Darren Aronofsky habla sobre 'La fuente de la vida' en Sitges

Darren Aronofsky habla sobre 'La fuente de la vida' en Sitges
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Darren Aronofsky, uno de los cineastas más prometedores del panorama actual, presentó en la 39 edición del Festival de Sitges su última película, 'The Fountain' (en España: 'La Fuente de la Vida'), protagonizada por Hugh Jackman y Rachel Weisz. Tras el visionado de la misma, llegó el turno de la rueda de prensa, de media hora, en la que Aronofsky hizo gala de un gran sentido del humor y donde contó cosas muy interesantes sobre el proyecto de 'The Fountain', el resultado final y las reacciones que está provocando, al no ser, precisamente, un film fácil de digerir.

La primera pregunta estaba dirigida a conocer las diferencias entre el primer y fracasado proyecto de 'The Fountain', cuando Brad Pitt y Cate Blanchett iban a protagonizarla, y el que, finalmente, se ha llevado a cabo.

Aronofsky reveló que 'The Fountain' comenzó a tomar forma en 1999, para casi morir en 2002. El fracaso hizo que se tomara 7 meses de plazo para pensar en otros proyectos que realizar. Sin embargo, según sus propias palabras, una noche se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en 'The Fountain', que se había colado en su sangre, y decidió que, definitivamente, ésa sería su próxima película, a pesar de los obstáculos.

Los obstáculos eran, por supuesto, económicos. 'The Fountain' era demasiado cara. Por tanto, lo siguiente que hizo Darren Aronofsky fue emplear 2 semanas y media en reescribir el guión. Básicamente, según declaró, se trataba de hacerlo más económico sin perder la intención y la historia inicial. Luego se lo presentó a los productores y recibió una curiosa respuesta: 'ha pasado a ser de una película normal a un poema sobre la muerte'.

El cómic de The Fountain

Aronofsky dedicó meses a rehacer el proyecto, pensando que, al final, le dirían que la película era imposible. Temiendo esto, sacó la novela gráfica de 'The Fountain'. Dice el cineasta que no piensa dedicarse a este medio en el futuro y que sólo lo hizo como algo puntual, para aprovechar todo el trabajo realizado. Igualmente, aseguró que, a pesar de que la historia es similar, hay muchas diferencias entre la novela gráfica y la película, sobre todo visualmente.

Luego se le preguntó el porqué de ese cambio religioso en su cine, desde el judaísmo de 'Pi' al cristianismo de 'The Fountain'.

Aronofsky rechazó que eso fuese así en cuanto a su última película, declarando que en 'The Fountain' hay referencias a múltiples religiones y creencias, hay influencias de todo tipo y si algo define al film es su espiritualidad. El director recalcó esto, diciendo que era lo más importante, evitando señalar más concretamente. De hecho, Aronofsky dijo que en la película se dan cita culturas increíbles completamente separadas por miles de años, pero en todas se trata la historia de la creación, cada una con sus propias convicciones respecto al origen de la vida: el primer padre, el árbol de la vida, buda, el hombre que se sacrifica por la vida de los demás, etc.

La tercera pregunta la hizo alguien que no se explicó demasiado bien y al que Aronofsky tomó un poco en broma. La cuestión iba dirigida hacia el género en el que se engloba, supuestamente, el cine de Aronofsky: el hiperrealismo...

Aronofsky: ¿'The Fountain' es muy realista? (risas) ¿'Pi' o 'Requiem por un Sueño' pertenecen a un único género?

Tras las risas de toda la sala, el cineasta explicó que no le gusta pensar en que sus películas se acoplen a un único género, ni cree que su cine sea hiperrealista. A cada película le corresponde un lenguaje. Luego indicó que a él le interesa contar una historia. Y le interesa una en particular en un momento concreto. Claro, especificó con una sonrisa en los labios, siempre que el dinero lo permita, a lo que añadió un pensativo 'sólo espero conseguir inspiración para mi siguiente proyecto'.

Después, un periodista inglés recordó a Aronofsky las críticas recibidas en Venecia tras el visionado de 'The Fountain' y le pidió su opinión.

Como respuesta, el director habló del curioso caso de 'Requiem por un Sueño', que provocó en los críticos tanta admiración como odio. De hecho, dijo que en un artículo de la revista Variety se le aconsejaba 'dejar el cine para ser sometido a terapia' (risas). Luego preguntó si había alguien en la sala que hubiera estado en Venecia cuando se proyectó 'The Fountain'; y lo hizo porque, aclaró, en muchos medios sólo han reflejado los abucheos del público, una manipulación que a Aronofsky no le ha hecho mucha gracia. Efectivamente, un periodista levantó la mano y dijo que al terminar la película hubo tantos abucheos como aplausos. El cineasta se vio complacido con la respuesta, al ser lo que le habían asegurado en su momento.

Según sus propias palabras, a él le gusta provocar esa dualidad tan radical, enfadar a unos y encantar a otros. Lo ve como una victoria, que cada espectador lo vea a su modo. Sólo le molestan las críticas, dijo, cuando afectan a todo el equipo de producción, que dedica tanto tiempo para crear una película. Volviendo concretamente a la pregunta del periodista, declaró 'debe haber algo en la película que les ha dolido'.

Siguiendo en relación a 'The Fountain', aclaró que se tuvo contacto con personas al borde de la muerte para tener en cuenta todo tipo de percepciones individuales (infierno, resurrección...); incluso habló con curas y sacerdotes sobre la vida y la muerte. Esto vuelve a estar relacionado con la diversidad que Aronofsky ha querido imprimir a su última película.

Aronofsky: 'La película no es para cínicos'; 'no quiero entrar en política, pero... desde el 11-S ya nada es igual. Es como si hubieramos dicho: dejémonos de tanta superficialidad y pensemos lo que hacemos con el mundo'.

Aronofsky en Sitges

El cineasta continuo por esta senda planteando su punto de vista en cuanto al paso del tiempo y sus consecuencias. Dijo que cuando mira a su alrededor suele pensar: 'Todo se habrá ido en 100 años'. Aronofsky: 'Todo lo orgánico desaparece, en 100 años no habrá nada. Nuestros nietos mirarán atrás y se preguntarán: ¿qué cojones hicieron esta gente?'. Curiosamente, nada más terminar esa frase, sonó el timbre que anunciaba el comienzo de una nueva sesión en la sala de al lado. entre risas, Aronofsky dijo: 'Oh, estamos en problemas. Ah, no, es que la clase ha terminado' (risas).

El tiempo de la rueda de prensa se agotaba y la penúltima pregunta no pudo ser más desafortunada. Una mujer con acento sudamericano pidió a Aronofsky que hablara sobre sus próximos proyectos. La respuesta del director no pudo ser más contundente...

Aronofsky: '¡No! No. Hoy hablo sobre 'The Fountain'. Mañana, ¿quién sabe? Lo siento'.

Por último, alguien desde el fondo preguntó al cineasta qué tal fue trabajar con Hugh Jackman, que interpreta un papel muy diferente a los que suele hacer.

Aronofsky, en plan autómata, respondió que Jackman se interesó mucho en el proyecto, principalmente porque las cuestiones que planteaba la historia eran cuestiones que él mismo se había hecho a sí mismo en muchas ocasiones. Trabajó mucho con Aronofsky para preparar el papel pero antes tenía que acabar un show que estaba haciendo en Broadway por lo que la producción se retrasó aún más. Básicamente, según Aronofsky, Jackman protagonizó la película porque tuvo un gran interés en los temas de la película.

Así acabó la rueda de prensa, con muchos aplausos y muestras de admiración hacia el realizador de 'The Fountain', que se mostró muy simpático con todo aquel que se le acercó. Por supuesto, no desaproveché la oportunidad de saludarle y pedirle un autógrafo. Sin duda, un tipo excelente, aparte de un cineasta extraordinario. En breve, publicaré la crítica de su magnífica 'The Fountain', casi (por poco) la mejor película vista en el Festival de Sitges.

En Blogdecine | Todo sobre 'The Fountain' ('La Fuente de la Vida')

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