Por qué 'Sin tiempo para morir' es un gran cierre para la etapa de Daniel Craig como James Bond

Por qué 'Sin tiempo para morir' es un gran cierre para la etapa de Daniel Craig como James Bond

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Sin Tiempo Para Morir

'Sin tiempo para morir' parecía destinada a ser ese imprescindible broche de oro para la etapa de Daniel Craig como James Bond, pero tampoco son precisamente pocos los que no han quedado impresionados con el resultado. Por mi parte, es verdad que le he ido viendo más puntos débiles según han pasado los días desde que puede verla, pero eso no impide que siga pensando que se trata de una gran despedida para el agente 007 encarnado por el protagonista de 'Puñales por la espalda'.

La mención a 'Puñales por la espalda' viene aún más al caso por el hecho de que la mejor secuencia de 'Sin tiempo para morir' es precisamente la que Craig comparte con Ana de Armas. La película adquiere entonces unos matices más juguetones que le sientan de fábula, pero al final acaba siendo una etapa más de paso en la trayectoria de este James Bond. Una en la que ha ido moviéndose constantemente entre la necesidad de seguir siendo el personaje que millones de espectadores aman y el imperativo de ponerse al día con los tiempos que corren.

Encontrando su sitio

Estoy convencido de que esas tensiones para definir qué papel puede jugar Bond en la sociedad actual son en parte responsables de los grandes altibajos que se ha notado en los años de Daniel Craig como James Bond. Empezó dejando muy buen sabor de boca con 'Casino Royale', luego vino el traspiés de 'Quantum of Solace' para recuperarse por todo lo alto con 'Skyfall' después quedarse un poco en tierra de nadie con 'Spectre'. Por suerte, 'Sin tiempo para confirmar' confirma que las películas buenas de este agente 007 son las impares.

Si hay algo que define a 'Sin tiempo para morir' por encima de todo es que está diseñada para ser la despedida definitiva de Craig. Es cierto que 'Spectre' ya podía funcionar a modo de cierre, pero también que resultaba un poco insatisfactorio como tal. Aquí es algo que se aborda desde el propio arranque de la película -aunque previamente a eso hay un primer prólogo que es, de lejos, lo mejor que la película ofrece sobre el decepcionante villano interpretado por Rami Malek- y va atando de forma progresiva a lo largo de su abultado metraje.

Eso lleva a que 'Sin tiempo para morir' recuerde por momentos al final de temporada de una serie o incluso su capítulo final, recuperando mucho se lo sembrado antes, aunque uno nunca tenga realmente claro si existía un plan ahí o simplemente se ha optado por jugar con los ingredientes que anteriores entregas habían puesto a su disposición. Ahí puede que tenga importancia el hecho de que Neal Purvis y Robert Wade han sido guionistas de todas las aventuras de Craig como James Bond, pero tampoco debemos olvidar que su posición dista mucho de la de un showrunner y son más piezas dentro del engranaje que el experto que controla todas ellas.

Un cierre a la altura

Sin Tiempo Para Morir Escena

La principal consecuencia de ello es que 'Sin tiempo para morir' luce bastante mejor como cierre de una etapa que como otra aventura del mítico espía inglés. De hecho, esta nueva misión está demasiado atada a un plan por encima de ella, provocando así que todo esté supeditado a ello. De ahí surgen algunas decisiones de guion cuestionables, sobre todo en el tramo final de película, que limitan lo que podría haber sido un gran enemigo para Bond. Y es que en el mejor de los casos, Safin es un villano más sin nada que destaque, pero en el peor, poco más que una herramienta narrativa sin personalidad.

De esta forma, 'Sin tiempo para morir' no brilla como nueva película de James Bond, donde depende mucho de la solvencia de Cary Fukunaga tras las cámaras para que las escenas de acción atrapen al espectador. Más allá de eso, resulta curioso que el peculiar científico interpretado por David Dencik funciona mejor que el personaje de Malek, en parte porque parece casi sacado de otra película por el enfoque casi cómico que se da al personaje en todo momento, incluso cuando debería representar algún tipo de amenaza.

La cuestión es que 'Sin tiempo para morir' no es otro capítulo más en la saga de James Bond y valorarlo únicamente como tal sería un error. A su manera es una continuación directa de 'Spectre', por lo que ya juega en desventaja. Sin embargo, su impresionando segundo prólogo ayuda a que uno se sumerja pronto en lo que no deja de ser una película sobre si James Bond encaja en la sociedad actual y sobre si realmente puede alguien como él llegar a ser feliz. Para ello no es que se utilicen ingredientes revolucionarios, pero sí muy efectivos para entender sus motivaciones, tanto cuando hay algún matiz de bravuconearía por su parte -si le dices que no haga algo profesionalmente, ten por seguro que lo hará- como cuando su lado más humano pasa a primer plano.

Ahí 'Sin tiempo para morir' se mueve en esa fina línea que mencionaba antes entre respetar la esencia del personaje y actualizarlo. Hay espectadores, quizá el caso del escritor Arturo Pérez-Reverte, que lo han visto como una traición al agente 007 creado por Ian Fleming. En mi caso considero que era poco menos que una necesidad. Otra cosa es que se haya hecho no de la forma idónea, pero llegar hasta donde llega la película era algo esencial para despedirnos de Daniel Craig.

Ciertos desajustes

Sin Tiempo Para Morir Rami Malek

Quizá por eso, 'Sin tiempo para morir' es también un poco grandes éxitos de lo que su James Bond ha representado, ya sea por detalles del guion, los regresos o menciones a personajes que parecían dejados atrás y más cosas. Eso lleva a que tenga también mucho de colofón, apostando por el factor emocional como principal gancho de cara a conquistar al espectador. Si entras, los detalles alrededor de cómo consiguen lo que consiguen tendrá menor importante, pero de lo contrario el castillo de naipes se desmoronará y su impacto en el espectador será muy escaso.

Por mi parte, lo único que realmente me molesta de la película es el pobre uso que se da a su villano. Es verdad que Malek no está especialmente inspirado, pero es que llega un punto en el que el guion obvia todo tipo de lógica para poder tener ese final. No voy a negar que sea una mancha que desluce en parte lo que viene después, pero por lo demás es un muy satisfactorio final de temporada para la era Craig. A ver con qué nos sorprende la franquicia de aquí en adelante.

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