Les yeux clairs, ha sido la última película producida por René Cleitman. Su director, Jerôme Bonell, tiene tan sólo 28 años, y cuatro trabajos (dos cortos y dos largos) en su haber, en los que siempre ha participado la misma actriz, Nathalie Boutefue, que en esta ocasión acapara todo el protagonismo.
Interpreta a Fanny, una mujer con desequilibrios mentales, que vive con su hermano y su cuñada, con la que mantiene una relación muy tensa. Tras una discusión se marcha a Alemania, a buscar la tumba de su padre, y allí se encuentra con Oskar, interpretado por Lars Rudolph, con el que inicia una relación sin palabras.
La actuación de ambos es sorprendente, acompañada por la música de Schumann, los paisajes del bosque, y de la piel, los silencios, las imágenes de carretera. Sin duda se trata de una película muy personal, y valiente, de las que raramente se encuentran. Pero a mí me faltó algo.
Web oficial | Les yeux clairs En Blogdecine | Cinefrancia 2005
Los cambios de ritmo tan diferenciados entra la primera parte y la segunda, las historias del principio que quedan pendientes, con su hermano y su cuñada, las excesivas facetas del personaje, y la variedad de intenciones que parece seguir la película, no me permitieron sumergirme en la historia todo lo que me hubiera gustado.
Aun así, está repleta de escenas realmente bellas, y tengo que añadir a su favor, que al parecer fui la única (o casi) que no conectó emocionalmente con el film, porque cuando terminó, la sala completa aplaudió con entusiasmo, y hasta pude escuchar unas butacas más adelante, que era la mejor película que habían visto en años.
¿Qué puedo decir?. Y yo que me alegro.
