A Mercedes Milá le han dado un premio Ondas a su trayectoria profesional, un premio merecido en tanto que no podemos negarle el buen puñado de años que lleva dando guerra en televisión, siendo capaz de sobrevivir en un medio tan feroz siendo ella misma desde hace ya mucho tiempo y sin meterse con casi nadie (no como otras que confunden ser ellas mismas con el insulto, la falta de respeto o el simple desprecio).
Su andadura como periodista comenzó en la prensa escrita, pero enseguida pasó a colaborar con Luis del Olmo en la radio, donde estuvo durante tres años hasta que TVE la contrató para el famoso Dos por Dos, ese programa que presentaba con Isabel Tenaille y que siempre ponen en la tele cuando la entrevistan y sacan imágenes del baúl de los recuerdos (por no decir del Nodo).
En 1980 vuelve a la radio para trabajar con Iñaki Gabilondo en la Cadena Ser en un programa llamado Queremos Saber, nombre que más adelante recuperaría para la televisión. Tras varios proyectos en España y una estancia en Londres para perfeccionar el inglés (que no se diga que la mujer no se prepara) en 1990 Antena 3 y Mercedes Milá hacen realidad la versión televisiva de ese Queremos Saber que todos recordamos por la entrevista a Francisco Umbral y las imitaciones de su canción de cabecera de los inolvidables Martes y 13 (lo siento Mercedes, aunque estoy segura de que también va implícito en el premio y te enorgullece igualmente).
Un par de proyectos después Mercedes Milá resurge con Gran Hermano, un nuevo formato de televisión travestido de experimento sociológico que revoluciona la televisión, bate records de audiencia y convierte a una periodista de pura cepa en una auténtica neoconversa al reality, absolutamente entregada a la causa, convencida de que forma parte de algo grande, de que cambia la vida de las personas y de que Tom Cruise o el Dalai Lama no son nada al lado de la nueva religion que Endemol y Telecinco han creado.
La Milá presenta además el espacio de investigación Diario de que ofrece mensualmente Telecinco y tiene una colaboración semanal en el espacio de RNE El tranvía de Olga que lleva por título Dolores del alma. Una bonita sección donde se pretende dotar a colectivos desfavorecidos de un breve espacio donde poder expresar sus problemas de integración con la sociedad.
Como comentaba al principio, una larga trayectoria con sus más y sus menos pero sin duda con mucha presencia, gran persistencia y muy poca estridencia que bien merece un premio.
Mas información | Trayectoria Mercedes Milá, Artículo 2004, muy vigente en 2005