‘No respires’ ('Don't Breathe') es una de las imprescindibles películas de género que nos ha brindado 2016. Tras su exitoso paso por salas, ahora nos llega la edición en Blu-ray, y es una ocasión de oro para charlar un poco con su director y coguionista, Fede Álvarez.
Nacido en Uruguay, el cineasta se presentó en Hollywood por la puerta grande con la reimaginación de todo un clásico de terror. El remake de ‘Posesión Infernal’ mostró a un director salvaje y con agallas, que ha demostrado manejar la tensión y el suspense como un director veterano en ‘No respires’. En la entrevista nos ha contado detalles muy interesantes sobre el proceso de creación y el mensaje entre líneas de la misma.
BDC: Primero ‘Evil Dead’ y después ‘No respires’. Dos diferentes maneras de entender el cine de terror. Te gusta más el lado sobrenatural o el realista.
FA: Es una buena pregunta, la verdad, yo creo que simplemente lo que uno trata de hacer surge de una reacción hacia su último trabajo. Después de dirigir 'Posesión Infernal’, donde todo se trataba de shock, el horror, el gore e intentar conseguir un trabajo que honrara el legado de aquella película, al acabar todo eso, cuando uno termina el periodo de dos años dedicados al proyecto sentía que quería hacer algo diferente y quería ir a lo poco tanteado.
Mucho más basado en el suspense, la tensión, que no tuviera casi sangre (o al menos no tanta como Posesión), ese era el desafío de ’No respires’ y era lo que queríamos hacer. Ahora que he terminado esta, seguro que lo siguiente será parecido a lo que hice en la primera, yo creo que es un poco ese ping pong, te aburres un poco de algo y buscas algo opuesto, aunque las dos me gustan por igual y fueron un placer crearlas.
BDC: ¿Te consideras un director de género? ¿Estás cómodo ahí dentro?
FA: Sí claro que sí. Y con honor, y con orgullo. Siempre hay gente que ve el género como un estigma, como algo malo, algo menor que un director de calidad o de drama. Para mí, que toda la vida quise hacer este tipo de cine, he conseguido hacer las películas que quiero, las que me gustaba ver desde que tenía diez años. Si la vida te lleva a crecer y madurar y te toca hacer un drama costumbrista, no sé, sobre una pareja que vive en los suburbios, bueno, pero en este momento no es lo que yo quiero hacer, así que no, no tengo ningún problema con esa etiqueta.
BDC: La verdad es que ‘No respires’ ha sido todo un éxito que suma tu nombre a Cuarón, Del Toro, Iñarritu, Muschietti. Directores latinos que están triunfando, reflejando una diversidad en Hollywood inédita hasta ahora. ¿Como te ves dentro de ese grupo dentro del sistema?
FA: Es difícil verlo, no es fácil saberlo y sentir exactamente qué es, lo que sí que me pone contento y me alegra es que la taquilla haya ido bien ya que me permite seguir haciendo películas y eso es lo que realmente me interesa y lo único que puedo medir como algo concreto porque obviamente el nombre y dónde uno está cambia mucho, va y viene. Ahora que acabamos de presentar la película hay más ruido y entusiasmo por lo que vas a dirigir.
Pero Hollywood (y el mundo en general) es bastante brutal en ese sentido, bastante duro, si han pasado tres años desde que hiciste una película la gente se olvida de que existes. El nombre y estar ahí es algo tan bueno que se disfruta mucho peor solo si eres consciente de que dependes constantemente de seguir haciendo cosas buenas y ese es el desafío.
Y ahí es donde nos sentimos que estamos, un lugar en el que tenemos una responsabilidad muy grande de seguir haciendo proyectos potentes, no sólo por hacer una película por hacer sino cosas que tengan y encuentren su audiencia, porque cuanta más gente encuentre interesante lo que hacemos más querrán saber que vamos a hacer a continuación y eso es lo que hay que honrar y asegurar. Celebrar esa responsabilidad.
BDC: Hablando un poco más sobre ‘No respires’. Creo que hay un uso del paisaje post crisis, el abandono de los barrios residenciales de la época Amblin, de la américa boyante, como un paisaje de un nuevo cine gótico, el desvencijamiento de lo que conocemos a través de un posturbanismo decadente. ¿Lo veías así?
Sin duda. Obviamente es algo que uno pretende incluir en su proyecto total. Hay que intentar no poner por delante el mensaje o el comentario social antes que la historia. Lo primero es la trama y los personajes, tratar de que las dos horas sean muy entretenidas pero tuvimos la suerte de poder hacerlo en un entorno en el que las cosas que refleja eran importantes.
Y sobre todo, además, este tipo de películas son tan buenas como bueno es el villano, tan interesantes como lo sea el antagonista y el malo de esta película no es solo el obvio. No es solo el ciego. Es el, la casa en la que vive, la calle donde vive y la ciudad en la que se encuentra. Es todo el entorno y la pregunta que te surge es ¿de dónde salió él? ¿qué le ocurrió?
En una película de superhéroes el malo se convierte en supervillano porque se cayó en una marmita de ácido cuando era joven. En este caso lo que le pasó al ciego es que creció en un tipo de ciudad que le hizo terminar donde terminó. Seguramente durante mucho tiempo hizo las cosas muy bien, siguió los pasos e hizo todo lo que tenía que hacer, un ciudadano ejemplar por muchos años y terminó sin ninguna recompensa en la vida y acabó solo.
Ya solo eso es un comentario social claro y delineado. En vez que caerse en el ácido lo que le pasó es que viviendo en su ciudad se vio abocado a una serie de factores muy complejos que desencadenaron la decadencia en su vida y para él mucho más, que perdió la vista en la guerra. Es una víctima de ese mismo sistema y llega un punto en su vida que no quiere esperar más a que la vida le de lo que merece sino que va a salir a buscarlo y de la manera más brutal posible. Creo que comprimimos un mensaje sin alterar el entretenimiento y el que lo quiera ver lo va a ver y el que no quiera verlo puede disfrutar igual.
BDC: La verdad que sí, de hecho tiene muy buen ritmo, quizá porque la mayoría de la película transcurre en un solo espacio. Es magnífica la exploración geográfica de la casa del ciego, mejorando el ejercicio que hiciste en ‘Posesión infernal’ ¿Te gusta limitarte a espacios cerrados o es por limitaciones de presupuesto?
FA: No, yo creo que es algo que me gusta realmente explorar, por más que tuviera una sola localización no estaba contando la misma historia y a mí y a Rodo (coguionista) nos gusta inventar ideas que sean simples pero con mucho potencial. Aunque sea una premisa sencilla pero que todo un mundo pueda crecer muchísimo alrededor suyo y haga una película grande.
Es una de las cosas más lindas y más románticas que tiene Hollywood hoy en día que cuando uno va a ver una película de 250 millones de dólares y la entrada tiene el mismo precio que una película hecha con 10000 dólares y es extraño porque vivimos en un mundo en el que la mayoría de los productos tienen un precio asociado a lo que en realidad costó hacerlo y en el cine todo vale lo mismo, lo que significa que cualquier historia sea cual sea su presupuesto puede darte un impacto emocional mucho más grande que una superproducción.
Por eso buscamos ideas buenas. No importa el tamaño, no importa cuán grande sea el mundo descrito, la sacudida dramática que puede generar y la llamada de audiencia que puede acarrear puede ser gigantesco, no necesitas millones y millones o un reparto de unos actores súper populares para dejar huella en el espectador. Creo que aunque tuviéramos dinero de sobra tenderíamos a contar historias de este estilo.
BDC: ¿Qué puedes decirnos sobre tu participación en la segunda parte de 'Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres' ('The Girl with the Dragon Tattoo')?
FA: No puedo contar mucho pero sí que te puedo decir que es cierto, que estamos en charlas con el estudio para hacerla, estamos muy entusiasmados y que sea lo que sea que hagamos se va a mantener fiel a nuestro estilo. Vamos a trabajar en la historia con Rodo también así que va a quedar algo que no va a desentonar en nuestra filmografía, vamos a entrar a jugar en ese mundo del que somos muy fans, así que sea lo que sea que salga de aquí va a ser algo hecho para entretener a la gente.
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