En una época en la que el público parece haber desarrollado una alergia a las salas de cine y los ejecutivos de Hollywodd, una alergia a las buenas películas, es razonable que caigan en picada los números de recaudación en taquilla.
Hasta los momentos —o lo que es lo mismo, hasta antes del estreno de King Kong—, las cifras de recaudación en los Estado Unidos han descendido un 7 por ciento con respecto al mismo período del año anterior.
Y es aquí cuando entra el profesor Ramesh Sharda, de la Universidad de Oklahoma, con su maravillosa invención: un programa informático para predecir si una película será un éxito o un fracaso. El profesor ha trabajado en su modelo durante siete largos años, en los que el pobre se ha tenido que ver 800 películas. A la hora de predecir el éxito de una película, el programa toma en cuenta siete criterios: la clasificación de censura, competencia con otros filmes al momento de su estreno, la fortaleza de su reparto, el género, los efectos especiales, el número de teatros en los que se estrena y si se trata de una continuación.
Tal parece que al profesor Sharda se le olvidó una de las variables más importantes: una buena historia.
En fin, creo que tampoco se necesita un software para saber que la próxima continuación de cualquier película de ciencia ficción basada en una olvidada serie de televisión de los años 60, protagonizada por Jennifer López, Demi Moore o Josh Harnett, con cientos de efectos especiales, apta para todo público, que se estrenará en miles de salas junto a otras peliculetas parecidas, va a ser un total fracaso.
Vía | Reuters