Identidad, rechazo o indiferencia

Identidad, rechazo o indiferencia
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Newsnight, uno de los informativos políticos más prestigiosos y longevos de la BBC, con 26 años a sus espaldas, dedicó una edición especial del programa a los vecinos escoceses. El objetivo era mostrar el sentimiento anti-inglés que se vive en algunos puntos del país británico. En concreto, se centraron en Glasgow. La ciudad había sido noticia días atrás por la agresión que recibieron un grupo de ciudadanos ingleses, por vestir con emblemas de su país.

Los responsables de Newsnight enviaron, a la misma ciudad, un coche pintado con la cruz roja de la bandera inglesa y adornado en su exterior con banderillas del país. Desde otro vehículo, una cámara oculta iba grabando la reacción de los transeúntes. Algunos increparon al conductor y lo insultaron. Cuando éste dejó el coche aparcado, un grupo de vándalos lo destrozaron haciéndose con las banderillas para destruirlas. (ver vídeo adjunto)

Imaginad que en Telemadrid deciden hacer algo similar, con un coche pintado con los colores de la bandera española paseándose por el barrio de Gracia. O viceversa: un coche enviado desde Cataluña con el correspondiente emblema dando vueltas por la Castellana. ¿Se conseguiría demostrar la misma teoría? Tarde o temprano, en ambos casos, se encontrarían imágenes de rechazo. Pero darle importancia mediática (con lo que representa eso hoy en día) a una sola parte de la realidad es ser tendencioso. La manipulación aparece cuando se insiste en convertir un sólo ángulo de ésta realidad en verdad absoluta, de forma que la reacción de determinados individuos (aunque sea un grupo minoritario) se corresponda con lo que a los periodistas les interese subrayar. Este tipo de prácticas para crear alarma social parten del sensacionalismo más descarado.

El informativo de la BBC se aprovechó de manera ilegítima del poder simbólico de las banderas. La coartada de experimento que sus responsables argumentaron, se convierte en una provocación que genera más hostilidad de la que existe. La rivalidad entre Escocia e Inglaterra es histórica. Meter el dedo en la -yaga- llaga sólo incrementa el malestar. Las banderas son y siempre serán símbolos que provocan identidad, rechazo o indiferencia. Aprovecharse de ello para crear atención mediática es irresponsable, aunque lamentablemente habitual en los medios. Salvando las distancias entre el paralelismo que pudiéramos encontrar, ni la mayoría de los escoceses rechazan la bandera inglesa, ni la mayoría de los catalanes rechazan la bandera española. Pero siempre habrá a quien la realidad no le estropeará una buena noticia.

Vía | news.bbc.com.uk

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