Eastwood, en la penumbra

Esta adaptación de un musical exitoso de Broadway, basado en la carrera musical de Frankie Valli y los Four Seasons, supone uno de los más sutiles logros de Clint Eastwood. Este es un musical sombrío, oscuro y con una emotividad más dolorosa que vitalista.

Resulta curioso la elección que toma Eastwood, contando con su habitual iluminador Tom Stern, para contar 'Jersey Boys' (id, 2014), lo que en esencia es un musical que transcurre en los años cincuenta y sesenta, donde el espectáculo -y eso incluye a las películas de los grandes estudios norteamericanos- se llenó de color.

En su línea, para Eastwood es todo sombrío, con su tono habitual. Excepto la legitimidad - ya presente en el libreto que los escritores del musical prestan al cineasta - del Can't take my eyes off you, ninguna de las canciones emerge de la película con grandeza o vitalidad.

¿Es esto un problema? ¿O una virtud? Me gusta la ambivalencia que señala Jonathan Rosenbaum a propósito de** 'Sin Perdón'** (Unforgiven, 1992). Eastwood consigue efectos inesperados: la primera, es que la película trata sobre cuatro chicos de Jersey que no consiguieron demasiado en el éxito, además de estropear sus relaciones personales. Y el énfasis está bien al optar por este enfoque.

Televisión y realidad

La segunda es que el espectador no olvida ni por un momento que el éxito es antes de nada una calculada escenificación. Eso da pie a mi momento favorito de la película. La banda está tocando en el show de American Bandstand.

Y Eastwood lo rueda cediendo muy poco espacio al dinamismo, sin negar a los cuatro protagonistas su acento visual. Observemos, sin embargo, su énfasis:

¿Qué nos dice aquí? Bien. Nos dice como mirar a los chicos. No nos invita a ser partícipes de su vértigo, de sus éxitos. Nos invita a sentarnos y atender a lo que no sucedió tan vertiginosamente y fue conseucencia de su éxito.

Y en esta secuencia, en teoría musical, Eastwood enfatiza la misma idea: son apenas cuatro chicos cantando. Con gracejo y emoción, pero su conquista no debemos vivirla como nuestra.

Porque, de hecho, es solamente un éxito televisivo.

Porque son cuatro chicos de Jersey y porque la televisión es solamente un medio. De comunicación y de masas, pero Eastwood está interesado en que veamos a los seres humanos, no desde sus sentimientos si no desde la posibilidad de entenderlos como figuras dentro de un espectáculo que los supera a ellos, tal vez, pero no a nosotros. Ahí su sabiduría.