Hay que ser un temerario para presentarse en Venecia con una película sobre Casanova, un personaje que debe ser por allí un hijo predilecto. La crítica le dedicó ayer a la película de Lasse Hallstrom adjetivos tan cariñosos como "infantil", "comercial" o "superficial". Vamos, que parece que Heath Ledger no ha seducido mucho en su papel de sempiterno seductor.
Lo que sí que destacaron los críticos fue la lección que le da Jeremy Irons a su compañero de reparto, y es que Ledger parece tener serias dificultades para cambiar la expresión de su cara en este filme. De hecho, los que no querían a Ledger se han llevado tres tazas, porque el australiano ha presentado en Venecia nada menos que Casanova, Los hermanos Grimm y Brokeback mountain, de Ang Lee.
Pero si Hallstrom no sedujo ayer, Ang Lee sí que lo hizo el viernes con su tierna historia homosexual entre cowboys. Se anunciaba polémica por lo rompedor de la propuesta, pero el tratamiento de Ang Lee es sensible, delicado y melancólico. Ledger fue alabado por su interpretación (por los mismos que lo echaron a los leones el día siguiente) y es que un buen director de actores siempre se nota. Otra firme candidata al León de Oro.
Hoy en competición, Persona non grata de Krzysztof Zanussi y la tercera película de Ledger, Los hermanos Grimm, de Terry Gilliam. Veremos que pasa.
Vía | 20minutos.es Vía | lne.es
