'El Exorcismo de Emily Rose', cine de juicios y de terror cogidos de la mano

'El Exorcismo de Emily Rose', cine de juicios y de terror cogidos de la mano
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En la campaña de publicidad de 'El Exorcismo de Emily Rose' se hace hincapié en el aspecto terrorífico de la historia, haciéndonos creer que se trata de una nueva película de terror propiamente dicha. Sin embargo, el film es más bien un thriller judicial de corte clásico, aunque no le falta alguna escena que provoca inquietud y algún que otro susto. Una vez más se ha engañado al público con la campaña de promoción, pero creo que aquí nadie se sentirá estafado, pues el film se sigue con interés y sus resultados son bastante aceptables.

Inspirada en hechos reales, la película comienza con la muerte de una chica, Emily Rose, a la que se le acaba de practicar un exorcismo autorizado por el Vaticano. Como las cosas no están muy claras, el cura que ha practicado dicho ritual será llevado ante la justicia y será acusado de cometer negligencia y haber provocado la muerte de la muchacha. Una abogada de éxito, no religiosa, lo defenderá, y durante el juicio asistimos a lo que sucedió realmente... si es que somos creyentes.

Lo que primero diferencia a este film del típico cine de terror que se hace para adolescentes, es la elección de actores de verdad, que dotan al conjunto de la madurez necesaria. Laura Linney, que sencillamente es una de las mejores actrices de la actualidad, está fantástica como la abogada que defiende al cura; atención a sus expresiones de dudas y temores, y a la efectividad de sus discursos ante el jurado. Tom Wilkinson, como el cura acusado, está enormemente creíble y convincente, aunque este actor ya nos tiene acostumbrados a eso. Los dos son los mejores de un reparto que está a la altura de las circunstancias, y sin tirar cohetes, podemos dar gracias de que haya personajes con sentido y bien interpretados. La actriz que hace de Emily Rose, Jennifer Carpenter, logra en algún momento llegar a poner los pelos de punta, de lo escalofriante que resulta su papel, y logra transmitir la angustia y el dolor por el que su personaje está pasando.

La película tiene un guión habilidoso en el que ha participado su director, Scott Derrickson, que narra el film con enorme corrección, faltándole algo de estilo y personalidad, un defecto que no molesta gracias a lo entretenida que es la película, la cual se mueve en dos espacios temporales distintos; por un lado el juicio, donde todas las constantes de este subgénero están presentes, y aunque todo está un poco visto, es lo suficientemente interesante para el espectador, por estar ofrecido con profesionalidad, y no menosprecia la inteligencia del público, algo que últimamente se hace bastante. Además es la parte en la que Linney y Wilkinson ofrecen sus mejores momentos.

Por otro lado tenemos una minipelícula de terror, contada a través de flashbacks muy bien metidos, donde quizá está lo peor de la cinta, ya que alguna escenas son muy confusas, con efectos de sonido demasiado estridentes, y algunos movimientos de cámara demasiado efectistas, pareciendo por momentos la típica producción de terror convencional. Aún así en esta parte hay escenas con atmósfera bastante conseguidas; sin ir más lejos, la del exorcismo, que es literalmente impresionante.

Ambas partes están perfectamente entrelazadas entre sí, gracias a la labor de Derrickson, que las combina muy inteligentemente, inclinándose más hacia la parte de thriller judicial, porque quizá ha sido consciente de que 'El Exorcista' no hay más que una, y ha preferido moverse en terreno seguro. La jugada le ha salido bien, regalándonos dos horas, que sin ser ninguna maravilla, son una demostración de cine adulto realizado con eficacia.

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