El inicio de la 7ª temporada de 'The Walking Dead' sigue dando que hablar, por una razón u otra. Récord de audiencia, excesiva violencia, la polémica de los spoilers... Y lo más extraño: indirectamente está perjudicando al mismísimo George A. Romero, el "padre" de los muertos vivientes en el cine, que no consigue financiación para rodar más títulos de este popular subgénero.
Al parecer, películas como 'Guerra Mundial Z' ('World War Z', 2013) o la serie 'The Walking Dead' (2010-) han transformado el mercado y se ha perdido el interés en producciones de bajo o medio presupuesto. "Solía ser capaz de vender mis proyectos sobre la base de la acción con zombies, y podía esconder un mensaje ahí. Ahora no. Desde el momento que mencionas la palabra 'zombie' tiene que ser: Hey, Brad Pitt pagó 400 millones para hacer eso", dice Romero en una entrevista a Indiewire.
Romero aclara que 'La tierra de los muertos vivientes' ('Land of the Dead', 2005) fue la película de zombis más grande que ha hecho jamás y costó más de lo necesario. "La mayor parte del dinero fue para el reparto. Estuvieron geniales, pero no creo que se tuviera que gastar tanto", opina el cineasta, añadiendo que sólo "el presupuesto para los cigarros de Dennis Hopper era mayor que toda la producción de La Noche de los Muertos Vivientes" (su debut en 1968).
El estadounidense, de 76 años, revela que estuvo a punto de filmar una secuela de 'La resistencia de los muertos' ('Survival of the Dead', 2009) pero la situación cambió con el éxito de 'El diario de los muertos' ('Diary of the Dead', 2007). "Uno de los productores dijo: 'Hagamos otra rápidamente'. No sé de qué más podría haber hablado. La película se centraba en cómo las redes sociales nos acechan hoy en día. No tenía nada más de lo que hablar", confiesa Romero.
Su alternativa fue presentar su premisa original de los muertos vivientes en clave de western, lo cual no generó entusiasmo. "Entonces, de repente, aparece The Walking Dead", añade Romero, dejando en evidencia a algunos de los lumbreras de la industria. A partir de ese momento afirma que no ha podido hacer "una película con algo de sustancia porque tenía que ser sólo con zombies sembrando el caos, y ése no es mi estilo".
Lo suyo no es pose. Recordemos que, en 2013, George Romero rechazó una oferta para dirigir un par de episodios de la adaptación del cómic de Robert Kirkman porque lo considera un "culebrón" ("soap opera") con la aparición ocasional de algún zombi. Como en el caso de Uwe Boll, es triste que un director no pueda hacer cine, pero si sus películas no interesan lo normal es que dejen paso a otros autores. El público manda. ¿Qué opinas?
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