Estamos acostumbrados a asociar el nombre de Roland Emmerich a su condición de maestro de la destrucción en un cine de catástrofes tan excesivo como disfrutable que nos ha dejado títulos de la talla de 'Independence Day' —y su secuela—, '2012', 'El día de mañana' o una 'Moonfall' que, cuanto más pienso en ella, más maravillosa me parece como colección de excesos sin pies ni cabeza y espectáculo desquiciado sin pretensiones.
Sabor añejo, aspecto actual
No obstante, el alemán también ha cultivado otros géneros a lo largo de su carrera, incluyendo la ciencia ficción más canónica de la icónica 'Stargate', los relatos históricos de 'El patriota' y 'Anonymous' o la acción de manual de 'Asalto al poder' y ese clásico noventero que es 'Soldado Universal'. Pero, de entre todos sus desvíos de las disaster movies, hoy vamos a centrarnos por un momento en su incursión en el cine bélico con la sorprendente 'Midway'.
En ella, el de Stuttgart nos lleva a la II Guerra Mundial para explorar la batalla homónima y sumergirnos por enésima vez en el conflicto de Pearl Harbour, combinando el lenguaje visual propio del siglo XXI con un peculiar sabor añejo que guiña el ojo a grandes dramas bélicos como 'Doce del patíbulo' o 'Un puente lejano' escudándose principalmente en un reparto cargado de estrellas encargadas de interpretar a clichés con patas.
Patrick Wilson, Dennis Quaid, Woody Harrelson o Ed Skrein son sólo un puñado de rostros más que reconocibles y entregados a la causa en 138 minutos chapados a la antigua en los que el rigor histórico, la épica bélica más desmesurada y unas batallas aéreas realmente espectaculares tanto en su aspecto técnico como en lo narrativo —tremendo el montaje—, moldearon una inesperada sorpresa que, eso sí, adolece de un look digital que rompe la ilusión de estar ante un clásico de hace 70 años.
Si quieres comprobar de primera mano lo que nos ofreció el bueno de Roland con 'Midway', puedes verla esta noche en Neox a las 22:10h.
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