'Zipi y Zape y la isla del capitán' llega mañana 29 de septiembre a los cines españoles. Hasta ahora ya os habíamos comentado nuestra opinión sobre ella y también el resultado de nuestro encuentro con Elena Anaya, la gran villana de la función, pero con motivo de su estreno también tuvimos la ocasión de charlar junto a otros medios con Teo Planell y Toni Gómez, los nuevos Zipi y Zape, y con Oskar Santos, el director de la película, junto a otros medios. Más abajo tenéis el resultado de dicha conversación.
- ¿Cómo ha sido para vosotros dar vida a Zipi y Zape y qué conocíais de ellos de antes?
Toni Gómez: Yo había leído algunos tebeos porque los tenía mi padre de cuando era pequeño y también porque había visto la primera película ya dos veces antes de que me eligieran
Teo Planell: Yo desde pequeño he crecido básicamente leyendo los cómics de Zipi y Zape, porque a mi madre le gustaban mucho de pequeña y entonces están en casa. Al igual que están Mortadelo y Filemón. Yo ya conocía a Zipi y Zape y cuando me dijeron lo del casting para hacer de Zipi, dije que sí de cabeza, porque es una oportunidad tremenda.
- Como en la película anterior, estos Zipi y Zape son más una película de aventuras que el cómic, ¿por qué esa decisión, crees que abría más el abanico para todo tipo de espectadores, no solamente nacionales, sino extranjeros?
Oskar Santos: Hay muchas respuestas, y yo te voy a dar la honesta: porque a mí me apetecía hacer una película de aventuras. Esa era la primera, pero además era porque a mí la parte costumbrista del tebeo, que funciona muy bien en el tebeo, trasladado a una película me trae a la cabeza ‘Daniel el travieso’, que es una película que no me gusta, porque me recuerda mucho a ‘Solo en casa’.
Son películas donde al final es todo un poco repetición de gags y golpes, como que a nivel de trama da muy poco juego, y a mí me parecía que el espíritu que tienen Zipi y Zape de niños traviesos de alguna manera me recordaban a Bart Simpson y me recordaban a esos capítulos de ‘Los Simpson’ donde cogen a Bart y lo meten en una aventura que lleva a una cosa y lleva a otra y lleva a otra.
Me vino todo eso a la cabeza y con toda esa mezcla más todas mis referencias del cine de los ochenta con el que crecí o la literatura que leía, que se ve mucho más en esta película. Me apetecía muchísimo. De hecho, cuando leyó el guion de la segunda el ayudante de dirección Jorge Calvo, que le encantó y él había hecho también la primera, me dijo ahora entiendo por qué le regalaste lo que le regalaste a los niños de la primera cuando terminamos.
Yo pedí el último día de rodaje… A vosotros no os regalé nada, pensad un poco el porqué.
Teo Planell: Sí, sí nos regalaste.
Oskar Santos: No fui yo.
Teo Planell: Nos regaló libros y yo creo que es una especie de indirecta.
Oskar Santos: Para que lean algo. Pero es verdad que a los actores de ‘El club de la canica’ les regalé a cada uno un libro. Me parece que había uno de Salgari, uno de Stevenson, uno de Verne. Pues eso. Me acuerdo que pregunté si habían leído alguno y apenas Claudia (Vega), la niña que hacía de Matilde, y Marcos, me parece, habían leído ‘La isla del tesoro’, que era uno de los libros. Y decía que esto hay que remediarlo.
A mí me encantaría que más de un niño saliera de ver la película y le preguntara a su padre o a su madre, oye, esto de ‘Peter Pan’ o esto de ’20.000 leguas de viaje submarino’, quién es Nemo, tal… y que les llevara a descubrir esa literatura que todos hemos leído, que es fundamental, básica e inmortal.
Teo Planell: Yo de los que me regalaste ya me he leído tres. Los de ‘La isla misteriosa’
Oskar Santos: ¿Tres en un año? Muy mal.
Teo Planell: A ver, es que también me he leído otros, ¿sabes?
- Está rodada en el lago Balatón
Oskar Santos: En el lago Balatón estuvimos dos semanas de rodaje, combatiendo contra los mosquitos que, yo vengo de estar en Malasia de vacaciones y me decía todo el mundo que los mosquitos, y no, los mosquitos de Balatón. Un calor, una humedad. Entonces estuvimos allí dos semanitas, porque era donde estaba nuestro castillo, que no está precisamente cerca del mar. Estaba allí cerquita de un lago, nos gustó mucho y lo escogimos, pero joer.
Aquello era exagerado. De hecho, en el hotel en el que estábamos no se podían abrir las ventanas. Alguno las abrió y no podían dormir en la habitación, porque estaba todo lleno de bichos.
- Oskar, me gustaría que me hablases un poco del diseño de producción, porque me ha fascinado. Y a vosotros me gustaría preguntaros cómo ha sido trabajar con vuestros padres de pequeños.
Teo Planell: Bueno, yo creo que todos los padres, por muy estrictos que parezcan, de pequeños también han sido gamberros. Entonces, habría sido divertido que me pasase eso. Me imagino a mis padres de pequeños (se ríe) y… sería guay.
Toni Gómez: Lo mismo digo. Es que ya lo ha dicho todo, no puedo decir nada más.
Oskar Santos: Bueno, pues referente a lo que me has preguntado, dentro de nuestras limitaciones presupuestarias, lo que tenemos limitaciones es de imaginación y de ganas. Yo trabajo con un equipo de cracks. A mí es que me rodean de gente muy buena, que es lo que hace que una película sea lo que es. Todos habéis disfrutado del trabajo de muchísima gente con mucho talento.
Estábamos ideando Jorge Lara y yo la historia y entonces me vino a la cabeza el cómic, porque teníamos ya a Peter Pan en la historia, sabíamos que la villana iba a guiarse mucho por el personaje de Peter Pan, y nos faltaba algo más ahí. Teníamos toda la trama de los padres y los hijos, que era la primera idea que teníamos. Lo teníamos antes incluso de que nos propusieran hacer una segunda parte, porque tiene que ver con el prólogo que no pudimos rodar en la primera.
De repente me vino a la cabeza el cómic de Alan Moore de ‘La liga de los hombres extraordinarios’, que de una manera magistral utilizaba a todos estos personajes para reunirlos y yo me imaginé a Zipi y Zape llegando a una casa con un montón de gente extraña y empiezan a recordarte a Jekyll y Hyde, Sherlock Holmes y tal. Para nosotros entrar en ese mundo fue la idea perfecta para poder imaginar todo lo que crearon esos grandísimos escritores.
Cuando llamamos a Juan Pedro de Gaspar, diseñador de producción de la primera y de la segunda, le digo, ¿Qué tal con Julio Verne, qué tal con ’20.000 leguas de viaje submarino’, te apetece un viaje en el Nautilus? Me responde ¿qué tienes en mente? Y yo digo “Vas a flipar”.
O con Juanma Nogales, el supervisor de efectos especiales, que es otro crack, tú vas a su centro de trabajo y su oficina está colonizada por ‘Regreso al futuro? Que era la película que nosotros teníamos claro con el punto de partida que nos recordaba en menor medida a ‘Big’, pero sobre todo a ‘Regreso al futuro’. Él cuando lee el guion y ve todo eso… para él es un sueño.
Somos un privilegiados, por poder hacer películas, pero también porque nos recuerdan al niño que fuimos, a la literatura que vivimos… que nos permite sumergirnos en todo. Yo os aseguro que cuando era un chaval leía esas novelas y me cambiaba la vida. Yo nunca pensé que tendría la oportunidad de pegar un viaje en el Nautilus, enfrentarme a un calamar gigante o encontrarme con un hombre invisible. Ha sido una gozada.
- ¿Qué presupuesto habéis tenido? ¿Cuántos niños participaron en el casting?
Oskar Santos: En el casting participaron muchísimos. Lo que pasa es que eso lo hizo Rosa Morales y a mí me iban llegando en una fase ya mucho más avanzada, y eso me facilita mucho el trabajo. De hecho, ellos me preguntaron si vi muchos Zipi y Zape y la verdad es que Zape vi dos o tres chavales y con Zipi lo mismo. De hecho, él estaba elegido antes de que llegara Toni. Siempre había que reservarse, porque queríamos juntarles, porque tenían que funcionar.
Con las niñas fue a la primera. Ana (Blanco de Córdova) e Iria (Castellano). De hecho, yo pedí una segunda prueba, porque vi la prueba de Ana, que estaba improvisando y yo me quedé fascinado. Dije que tenía que verla porque necesitaba saber si estaba loca, porque no entiendo cómo una niña de once años hace esto, un trabajo de improvisación de la leche. Es un amor, la cabeza en su sitio, mucho más que éstos. Es una cosa maravillosa rodar con niñas de 11 años, porque les dan mil vueltas a los niños.
El presupuesto 6 millones de euros. Ahí redondean y meten todo, pero realmente 6 millones de euros, es lo que me han dicho. Es el mismo de la primera. Al final nos pasamos creo que en 80.000 euros. Teníamos la experiencia de la primera, que creo que es una película donde se ve muy bien el dinero, pero cuando escribimos el guion yo ya manejo mucho que el dinero tiene que ir aquí. Entonces hay que llevarlo a esa parte final y distribuirlo.
- ¿Qué fue lo que viste en las pruebas de casting que te hizo decantarte por ellos?
Oskar Santos: Siempre tienes que ver algo que encaja en lo que has escrito. Sabíamos que no queríamos un clon de Raúl (Rivas) o un clon de Dani (Cerezo), los Zipi y Zape de la primera. Queríamos que se ajustaran a lo que buscábamos y que trajeran algo más. Necesitas primero que la cámara no les abrume, que después también aunque a Toni, que tenía menos experiencia al principio se quedaba un poco así, pero luego si quitabas la cámara este es un par, un chulo, un echado hacia delante.
De repente dije, es que es Zape; y luego había que juntarles y ver qué tal funcionaban. Que lo cuenten ellos.
Toni Gómez: Pues el primer día que coincidimos en el casting, que ya íbamos a hacerlo juntos, yo pensaba que íbamos los dos para Zape y él pensaba que íbamos los dos para Zipi. Entonces, nos mirábamos como con mucha rivalidad.
Teo Planell: Ya cuando descubrimos que él era Zape y yo era Zipi nos llevamos muy bien. De hecho, en los castings, yo no sabía que el director de la película estaba sentado en un rincón viéndome, porque a mí me pilló desde el primer casting, en directo. Yo sabía que había un señor al que yo había dado la mano y que yo creía que era como un aprendiz de director de casting, o algo así.
Oskar Santos: Bueno, lógicamente hay unos directores de casting que saben hacer su trabajo y tú estás observando, y ya en un momento dado empiezas a intervenir. Se ve mejor desde atrás este tipo de cosas.
- ¿Cómo ha sido para vosotros trabajar por primera vez en una película así?
Toni Gómez: Una pasada.
Teo Planell: Sobre todo las escenas acuáticas, las del submarino, tanto vacío como lleno de agua.
Oskar Santos: Para ellos era el Aquapark.
Teo Planell: Claro, había un punto que era divertidísimo porque era una piscina y nosotros somos niños, pero luego también eso suponía un esfuerzo físico y…
Toni Gómez: Y aguantar a Oskar.
Teo Planell: Pues suponía mucho esfuerzo, porque cada vez que salíamos nos teníamos que cambiar de ropa, ponernos un neopreno debajo, andábamos como patos.
Oskar Santos: Pero si no queríais salir del agua. No, es que les metíamos en el batiscafo cuando estaba hundido y era un auténtico coñazo, porque era un operativo complejo e iban a estar mucho tiempo ahí metidos. Entonces les decimos que en cuanto cortemos salís… y no salían. Estaban ahí de charla. Yo siempre digo lo mismo, para mí es lo que tiene ser un niño, que eres capaz de darle la vuelta a todo, incluso en las circunstancias más complejas y exigentes.
- Uno de los temas que trata la película es el error de tratar a los niños consintiendo absolutamente todo. No sé si actualmente ese es el mayor error que hay.
Oskar Santos: Yo no pretendo ni adoctrinar ni lanzar mensajes. Yo creo en la inteligencia emocional de cualquier espectador, es lo que le achaco al cine de hoy en día, que quieren pensar por nosotros. Y más incluso un niño, un niño no es ningún tonto, es una persona que tiene emociones y que piensa. Tú les das las claves y que él deduzca.
Con la primera creo que no había dudas de lo que trataba, de que todos los extremos son negativos y que una herramienta dentro de su aprendizaje y formación como personas era el juego. En ésta lo que queríamos contar era ese conflicto generacional entre padres e hijos que nunca se resuelve. Yo no soy padre, pero mis amigos que lo han sido en cuanto son padres pasa dos cosas. De repente se les borra la memoria, ya no se acuerdan del niño que fueron, y están todo el rato comparando.
Yo sí me acuerdo cómo eran ellos y eran mucho peores que sus hijos. Dan ganas de ponerles en un espejo y decirles yo a ti te he visto hacer unas cosas y tú hijo es un bendito. Por otro lado, está el de los niños, y de alguna manera siempre piensas que tus padres te están cortando el ritmo y no te dejan hacer cosas, que tú cuando seas mayor vas a ser un tío guay, permisivo, pero no, es parte del camino de la vida.
Jorge (Lara) y yo nos dijimos que la película era el opuesto. Ni hay que decir todo lo que tienen que hacer y la infancia desatada no se puede dejar. La pregunta era para qué sirve un padre. Pues desgraciadamente un padre sirve para muchas cosas, pero sirve para educar. Nosotros decíamos que el padre era el timón y la madre la brújula. Ambos te guían en ese camino de la vida. El camino tienes que hacerlo tú, pero de alguna manera tienen que cumplir esa función.
Si cualquiera de nosotros hubiera crecido sin nadie poniéndole ningún límite, pues lógicamente eso produce un monstruo. De igual manera, si no te dejan hacer nada, eso también produce un monstruo. Yo creo que los extremos nunca funcionan. De ahí por supuesto la villana, que en el fondo es Peter Pan, ese niño que se niega a crecer, que quiere detener lo natural y se queda en un estado que no funciona.
De hecho, el Peter Pan de Disney, que nos tiene a todos acostumbrados, es un Peter Pan Disney, el de la novela es otro. Es muy oscuro, egoísta y que borra la memoria a los niños perdidos para que no se acuerden de su familia. Hay un momento que Wendy le pregunta el motivo de marcharse y le dice que oyó a sus padres de sus planes para cuando creciera y él no quería crecer, y se fue volando por la ventana.
Luego le responde que años después quiso volver, pero se encontró con la ventana cerrada y que le habían reemplazado por otro niño. Eso es lo que cuenta ‘Peter Pan’, que, por cierto, recordaréis una película maravillosa donde esa secuencia existe, ‘Toy Story 3’. En el fondo, todos bebemos un poco de lo mismo.
- ¿Cómo esperas que funcione internacionalmente?
Oskar Santos: Pues, honestamente, igual o mejor. Yo estoy mucho más contento. Bueno, a mí me encanta la primera, acabé muy contento, pero ya cuando teníamos el guion, Jorge y yo teníamos claro que para nosotros era mucho mejor. Y la película creo que como director en la primera hay cosas que no conseguí y en ésta todo más o menos funciona muy bien, el reparto, la ambientación…
Yo creo que al Oskar de 12 años esta película le hubiera fascinado, pero también la ha visto bastante gente adulta y les fascina la película. Eso es lo que pretendíamos. No queríamos hacer una película sólo para niños. ‘Regreso al futuro’ es una película maravillosa si las ves con 10, con 30 o con 60 años. Me gustaría que vuelva a conectar con los chavales como lo hizo la otra, que es una cosa increíble, pero también que la gente adulta encuentre un divertimento inteligente y que le remite a su propia infancia. Es lo que me gustaría.
- ¿La interpretación para vosotros es un hobby?
Teo Planell: No, yo me quiero dedicar a esto toda la vida, aunque ahora, de momento, tiene que ser un hobby.
Toni Gómez: Yo también.
- ¿Y qué proyectos habéis hecho antes?
Teo Planell: Yo he trabajado con Julio Medem en su última película, ‘Ma ma’. Con Daniel Sánchez Arévalo en un papel muy pequeñito (en ‘La gran familia española’) y mi primera película la hice con seis años, era ‘Los muertos no se tocan nene’, que salía rapado y hablando sobre prostitutas. Así he venido.
- ¿Elena Anaya fue siempre la primera opción de villana o dijiste qué suerte tengo si me dice que sí?
Oskar Santos: Las dos cosas. Yo siempre decía que en estas películas en Hollywood o en Inglaterra les dan esos papeles a un gran actor o actriz. Tú ves Harry Potter y está rodeado de grandísimos actores. Lo intentamos en la primera y tuvimos la suerte de tener a Javier Gutiérrez. Fue Rosa Morales, nuestra directora de casting, la que dijo Elena Anaya. Yo la conocía y Fernando Bovaira, nuestro productor, también la conocía y nos pareció ideal, pero no sabíamos si querría.
Que lo decida ella. Le mandamos el guion y yo creo que tuvo un acto de valentía brutal, porque qué tiene Elena que ganar en una película como ésta, ¿verdad? Pues yo creo que lo que ha hecho es arriesgarse y demostrar a todo el mundo que es una todoterreno, que ella puede hacer lo que quiera. Yo sabía que iba a poner la película en otro nivel, y que le iba a dar toda su magia al personaje.
Yo veo las primeras críticas de vosotros y de vuestros compañeros y veo que casi todos apuntan hacia lo bien que está Elena y me siento muy feliz. Javi, por ejemplo, adora Zipi y Zape, se lo pasó pipa y le han reconocido bastante ese trabajo y yo creo que con Elena también. Para nosotros la sorpresa es que ella aceptara, que nos concediera ese inmenso privilegio de tenerla liderando la película. Lo que viene después yo esperaba que sucediera.
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