El boom de largometrajes como la trilogía 'John Wick', 'Atómica', 'Nadie', o el fenómeno de Netflix 'Tyler Rake', nos han dejado claro que hay pocas cosas que nos gusten más que ver a un personaje partiendo caras y dejando tras de sí una montaña de cadáveres y huesos rotos. Pero ofrecer una orgía de muerte y destrucción de calidad, no es una tarea sencilla.
La clase magistral de Gareth Evans
Aunque pueda parecerlo, rodar acción de forma efectiva no es, ni mucho menos, algo al alcance de todos los realizadores, y en el vídeo que os traigo a continuación, os invito a repasar los puntos clave, tanto técnicos como narrativos, que convierten una escena de combate en una auténtica obra de arte.
Para ello, además de analizar otros casos que ejemplifican qué debería y qué no debería hacerse si queremos que el respetable disfrute de un espectáculo a la altura de las expectativas, he tomado como referente las dos grandes joyas que nos ha dado el cine de artes marciales moderno: las indonesias 'Redada Asesina' ('The Raid)' y 'Redada Asesina 2' ('The Raid 2: Berandal)', dirigidas por Gareth Evans.
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