En una temporada televisiva marcada por la poca originalidad de las cadenas americanas en lo que se refiere a nuevas series, siempre se agradece que algunas de ellas apuesten por series diferentes e innovadoras. La NBC estrenó el pasado domingo Kings, una serie con la que no sabíamos muy bien a qué atenernos viendo lo ambiguos que eran sus trailers y descripciones, pero ahora ya podemos ir sacando nuestras primeras conclusiones que, de momento, son bastante favorables.
Kings cuenta la historia de un reino moderno, Gilboa, que lleva en guerra varios años con sus vecinos de Gath. El conflicto toma otro rumbo cuando el hijo del rey Silas es secuestrado en el frente y rescatado por David, que pasa de ser un joven tímido de una familia humilde a simbolizar la esperanza de un pueblo desmoralizado por su situación actual. David se convierte en el héroe que todos necesitaban pero, al mismo tiempo, en un instrumento del rey Silas para mantener el poder. Y es que, en propias palabras del monarca, "somos capaces de renunciar a lo que más queremos cuando queremos poder".
Poder, envidia, corrupción, secretos de estado, chantajes políticos, guerra y hasta romance: todo tiene cabida en esta serie de carácter épico. En general se trata de una historia bien desarrollada pero de las que por desgracia suelen generar opiniones muy enfrentadas: o te encanta o te aburre hasta límites insospechados. En mi caso, y de momento a la vista del piloto, ha sido lo primero.
Brevemente, me gustaría destacar dos puntos fuertes de la serie, además su originalidad. Por un lado tenemos su reparto, bastante equilibrado y correcto en general pero con un impresionante Ian McShane que destaca por encima del resto dando vida al carismático rey Silas. Por otro, lo trabajado que está el aspecto visual de la serie, que en general mantiene un nivel técnico bastante alto. Se nota que han invertido bastante presupuesto en estos dos primeros episodios que, por desgracia, no son tan perfectos a nivel creativo.
Una de las pegas que le podemos poner a este doble episodio piloto es que, si bien presenta la situación actual de forma correcta, también se echa de menos algo que explique cómo se ha llegado hasta ese punto y también hacia dónde se dirigirá la historia en sucesivos episodios. ¿Será una nueva versión de 'Dinastía' o en su lugar optarán por la acción y por hilos argumentales como los que hemos visto en el piloto? Tendremos que esperar algunos episodios más para juzgar si Kings es una buena serie que merece la pena o no, pero por el momento, aunque su comienzo ha sido algo lento, ha empezado con buen pie y el final del capítulo ha conseguido con creces su objetivo: dejarnos con ganas de más.
Eso sí, será siempre que la NBC lo permita porque habiéndose quedado en torno a los 6 millones de espectadores de audiencia, el futuro de Kings no está nada claro actualmente. A su favor podemos mencionar que era domingo, donde no se suelen marcar grandes cifras de espectadores, y que la emite la NBC, que está pasando por una crisis importante y tiene pocos recambios para sus series actuales. En contra, que para ser la serie en la que la cadena ha apostado fuertemente para remontar su midseason siguen siendo datos excesivamente bajos. El tiempo dirá qué hacen con ella, aunque personalmente no creo que la retiren si se mantiene en datos similares a lo del piloto. Eso sí, la renovación ya es otra cosa.
En definitiva, Kings es una serie arriesgada pero refrescante y que por suerte no se parece a nada que se esté emitiendo actualmente. Con un gran nivel técnico, aún tiene que demostrar su valía en el apartado creativo, pero sus dos primeros episodios son bastante aceptables y dejan con ganas de más. La odiarás o te encantará, seguramente no haya término medio, pero lo que está claro es que es original. Y eso, hoy por hoy, ya es un motivo suficiente para darle una oportunidad.
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