Desde que Wes Anderson estrenara en 2001 'The Royal Tenenbaums', ha ido ganando adeptos lenta y pausadamente gracias a su particular visión estética y estilo narrativo. Un incremento de adeptos que tuvo su gran explosión con su anterior película 'Moonrise Kingdom' (2012), que tuvo muy buena acogida por parte de la crítica y gracias a que lo hipster y kitsch está de moda, también entre el público, lo que hizo que Wes Anderson pasara de ser un director de culto al que pocos entendían a un director de culto al que todo el mundo adora.
Por eso, 'El Gran Hotel Budapest' ('The Gran Budapest Hotel'), su última película, se está esperando como agua de mayo y ya no sólo por su reparto de infarto —está, literalmente, TODO el mundo— , sus originales campañas de publicidad están funcionando a las mil maravillas. Y es que, lo nuevo de Wes Anderson promete todo lo que sus adeptos esperan: un buen rato en el universo Anderson. O sea, más de lo mismo. Si no buscas nada más que eso, será tu película, si esperabas un poquito más, te sentirás un poco decepcionado.
El universo Wes Anderson (otra vez)

'El Gran Hotel Budapest' es una entretenídisima comedia de aventuras que nos cuenta la historia de Gustave H, un conserje de un famoso hotel europeo en el periodo de entreguerras y de Zero Moustafa, el botones que se convierte en su mejor amigo y protegido. Todo marcha en un relativo orden a pesar de la complicada situación económica y la inestabilidad política, hasta que se produce el robo de una pintura renacentista de valor incalculable y sobre la batalla que enfrenta a los miembros de una familia por una inmensa fortuna.
En la cinta, Wes Anderson recurre a todas sus obsesiones estílisticas y narrativas de siempre, lo que hacen que su nueva película recuerde demasiado a sus anteriores trabajos. 'Se llama estilo', me dirán. Sí, pero cuando ese estilo se queda estancado y no nos ofrece nada nuevo, es imposible que a nuestra cabeza venga un bonito y sonor: 'Ah, mira, otra vez'.
Y es que en 'El Gran Hotel Budapest', Wes Anderson vuelve a utilizar la voz en of como recurso para contar su historia —más bien varias, ya que se nos cuenta una historia dentro de una historia— y el humor surrealista casi como hilo conductor de su historia. Pero no hay que olvidarse de las formas estéticas, que complementan a las ya tradicionales formas narrativas de Anderson y es que 'El Gran Hotel Budapest' vuelve a ser una explosión de color, estilo vintage y decorados imposibles y teatrales que recrean la Europa de la primera mitad del siglo XX tal y como George Mélies lo hubiera hecho en nuestros días.
El surreal e hiperactivo entretenimiento Anderson

Aunque lo nuevo de Wes Anderson no termine de apasionarme, no quiere decir que no sea una película de lo más disfrutable y es que es casi imposible no hacerlo con su ritmo adrenalínico que nos recuerda tanto a sus anteriores trabajos como el de 'Moonrise Kingdom' (2012) o 'Viaje a Darjeeling' ('The Darjeeling Limited', 2007), otros dos títulos llenos de viajes, huídas y comedia surrealista sin remedio. Y es que dentro de la simplicidad de la comedia de aventuras y enredo que nos cuenta, las puertas que se abren y cierran a ritmo frenético y los viajes en tren, la película esconde mucho más.
Quizá lo más interesante es la forma en la que Anderson nos traslada a las tres diferentes épocas narradas en la película y utilizadas como contexto histórico y mostradas con diferentes recursos estílisticos, sobre todo en su formato. Así, para los primeros golpes nazis en 1932 se utiliza el formato 1.33:1; para los años 60, se recurre al Cinemascope 2.35:1 y para los 80 y el presente, se utiliza el Widescreen 1.85:1. Una declaración de intenciones estilística con momentos clave de la convulsa historia de la vieja Europa como telón de fondo.

Gran parte de ese entretenimiento hiperactivo también reside en su extenso y popular reparto, que como ya es habitual 'chez Wes Anderson' está repleto de cameos y colaboraciones de lujo. Encabezado por un fantástico y excesivo Ralph Fiennes, acompañado del jovencísimo Tony Revolori en su primer gran papel en cine. Junto a ellos, un abanico de estrellas habituales —o no— de la marca Anderson y que aparecen extravagantes y estrambóticos en su justa medida: Tilda Swinton, Bill Murray, Adrien Brody, Edward Norton, Jason Schwartzman, Soirse Ronan, Jude Law, Jeff Goldblum, Harvey Keitel, Willem Dafoe, Léa Seydoux, Mathieu Amalric, Owen Wilson y un largo etcétera.
Aunque no termine de encandilarme, 'El Gran Hotel Budapest' es, como mínimo, lo que podemos esperar de una película de Wes Anderson: una nostálgica comedia de ritmo frenético, plagada de estrellas y llena de colores pastel, decorados que parcen casas de muñecas y pasteles perfectos y apetecibles. O sea, otra vez lo mismo 'made in Wes Anderson'.
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29 comentarios
andreakaleidoscope
Considerar que esta película vuelve a ser una explosión de estilo vintage, me parece una apreciación bastante pobre y de un reduccionismo injusto para el trabajo de este director. El concepto vintage es muy genérico, porque si algo tiene más de 20 años, ya entra en esa categoría. Y existen muchas referencias culturales en esta película. Anderson buscó incansablemente la locación ideal para su proyecto y lo encontró en Görlitz , una ciudad alemana con un casco antiguo en Polonia, que ha sobrevivido a la segunda guerra mundial y que es patrimonio de la humanidad. Aquí la historia de Hotel Budapest recorre distintas épocas y por las imágenes iniciales de la época entreguerra vemos que predomina el art déco junto con la majestuosidad heredada de la belle époque. No he visto las imágenes de las épocas posteriores, pero lógicamente debiéramos esperar el surgimiento de la Bauhaus y con ello, una estética más moderna. En cuanto al vestuario, por lo menos el femenino, estuvo inspirado en la obra de Klimt , que retrató como nadie a las mujeres de su época. Y la música, a cargo Desplat, intentó emular sonidos de la Europa central utilizando instrumentos inusuales, para las bandas sonoras tradicionales, y propios de la cultura gitana. Bastante balalaika.
Un hecho interesante es la caracterización de Tilda Swinton que está absolutamente irreconocible. Si hasta le alargaron los lóbulos de las orejas. (A medida que el ser humano envejece se alargan los lóbulos de las orejas, por eso una buena caracterización de la vejez debe incluir esto. Vaya mi aporte al dato freak del día).
Y los habitantes de esta ciudad fueron incorporados a esta película ya sea en la realización de objetos decorativos o mediante la elaboración de los pasteles que son parte de la historia. ¿Y el hotel con su fachada rosa no recuerda a un gran pastel?
Finalmente, Anderson alguna vez deseó ser arquitecto. Su perfeccionismo en la composición de los planos, legendaria es su fijación con la simetría, la elección de un cromatismo cálido, apelando a nuestra nostalgia sepia, no hacen sino maravillarnos ante el trabajo de este director. Y una sola escena puede estar compuesta de la locación base, fondo de decorado, maqueta y stop- motion. Complejo, ¿no?. Por lo demás, la utilización de tres tipos de formato de proyección como recurso narrativo para ambientar épocas lo considero BRILLANTE. ¿Y aquí acaso no hay una innovación?.
Y si su trabajo es sólo más de lo mismo. Pues quiero ese más de lo mismo más a menudo porque alrededor también existe otro más de lo mismo. Pero ese es muy triste.
(Perdón por el ladrillo)
earthboy
A ver si lo entiendo bien. ¿El peñazo semihipster con el mismo encuadre y la misma poca luz que han hecho los Cohen es una obra maestra y esto es un "otra vez"?
Vamos...
dillard
Menudo dolor tener que leer que el uso equivocado de la palabra "kitsch" llegue a páginas leídas.
elcriticon.es
Para mí, visualmente es superior a 'Moonrise Kingdom', que ya es decir. Una maravilla estética y más todavía en pantalla gigante. Pero tengo que reconocer que me cargó bastante la manera de explicar la historia. Demasiado laberíntica para la poca chicha que tenía; sobre todo cuando desde el principio sabes cómo termina.
lokjear
Más de lo mismo??? Genial. Los grandes directores, al menos mis favoritos, siempre tienen la bendita costumbre de darnos más de lo mismo. Kubrick, Hitchcock, Scorsese, los Cohen.
Que sinsentido de crítica reclamar por eso.
goodprogress
Esta se parece a una de las criticas que hicieron sobre 300: el origen de un imperio, donde decían que no estaba mal pero que era más de lo mismo, ¿es la nueva moda o qué?
ghinzu
Dios bendiga ese hotel...
eluyeni
Vamos, que es más de lo mismo...
Salu2 ;)
loula2
Me apetece mucho verla!! Puede que me decepcione, y que a la larga termine harta del estilo de sus películas. Pero hasta el momento ese mundo Wes Anderson me gusta mucho....
MigueL
Con que se igual de divertida que 'Ladrón que roba a ladrón', y menos soplapollez que 'Academia Rushmore', me conformaré.
ese_joose_1980
"Como Wes Anderson mola voy a criticarlo" es lo que vienes a decir con tu crítica. No se si esperabas un western o un melodrama, pero una comedia en la que te ríes no es "más de lo mismo", no se hacen tantas comedias y menos con este tono. Que Wes Anderson se encasilla en la forma, no en el fondo.
rofo
De las películas que más espero de 2014. Lo del estilo que no cambia yo lo pregunté por Respuestas; a mí me encanta, así que en principio no es problema. Me ha llamado la atención lo de los decorados a lo Méliès. ¿Los actores tienen tiempo para ellos o son simples cameos? Espero que Murray salga mucho.
hendrix10
Como toda película de Wes Anderson la veré y disfrutaré con total seguridad. Desde que le descubrí con Los Tenenbaums (la vi antes que Academia Rushmore y Bottle Rocket) no me suele fallar. Sólo Viaje a Darjeling me ha flojeado un poco. Le tengo ganas a esta!
g1nebras
Totalmente en desacuerdo con esta crítica. Que a un no le guste el estilo del director no puede ser, en ningún caso, argumento válido para desacreditar, probablemente, a la mejor película del año.
El ritmo, guión, dirección y reparto están a una altura encomiable y siempre al servicio de generar un conjunto ideal, ¿del mundo de Wes Anderson?, por supuesto, pero es que se llama así el director y así serán sus películas. Siendo su proyecto más ambicioso podría haberse decantado, como hacen cientos de directores, por lo correcto, lo comercial y lo poco original. Pues no. Si cabe, agudiza más su estilo e ingenio para generar un mundo maravilloso, protagonizado por un Gustave maravilloso y único que no dejará indiferente a nadie.
Es una pequeña perla en medio de tanta precuela, secuela, octuela y sanguijuela de sagas, libros y superhéroes hormonados y más vistos que el tebeo, nunca mejor dicho.
laregentadelmar
no puedo creer que le guste a nadie esta pelicula menudo toston
recubu
Pfffff... pésima crítica.
Lo que más me jode de algunos críticos es que hablan como si ellos fueran capaces de hacerlo mejor, pero no sé por qué nunca lo hacen.
Esta película es una obra de arte.