Supongo que era cuestión de tiempo. Ha pasado ahora en Nigeria, pero podía haber pasado antes en cualquier otro lugar del mundo. Uno de los concursantes del popular (en Nigeria) programa Gulder Ultimate Search, cuya cuarta edición se estaba grabando y que estaba a punto de empezar a emitirse, falleció en el transcurso de una de las pruebas, al parecer por ahogamiento.
Los responsables del programa han decidido, según han expresado en nota de prensa, cancelar su emisión. Si la fama y el dinero ya son un reclamo llamativo en estas latitudes, qué no va a ser en Nigeria. Allí, el premio final del concurso eran 5 millones de naira (unos 41.400$) en metálico, un coche y ropa por valor de otro medio millon de naira. Además, según parece, el éxito del concurso era tal que los concursantes de las ediciones anteriores habían obtenido jugosos contratos de patrocinio gracias a su fama.
Sin conocer el detalle del accidente, podría pensarse que es algo que le podría haber pasado a cualquiera, un accidente: un mal golpe, un infarto, etc... que podría haber pasado en la tranquila casa del Gran Hermano. Pero tengo la sensación de que los realitys cada vez van, en su lucha por una espectacularidad que les permita mantener las audiencias, acercándose a límites más peligrosos. Y siempre van a encontrar gente que, bien sea por el dinero o bien por la fama, estén dispuestas a vivir esos límites y a asumir esos riesgos.
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