Unas horas antes de que el glamour se apodere de la alfombra roja del Teatro Kodak de Los Ángeles, el cine independiente ha entregado sus galardones en una ceremonia más informal, en la que algunas rutilantes estrellas se han dejado ver. Los Spirit Awards han encumbrado, aún más si cabe, el papel de Penélope Cruz en ‘Vicky Cristina Barcelona’, que vuelve a sumar un nuevo trofeo para sus vitrinas y ya casi se puede hablar de fracaso y máxima desilusión si no conquista el Oscar. Pero además, estos premios que intentan alejarse de la línea marcada por los grandes presupuestos, que para eso son supuestamente independientes, han alzado a ‘El luchador’ como una de las principales cintas del año.
La magnífica obra de Darren Aronofsky ha logrado tres premios: mejor película, mejor actor (uno más para Mickey Rourke que hizo de las suyas en el escenario) y mejor fotografía. Por su parte, Marissa Leo ganó como mejor actriz por la impactante ‘Frozen River’ y Woody Allen recibió el galardón por su guión. Sin embargo, a pesar del éxito de ‘El luchador’, su director se quedó sin premio, que recayó en Thomas McCarthy por ‘The Visitor’. Suponemos, que para ampliar el abanico de premiadas, sin restarle mérito a esta cinta que ha tenido gran éxito de crítica y público. También James Franco recogió su Spirit Award por su papel en ‘Mi nombre es Harvey Milk’, y Charlie Kaufman con ‘Synecdoche, New York’ se hizo con el de mejor ópera prima. Por supuesto, en el apartado de mejor documental se alzó ‘Man on Wire’, una de las cintas más aclamadas y premiadas en los últimos meses. ‘La clase’ de Laurent Cantet fue la ganadora de la mejor película de habla no inglesa.
Vía | Spirit Awards y La Vanguardia
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