Más drama. Y más cine español. Dos de las tónicas de esta Semana Internacional de Cine de la hoy especialmente fría ciudad de Valladolid. En este caso tenemos 'Dr. Alemán', una coproducción hispano-alemana o germano-española, como prefieran. Y dirigida por Tom Schreiber, en el que es su segundo film, con una historia propia que viaja hacia las entrañas de Cali, en Colombia, para mostrarnos la dura realidad que atraviesa un país mermado por las drogas, la violencia y la corrupción.
August Diehl, un actor alemán jasp (joven aunque suficientemente preparado) interpreta a Marc, un médico recién salido de la universidad, hijo y hermano de médicos, que ha llegado a Colombia en busca de emociones fuertes y experiencia de sobra para volver a Alemania como un doctor exitoso y con la conciencia tranquila de haber hecho el bien una temporada. Aunque la película tarda en arrancar, pronto vemos cómo esa estancia de Marc "para poder contar a los nietos" no es tan fácil y placentera como podía pensar en un principio. El clima insoportable de la ciudad, y no hablo de la temperatura, empieza a salpicarle cada vez más, y él no lucha por cambiar la situación. Todo lo contrario.
'Dr. Alemán' es un pretendido cine de autor, que busca la dureza y la sensibilización con una historia algo llana, tremendista y poco trabajada, y que además quiere coger una perspectiva de documental. El personaje de Marc está muy indefinido a pesar del protagonismo absoluto que logra. Lo mismo aparece como un pretendido mesías que viene de Europa a traer un punto de vista nuevo, que se droga, bebe y se muestra poco razonable ante situaciones que lo requerirían.
Se le ve el plumero a Tom Schreiber cuando lo que más le preocupa en la historia es si los personajes están implicados en lo que sucede en la ciudad o viven en una burbuja circunstancial. No sólo Marc, sino también el resto de médicos del hospital, que viven a cuerpo de rey mientras sus vecinos, aquellos que son sus pacientes, se mueren de hambre y venden droga para poder sobrevivir. Es hasta cínico el hecho de que la película juzga sólo cuando quiere, por medio de Marc, a quien se insiste en ponernos como héroe cuando es realmente un joven antipático e impulsivo que nunca se gana nuestra admiración.
'Dr. Alemán', de principio a fin, se revela como un pastiche que engloba, entre otros, una pizca de 'El fuego de la venganza', o de 'El último rey de Escocia', 'Ciudad de Dios' y 'María llena eres de gracia'. Todo ello metido en una batidora y suficientemente mezclado. El film intenta amoldar a la historia las virtudes de las películas mencionadas, pero sólo logra tener un argumento falto de concretitud, de dudosa moralidad y con un final, por cierto, algo desconcertante. La actuación de Diehl no es nada del otro mundo, pero ya que aparece en casi todos los planos, cumple al no desentonar demasiado.
No hay duda de que es una película que no deja indiferente, por lo que cuenta y cómo lo intenta contar, pero se queda a medias en todo lo que pretende. 'Dr. Alemán' es una película rara, desvirtuada e insatisfactoria. Una especie de boceto de lo que podría haber sido una película maravillosa capaz de llegar hondo, y mostrarnos de forma honesta y completa lo que es un país corrompido por el odio y el ansia de sobrevivir a cualquier precio. Tiene aspectos interesantes, pero es probable que resulte larga y poco sincera.
Reacción del público: gran aplauso.
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