Ayer me fui a dormir agotada por la velocidad terminal de la ceremonia y esta mañana desperté con la sensación de que había sido un sueño. Pero no, afortunadamente el episodio que protagonizó Jorge Drexler fue real.
En una de las entrevistas que le realizaron antes de la ceremonia, y de la polémica, el cantante declaraba:
Y ahora tenemos que ganar. Y cantar ahí, en la ceremonia de Hollywood. Es un momento de mierda en el mundo. Más allá de que sea mía, estaría bueno que gane una canción en castellano que habla de los ideales del Che.
Pero cuando subió al escenario, decidió sustituir cualquier discurso, por el estribillo de Al otro lado del río, y en este caso, una canción valió más que mil palabras.
En la web oficial de Diarios de una motocicleta, se puede disfrutar del tema ganador, sin cortes, ni sustitutos.
Por lo demás, la gala tuvo un buen ritmo, ágil y sin sobresaltos, quizá por esos 7 segundos de retraso que comentábamos. Repasando mi quiniela, me hubiera gustado que 7:35 de la mañana, Before Sunset, y Johnny Depp, fueran los premiados en sus categorías. Pero los ganadores, por lo menos en los dos últimos casos, lo merecían también. Ahora solo me queda ver Wasp, para saber si la derrota a Nacho Vigalondo fue justa, mientras, no puedo dejar de tararear su canción... Los ratitos que no escucho la de Jorge, por supuesto.
