'Guardianes de la Galaxia Vol. 2': el supergrupo de Marvel regresa en una aventura aún más divertida, épica y ambiciosa

Esta noche, a partir de las 22:05 tenéis la oportunidad de disfrutar —¡y sin anuncios!— en La 1 de RTVE de la divertidísima 'Guardianes de la Galaxia Vol. 2'; el retorno del supergrupo marvelita compuesto por Star Lord, Gamora, Drax, Groot, Rocket y compañía en una aventura aún más cósmica, más épica y mucho más ambiciosa que su predecesora.

En esta secuela de la cinta de 2014 la cosa se torna más cósmica y personal para nuestros héroes, convertidos en prácticamente una familia, mientras exploran el misterioso pasado de Peter Quill, conocen a nuevos aliados y se enfrentan a nuevos y temibles enemigos en un relato entrañable y sobradamente efectivo.

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Perfeccionando la fórmula original

Lejos de buscar innovar o virar el tono y el estilo hacia terrenos inexplorados, este 'Volumen 2' abraza sin miramientos la fórmula que tan bien funcionó en la 'Guardianes de la Galaxia' para perfeccionarla tanto en lo que respecta a la comedia —la incorporación de Mantis al equipo y su dinámica con Drax es hilarante—, como a la acción y a su vertiente más emotiva.

Gracias a un diseño de producción mucho más cuidado y ambicioso, las setpieces de la cinta lucen espectaculares bajo la dirección de un James Gunn —'La plaga', 'Super'—que vuelve a equilibrar su lado más gamberro con los requerimientos familiares del proyecto en lo que a tono respecta, dando forma a un par de horas que pasan como un suspiro entre chistes, explosiones y alguna que otra revelación sorprendente que expande el Universo Cinematográfico de Marvel.

Además de por una selección musical excelente, que recoge a artistas de la talla de Electric Light Orchestra, George Harrison, Cheap Trick, Fleetwood Mac o Sam Cooke, 'Guardianes de la Galaxia Vol. 2' se ve enriquecida por un reparto en el que vuelven a brillar Chris Pratt, Zoe Saldaña, Dave Bautista y un Bradley Cooper impagable como la voz de Rocket Raccoon, y al que se incorporan intérpretes de la talla de Pom Klementieff y, sobre todo, un Kurt Russell esencial para la trama y tan genial como de costumbre.

Esta secuela tenía complicado superar a su predecesora, pero logró superar los 773 millones de dólares de recaudación, amasando la friolera de 864 millones partiendo de un presupuesto cercano a los 200. Viendo lo bien que funciona y los niveles de diversión y saber hacer técnico y narrativo que ofrece, este baile de cifras es más que comprensible.