La vida no tiene manual de instrucciones, pero no son pocas las veces que desearíamos que así lo fuese para saber qué hacer en casos donde esta te azota de la manera más bestia. Al menos, tener a alguien que te pueda contar qué hacer en situaciones difíciles para poder sentir que se puede seguir adelante. Sobre eso va una de las películas más brillantes del año, con factura española: 'Cinco lobitos'.
La vida sin manual de instrucciones
Una de las películas más comentadas del cine español este año hace su esperada gran llegada al streaming, incluyéndose en el catálogo de plataformas como Filmin y, sorprendentemente, en HBO Max también. Vías para hacer llegar con facilidad la más que notable primera película en largo de Alauda Ruiz de Azúa, que nos mueve por las dos caras de la vida y sus dificultades con un tono más amable de lo que cabría esperar.
La película comienza presentándonos al personaje de Laia Costa, recién estrenada en la maternidad llegando a su pequeña vivienda con su bebé y acompañada de su pareja y sus padres. Estos les acompañan en los primeros días para apoyarles antes de volverse a su pueblo costero del País Vasco. Pero la ausencia prolongada de él llevará a madre e hijo a buscar apoyo en la casa de sus padres.
No obstante, le esperarán más complicaciones de las esperadas en su regreso. El personaje de Costa se va a encontrar ante la increíble paradoja de tener que ser madre sin tener que dejar de ser hija, teniendo que hacerse cargo de su madre (una grandísima Susi Sánchez) en su momento de mayor necesidad. Los dos periodos opuestos de la existencia, colocados por Ruiz de Azúa de manera exquisita para que se vean los paralelismos.
Hay material para hacer todo un dramón, pero la película resulta maravillosa precisamente por cómo esquiva eso con humor costumbrista bien medido y delicioso. Su exploración de la familia no se aleja tanto de la sensible y amable mirada de Hirokazu Koreeda, haciendo de 'Cinco lobitos' una joya más especial de lo que puedes anticipar.
Sin desmerecer a una obra como 'Alcarràs', se siente como una oportunidad perdida que la Academia de cine española no haya mandado la película de Ruiz de Azúa como representante en los próximos Premios Oscar. No tanto por la apreciación (subjetiva) de un trabajo más redondo, sino por esa manera de contar tan sencilla y hermosa (y accesible) las dificultades vitales o la necesidad de cuidar. Es una película que se merece todo lo bueno que le pueda llegar.
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