El tiempo pasa y todos nos hacemos mayores, hasta las películas. Ahora es el turno de 'Depredador' ('Predator', 1987), que ya ha cumplido 36 años. La saga sigue viva y con buena salud -el año pasado nos llegaba la notable 'Predator: La Presa' ('Prey', 2022)-, pero lo que ahora nos interesa es la mítica película dirigida por John McTiernan y protagonizada por Arnold Schwarzenegger, todo un clásico del cine de acción y ciencia-ficción.
El actor austriaco fue en todo momento el actor que los productores desearon para dar vida a Dutch y no hubo grandes dificultades para hacerse con sus servicios. Sin embargo, compromisos previos retrasaron el inicio de rodaje varios meses, permitiendo así pulir el guion de Jim y John Thomas antes de que la aventura diera comienzo.
Una aventura repleta de testosterona
Creo que nadie podrá discutir que Schwarzenegger ha sido un actor que siempre ha tirado más de su carisma que de su talento dramático y su escena de presentación en 'Depredador' es el perfecto ejemplo de lo que uno entendería como ser, y perdón por la expresión, el puto amo. Hasta logra que fumar parezca algo guay para alguien que nunca se ha acercado al tabaco, pero lo importante es que no hace falta que diga nada para que quede claro que Dutch era el nuevo héroe de acción definitivo.
Entonces llegan varios minutos en los que el derroche de testosterona es tal que los detalles de la misión que él y su equipo han de completar son lo de menos -¿soy el único que volviendo hoy en día a la película cree que su personaje de la saga ‘Los Mercenarios’ podría ser perfectamente una extensión de su Dutch en ‘Depredador’?-. Todos son muy capaces y además prima ese equilibrio étnico que tanto preocupa en la actualidad sin dar en ningún momento la sensación de estar forzando más de la cuenta. Por si tenéis curiosidad, la base para la creación del look del equipo fueron los cómics del 'Sgto. Rock'.
Es ahí donde la película comprime en apenas unos minutos lo que en los años 80 habría dado perfectamente para una película, y lo hace sin dar nunca la sensación de estar acelerando. Simplemente se lleva a cabo la misión, la violencia resulta de lo más física -aunque luego eso irá a mucho más-, viendo sangre sin problemas -algo cada vez más inusual en una gran producción de Hollywood- y con el necesario giro para complicarlo todo más.
Afortunadamente, ‘Depredador’ es mucho más que eso y ahí tenemos lo que eleva una cinta que simplemente podría haber sido una buena película de acción a otro nivel. Cómo no, es la aparición de ese temible alienígena la que provoca un vuelco impresionante, ya que la amenaza que representa va más allá de todo para lo que Dutch y sus compañeros estaban preparados.
Un villano temible que pudo no serlo tanto
Hagamos una pequeña parada para recordar lo que pudo ser y no fue. En un primer momento se contrató ni más ni menos que a Jean-Claude Van Damme para dar vida al extraterrestre, pero el diseño del mismo era radicalmente diferente. De hecho, el rodaje se inició sin tener totalmente definido este punto y no quedó otra que pararlo cuando quedó claro que la película no iba a funcionar así.
Además, el actor belga no dejaba de quejarse y llegó un punto en el que quedó claro que había que prescindir de él. Su empeño en convertirle en una especie de karateka acabó en su despido, algo que no se tomó demasiado bien, pues esto fue lo que le soltó a Joel Silver, el productor de la película, cuando se lo dijo: "Besadme las pelotas".
No obstante, todos esos problemas también tuvieron su lado positivo, ya que permitieron al equipo técnico valorar mejor las decisiones tomadas hasta entonces para elegir el camino adecuado -también para mostrar lo que tenían a Fox, cuyos ejecutivos acabaron tan encantados que aceptaron elevar el presupuesto de la película para tener más y mejores escenas de acción-.
Por su parte, Stan Winston ideó un nuevo diseño del Depredador, valiéndose incluso de una pequeña recomendación de James Cameron que durante un vuelo le comentó que siempre había deseado ver a un monstruo así con mandíbulas. Dicho y hecho. Ya teníamos enemigo, y debajo del traje se encontraba Kevin Peter Hall, quien justo acababa de dar vida a la simpática criatura de 'Bigfoot y los Henderson' ('Harry and the Hendersons'). Menudo cambio.
Tras la presentación del monstruo, cuya visión térmica se realizó en post-producción por lo poco práctico que era usar ese tipo de cámaras durante el rodaje, nos queda un acecho continuo en una selva que realmente da la sensación de ser una trampa mortal. Lo cierto es que la película se rodó en México, pero para potenciar la sensación de que era imposible escapar de allí se añadieron multitud de hojas falsas para que todo pareciera mucho más denso.
'Depredador', una magnífica unión de acción y ciencia-ficción
La película se convierte en una diferente cuando la criatura se cobra su primera víctima -no desvelaré la identidad del personaje, pero sí que tiene todo el sentido que sea él por lo que aporta al relato-, primero con el resto de sus compañeros intentando entender lo que ha sucedido y luego haciendo frente al demonio cazador de hombres. Porque tal y como dice Butch: "Si sangra, podemos matarlo".
Es ahí cuando la aportación tras las cámaras de McTiernan se eleva también a otro nivel, aprovechando la sensación de desamparo de todos ellos con planos cerrados y usando la inmensidad de la selva tanto para incidir en la frustración por su incapacidad para dar con él como para elevar el peligro por la posibilidad de que ataque por cualquier parte. Además, esto irá yendo a más según se acumulen las víctimas.
A modo de curiosidad conviene destacar que la sangre de Depredador estuvo a punto de ser naranja, pero la sustancia utilizada quedaba tan mal en cámara que decidieron cambiarla. Para ello se utilizaron barritas luminosas, un detalle bastante llamativo pero que dio perfectamente el pego.
Sin embargo, todos van cayendo uno a uno, incluyendo (y disculpadme el spoiler), Billy, el personaje interpretado por Sonny Landham, cuyo comportamiento en el rodaje fue tan errático que la compañía aseguradora insistió en contratar un guardaespaldas para evitar que se pelease con alguno de sus compañeros de reparto. De esta forma nacía una nueva leyenda, una criatura aparentemente invencible que encontrará a su mayor rival en otro actor que ya era otra por aquel entonces y que se empleó a fondo, llegando a perder más de 11 kilos durante el exigente rodaje.
El duelo entre ambos es una de las cimas del cine de acción más físico de los años 80 y el cierre definitivo para una película que es cierto que cuenta con una premisa sencilla, casi simple, pero también que logra exprimirla a fondo. Por desgracia, las sucesivas entregas no estuvieron, ni de lejos, a la altura.
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Godfrey
Es que Predator supo dar con la tecla de un high-concept: si Alien es Tiburón en el espacio, Predator es el Malvado Zaroff con extraterrestres. Y listo, vendido. De ahí, un peliculón musculoso, lleno de testosterona, el mejor ejemplo de acción ochentera, pero con muy mala uva… Si el primer acto es una glorificación del macho alfa, con unos comandos indestructibles, de puro en la boca y one-liners de manual, McTiernan desmonta el mito en el segundo acto con secuencias gore y soldados cagados de miedo, sudando a mares, para cerrar con un Schwarzenegger que baja al barro en un enfrentamiento atávico cuerpo a cuerpo. Y lo de Stan Winston es de matrícula, pariendo una criatura que entra en la categoría de los 10 mejores diseños de la historia del cine. Joder, si de la mantis karateka original, con un Van Damme abriéndose de patas entre las ramas de la selva guatemalteca, acabó con esa glorificación del mito del cazador. Una bestia llena de aciertos, pero alineada con una imaginería accesible para el gran público. Porque no hay nada de la otredad exótica de H. R. Giger y sus xenomorfos (aunque el diseño más germinal apuntaba en esa dirección) y Wilson apuesta por una silueta estilizada y reconocible, una sombra casi humana… Pero amigos, cuando el Yautja se quita su máscara y acto seguido extiende los brazos lanzando un rugido -You're one ugly motherfucker- aquello es de otro nivel. Qué suerte ser chaval en los 80 y tirar de VHS, pillando Predator por casualidad. Así, a golpe de videoclub, se forja la generación que tuvo más monstruos que nadie: Aliens, cenobitas, moscas mutadas, critters, demonios convocados por el Necronomicon, cosas del ártico… Y depredadores.
wyoming
Enorme peliculón, aún disfrutable como el primer día. De lo mejorcito de Arnold.
La única pega que le pondría es justo el inicio de la película donde se ve la nave espacial llegar a la Tierra y que me parece un auto-spoiler totalmente innecesario que puede arruinar la sorpresa del cambio de registro a mitad de peli.
Para mí simplemente eliminar esa escena le haría ganar enteros.
Yo en su momento la vi sin saber de qué iba y encima la cogí 5 minutos tarde, así que tuve la suerte de disfrutar al 100% de la sorpresa al nivel de Abierto hasta el amanecer.
geodatan
Peliculón que merece ser categorizada como película de culto.
La última, Prey, no le llega ni a la suela de los zapatos por mucho CGI que tenga.
celuloide_feliz
Vi "Predator" de nuevo cuando se estrenó "Prey", y sigue siendo una buena película a pesar de los años. Aquellos que critican "Prey" deberían darse cuenta de que no existe tanta diferencia entre las dos (salvo que en la primera todos los cazadores son hombres).
En "Predator" se muestra a un grupo de tipos cachas y rudos que están acostumbrados a vencer a tiros, a hostias y por huevos, y se encuentran con una dificultad en la que lo único que los puede salvar no es tanto la fuerza como la inteligencia. Y es esto mismo lo que sucede en "Prey", donde los guionistas identificaron claramente la esencia de la primera. Por mucho que algunos solo se fijen en si la protagonista es hombre o mujer, lo realmente importante es que vence la inteligencia, venga de donde venga.
Time Paradox
Este era el titular que os pedían los jefes: "Pudo acabar en desastre pero se convirtió en una de las mejores películas de acción y ciencia ficción."
Este titular sí que es un verdadero milagro: "Pudo acabar en desastre pero se convirtió en una de las mejores películas de acción y ciencia ficción: el milagro de 'Depredador'".
paulcrosnier
Stan Winston siempre fue un maestro y siempre lo sera, para mi el desastre fueron las secuelas de Depredador, salvando Depredador vs aliens, eso si la primera entrega, la segunda un total bodrio.
Estilicon
Casualmente la vi hace muy poco y tengo que decir que sigue tan disfrutable como siempre. Enorme clásico que lo tiene todo, un grupo de mercenarios bien definidos, misterio, una criatura increíble y un Schwarzenegger que aún no estaba en su mejor nivel de actuación (que tampoco nunca fue increíble pero mejoro con el tiempo) pero tenía un carisma y una presencia imponente. La última media hora del film es brutal.
radar-2
Una película redonda, con una de las mejores estructuras en tres actos que he visto en una película de acción: introducción (hazañas bélicas), nudo (terror en la selva) y desenlace (duelo épico y primario).
Además es un buen ejemplo de lo que muchos intentan y solo unos pocos logran: presentar un comando y que cada personaje secundario tenga su voz, su aspecto y su carisma propio, y que te importe que mueran. Eso solo lo he visto en clásicos como Doce del Patíbulo, Aliens o, recien vista de nuevo ayer, Al Filo del Mañana.
pedrito
Gran película¡¡ un clásico imperecedero por el que no pasa el tiempo. Peliculón imprescindible. Por cierto, nadie dice de la impresionante banda sonora?
metalgamertron
Para mí es un clásico....la única película que se le acerca un poco es depredadores con James Brody y Laurence Fishburne