Toshiba ha desarrollado un sistema que digitaliza los rostros de los espectadores y luego los coloca en los cuerpos de los personajes de un filme animado.
Me explico.
Justo antes de entrar a la proyección, a los espectadores se les invita a poner su rostro, durante unos cuantos segundos, en el orificio de una especie de máquina ubicada en el lobby de la sala. A continuación, su cara es digitalizada o escaneada desde diferentes ángulos, por varias cámaras de alta definición.
Finalizada esta fase, los espectadores pueden pasar a ocupar las butacas.
La sorpresa viene a continuación, cuando se inicia la película, pues entonces se descubrirán a sí mismos, en la pantalla, convertidos en personajes animados. El filme animado, titulado Space Child Adventure Grand Odyssey, tiene una calidad similar a Toy Story o Shrek. Su trama transcurre en un lejano futuro y busca crear conciencia sobre la importancia "de la existencia de nuestro irremplazable planeta". Cada espectador tiene su respectivo papel en la historia. Todos, salvo dos personajes, son digitalizaciones del público presente.
Tan prodigiosa idea es posible gracias al super ordenador Toshiba que se dedica a procesar la película casi de forma simultánea a su proyección. La página oficial del invento, no obstante, no aclara si el ordenador también es capaz de generar buenas actuaciones.
Aunque bien visto el asunto, tampoco espere inmortalizarse ni ganar un Oscar por su desempeño actoral: en cada sección se proyecta un filme distinto.
Este artilugio, bautizado como Futurecast System, es presentado en el pabellón Mitsui—Toshiba de la Expo Aichi 2005, donde los gigantes de la electrónica mundial presentan sus más avanzadas invenciones tecnológicas.