Oscars 2009: 'Slumdog Millionaire'

Oscars 2009: 'Slumdog Millionaire'
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‘Slumdog Millionaire’ será muy probablemente la triunfadora en la noche de los Oscars, que se entregarán el próximo domingo. Me sorprende el recibimiento que está teniendo la última película dirigida por Danny Boyle. Al éxito del público hay que sumar la recepción crítica de cierto sector. Sin ir más lejos en este mismo blog hay dos críticas, una de Beatriz y otra de Jesús, que la elevan poco menos que a los altares. En alguna prestigiosa revista les falta nada para decir que es una obra maestra, y en alguna otra la ponen a caer de un burro. ¿Cómo puede una película, me preguntaba yo por enésima vez, despertar tantos sentimientos encontrados?

‘Slumdog Millionaire’ está hecha para triunfar, pensada al milímetro para causar en el espectador la sensación adecuada. Es una película con temas que a todos interesan, como la fuerza de la voluntad, la comprensión, la aceptación, el amor, y el triunfo sobre las mil desgracias que habitan en este jodido mundo. Pero a mi parecer, lo hace de la forma más tramposa, maniquea e insultante que un director inteligente se haya marcado en los últimos años.

‘Slumdog Millionaire’, que apunto estuvo en nuestro país de titularse ‘El millonario’, narra la odisea de un joven que asiste a la versión india de ¿Quieres ser millonario? (por cierto, ¿alguien se imagina a nuestro Carlos Sobera siendo tan hijo de puta como lo es el presentador del programa en esta película?) logrando responder un buen número de preguntas. Antes de acceder al premio final, 20 millones de rupias, es detenido por la policía e interrogado, porque no se creen que se supiera las respuestas y tal vez hizo trampa. Nuestro joven protagonista, de nombre Jamal, les contará la larga historia de cómo pudo llegar hasta tal punto.

Danny Boyle (vamos a dejar a un lado la labor de Loveleen Tandan, la codirectora, porque dependiendo de las fuentes, nadie aclara si su labor fue más allá de elegir el casting en la India) dirige con su habitual nervio, y al menos logra que la película no resulte aburrida. Pero su trabajo se nota en demasía, tanto que todos los demás elementos quedan por debajo en exposición, ante el trabajo del director. Montaje acelerado que le acerca al videoclip, pero sin pasarse, sólo en su justa medida, y así atraer a un público joven que no entiende de sobriedad o clasicismo. Con esto, Boyle ya tiene media partida ganada, y no me malinterpreten; ‘Trainspotting’ (para el que esto firma, una maravilla, y hoy por hoy la mejor película de Boyle) tenía también ese montaje, pero era el adecuado a la historia, algo que aquí sirve únicamente para hacer atractivo un material de dudosa ideología, tapándolo de forma vistosa para distraer la atención. Una vez más, los árboles no dejan ver el bosque.

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‘Slumdog Millionaire’ subraya la intención, tan extendida en la actualidad, de romper barreras y traspasar fronteras multiculturales. En este caso, toca evidentemente la India, pasando muy trivialmente por temas como la pobreza o el racismo, a través de la historia de dos hermanos que las pasan canutas para sobrevivir en tan complicado país. Pero da completamente igual que los actores sean completamente desconocidos por lados occidentales, o que se nos muestren las miserias de un país en el que o se es muy pobre o se es muy rico; pues todas las argucias narrativas y exposición de las situaciones son totalmente del mundo occidental, y más concretamente, Hollywood. De este modo, la supuesta globalización de la película no existe ni por asomo.

Pero todo lo expuesto no tendría ni la más mínima importancia si Boyle hubiera jugado bien sus cartas. Al fin y al cabo no podemos negar que la historia en sí es bonita, quizá demasiado. Lo verdaderamente preocupante es que el director se sirve de elementos conocidos por todos: los dos hermanos, diferentes el uno del otro, que crecen entre la violencia, el primer amor que nunca se olvida, el gángster que tiene el poder, las dificultades para perseguir los sueños, el empeño que se pone en ello, etc, colocados estratégicamente para provocar en el espectador cualquier tipo de emoción, y aquí ya dependerá del grado de empatía que éste tenga con los distintos personajes del relato. Personajes prácticamente inexistentes, que se mueven dentro de los topicazos más tópicos (¿me permitís la redundancia para criticar una película ya de por sí redundante?, claro que sí, con lo que os quiero yo). Ninguno de ellos sufre una evolución acorde con la progresión dramática de todo film; les vemos crecer, pero eso nada tiene que ver con evolución. La química entre la pareja protagonista (cuya relación amorosa es lo más increíble visto en una pantalla en años) se ahoga como se ahoga todo lo demás en el film, debido a la extraña necesidad de llenar la película de momentos cumbre, uno tras otro, apoyados en el llamativo montaje que deslumbra, y en el queda claro que a Boyle no le importa ni su historia ni sus personajes, la mayoría de ellos separados por la bondad o la maldad, por no hablar de lo estúpidos que resultan algunos (el citado gángster o los varios turistas que aparecen a lo largo y ancho del film, que sirven de pobre crítica a los Estados Unidos, muy pobre, para que no se enfaden), renunciando así a la lógica interna de su relato.

No voy a hablar del pegote final, vestido de número musical, en el que se celebra el triunfo del amor sobre todas las cosas. Yo también bailaba y cantaba, celebrando que ‘Slumdog Millionaire’ terminaba. Me ha parecido tan mala que creo arrasará en los Oscars, y no me refiero a que se lleve tres, sino siete como mínimo (si hubiera justicia en este mundo, la ganadora de la noche sería la impresionante ‘The Reader’, y no un film en el que su director se pasa todo el metraje acentuando su labor en plan “mirad, mirad que bien dirijo”). Como no quiero terminar este texto siendo negativo, sí diré que el protagonista central, Dev Patel, me ha parecido, de lejos, lo mejor de la película. Su insulso personaje es tratado por el actor con un convencimiento que suple las carencias del dibujo cinematográfico de su rol. Habrá que estar muy pendiente de ver qué hace este joven actor en el próximo trabajo de M. Night Shyamalan, ‘The Last Ainberder’.

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