tan acostumbrados que otra cosa parecería ridícula, el verdadero sentido de “big brother” es “hermano mayor” y no “gran hermano”. Al decir “gran hermano”, claro, parece que hablamos de algo más monstruoso y aterrador, como la novela pretende, por lo que no está mal, además de que la diferencia es muy sutil. Pero simplemente quería comentar que no es el verdadero significado de lo que escribió Orwell.