Después de revisar las primeras adaptaciones cinematográficas póstumas del gran novelista de ciencia-ficción Philip K. Dick (1928-1982), pasamos al gran repertorio de películas inspiradas en su obra durante los 90. Es lógico pensar que el punto de inflexión lo condiciona la interesante 'Desafío Total' (1990).
'Desafío Total' pasó como un proyecto por los directores Bruce Beresford y David Cronenberg (mmm... qué coincidencia lo de este último), pero finalmente se llevó el gato al agua el holandés Paul Verhoeven. Con un guión de los especialistas Ronald Shussett y Dan O'Bannon, 'Desafío Total' está basado en el relato de Philip K. Dick 'Podemos recordarlo todo por usted'.
La película (y en cierto modo el relato) cuenta la historia de Douglas Quaid, un obrero con una vida monótona que, gracias a una nueva tecnología, quiere recordar haber estado en Marte, viviendo una trepidante aventura como agente secreto. Hay muchos detalles curiosos en 'Desafío Total'. El tratamiento a los personajes femeninos es absolutamente dickiano, con la mujer de Quaid como femme-fatale, el archiconocido tema central de la estupenda banda sonora de Jerry Goldsmith, la aparición de un precedente de la videoconsola Wii (su mujer juega al principio de la película), y la sensación de paranoia y pautas oníricas que marcan todas las delirantes correrías de Quaid. Además, la película juega con referencias hacia 'Guía del Autoestopista Galáctico', novela de Douglas Adams, y 'Capricornio Uno', película de Peter Hyams, sobre el fraude de una ficticia expedición a Marte.
Douglas Quaid (en el relato se llamaba Quail) está interpretado por Arnold Schwarzennegger, y cuando esto podría suponer un defecto importante de la película, lo cierto es que Arnie cumple su papel, convirtiendo a 'Desafío Total' en una de las pocas películas soportables protagonizadas por el hercúleo austriaco.
El éxito de 'Desafío Total' acrecentó el interés hollywoodiense por Dick, y propició una decente serie de televisión llamada 'Total Recall 2070', que según dicen los que la han visto, está más relacionada con 'Blade Runner' que con la película de la que dice basarse.
Pero seguimos con Arnold Schwarzennegger porque en 1991 vio la luz 'Terminator 2: El Día del Juicio Final', la tan influyente obra de James Cameron que mantiene ciertos paralelismos con el conjunto de novelas de Philip K. Dick, en cuanto a la idiosincrasia de las máquinas, y cuya atmósfera recuerda a algunos de los cuentos del escritor.
No obstante, es más justo reseñar una película menos conocida, pero más interesante narrativamente hablando, llamada 'La Escalera de Jacob', dirigida por el irregular Adrian Lyne. Un ex-combatiente en Vietnam, interpretado por Tim Robbins, se da cuenta de que su participación en la guerra ha influenciado tanto en su vida que comienza a tener pesadillas y a dudar de la realidad de una forma esquizoide.
De todas formas, no todo lo que se ha adaptado de Dick ha sido de ciencia-ficción. En 1992, una película francesa llamada 'Barjo', de Jerome Boivin, reconoce haberse inspirado en 'Confesiones de un artista de mierda', la novela más independiente de su género habitual, junto a 'Ir Tirando'. Y es que Dick, en la última etapa de su vida, intentó crear obras como autor serio, puramente mainstream, y ésta es una de ellas. No he tenido la ocasión de verla (es difícil de conseguir por su carácter indie), pero por lo visto es una de las adaptaciones más fieles de este autor.
A partir de 1995, el interés por Philip K. Dick se torna exponencial. El éxito rotundo de 'Desafío Total', seguramente más ligado a su propuesta como vehículo de lucimiento de Arnold Schwarzennegger que a su valía como película de ciencia-ficción, incrementó sobremanera las expectativas creadas acerca de adaptaciones del universo de Dick.
El primer ejemplo lo tenemos en la pasable 'Doce Monos', dirigida por Terry Gilliam (¿casualidad?) y escrita por David Webb Peoples (corrector del guión de 'Blade Runner', ¿casualidad?). Sé lo que algunos estarán pensando. 'Doce Monos' es un remake de una película francesa de 1962 llamada 'La Jeteé', por Chris Marker. Un interesantísimo cortometraje en blanco y negro compuesto por fotografías y una sugerente voz en off. Es cierto. Pero sin duda 'Doce Monos' recopila elementos sustanciales de la obra de Dick. Fíjense, por ejemplo en el personaje de Jeffrey Goines (Brad Pitt), para mi gusto lo más interesante de la película. La paranoia que le posee, y que transmite al protagonista, James Cole, es propia de algunas novelas del escritor estadounidense. Y Goines no salía en La Jeteé.
En el mismo año, tenemos al célebre director John Carpenter (y digo célebre por decir algo, porque la cantidad de truños que ha realizado son de lo más deleznable). Se atrevió a reflejar un ambiente típico de Philip K. Dick con la interesante 'Ellos Viven', una especie de mezcla entre las obsesiones del autor y 'Network', una maravillosa película de los 70. En ella, el protagonista se pone unas gafas con las que puede ver cómo los medios manipulan a la humanidad, y es capaz de vislumbrar los fraudes y las mentiras a las que están todos expuestos. Pues bien. En 1995 Carpenter realizó 'En la Boca del Miedo', un decente film que juega con el eterno suspense y la sensación de que algo muy malo va a ocurrir en cualquier momento. La paranoia, sí, ese sustantivo tan asociado a Dick. En 'En la Boca del Miedo', el detective John Trent (un estupendo Sam Neill) viaja a un pueblo y empiezan a ocurrir acontecimientos tan terroríficos como inverosímiles. No vemos alusión alguna del universo de Dick hasta el final, que recuerda a sus novelas 'Laberinto de Muerte', unido a la obra de H. P. Lovecraft.
Por último, hay que hablar de un clásico de serie-B de los 90, que es una adaptación reconocida de Philip K. Dick. Es 'Screamers', traducida aquí como 'Asesinos Cibernéticos' (para la distribuidora española sonaba mejor, sin duda). Protagonizada por Peter Weller y realizada con seriedad por Christian Duguay, la película se basa en uno de los relatos más conocidos de Dick, 'La Segunda Variedad'. El relato juega con algunos de los temas con los que Dick se sentía más cómodo: la paranoia de la Guerra Fría, robots furtivos asesinos, la hegemonía absoluta de las Naciones Unidas en un futuro próximo... En la película prefieren situar la historia en un planeta lejano, cuando en el relato no se mueven de la Tierra, para dar un toque más comercial. No obstante, con más presupuesto y mejores actuaciones, 'Screamers' habría sido una gran adaptación de Dick, con la que el escritor se habría sentido muy orgulloso.
Continuaremos enumerando las referencias a Philip K. Dick en el cine de los 90. Esto no ha hecho más que comenzar.
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