Aunque no compite en la sección oficial no hay duda de que 'Vosotros sois mi película' es uno de los grandes títulos del 22º Festival de Málaga. Protagonizado por Ismael Prego, más conocido como Wismichu, el largometraje (etiquetado como documental) viene a dar respuesta a la gran polémica creada el año pasado en el certamen de Sitges, cuando 'Bocadillo' resultó ser una gran broma que provocó reacciones enfurecidas contra el popular Wismichu. Ahora descubrimos cómo surgió todo y cuál era el objetivo.
El resultado es un trabajo muy interesante que, como mínimo, aporta grandes cuestiones para debate sobre el cine, internet, la creación artística, la sociedad e internet. Y además es divertidísima. Con motivo del estreno en Málaga de 'Vosotros sois mi película', hemos tenido la oportunidad de entrevistar a su director, Carlo Padial.
Un encargo que se volvió personal
- Has comentado que 'Vosotros sois mi película' fue un proyecto de encargo. ¿Cómo decidiste afrontarlo, cómo pensaste en aportar tu mirada personal?
No pensé que sería tan cercana a las cosas que suelo hacer. Ha sido al final cuando me he dado cuenta que es otra película mía. No hay escapatoria. Mis temas acaban apareciendo. Pero al mismo tiempo es un encargo en el sentido de que ellos querían ese documental que sirviera de crónica, pero tiene algo de liberador descansar de tus propios temas, aunque al final acaben saliendo.
- Claro, tiene puntos en común con tus largos anteriores.
Sí, pero quizá es porque la he visto ya demasiadas veces... pero va en una dirección, es ágil, frente a mis anteriores cosas que me detengo mucho, en cosas que me llaman la atención. Y me da igual si es aburrido, si es raro, no te gusta, si te vas a ir. Y aquí no. Eso para mí ha sido liberador. Ponerme al servicio de un camino que no es el mío. Eso me ha permitido estar muy tranquilo. Y rodar, probablemente, mejor que nunca. Quiza el truco es que no haga nunca más algo mío. Que siempre ayude a los demás. Porque si lo hago yo se convierte en un infierno, como en el de Charlie Kaufman, donde no hay salida para nadie.
- Pero en algún momento sentiste que estabas en un terreno donde podías implicarte más como autor.
Sí, pero siempre en el sentido de que se ententieran las cosas. Si meto a colaboradores mío, como Carlos de Diego. En el fondo es para apuntalar una serie de ideas que yo creía que eran necesarias. Una de las cosas que más me divierten de los youtubers, es que cuando voy a cualquier reunión, siempre te dicen: "¿Tú crees que aquí podríamos tener a un youtuber?". Gente de 50 años con la gorra, porque el negocio se les va, y es: salvémonos con esto. Es una maniobra muy lamentable. Y a la vez no saben nada, no les gusta.
- Lo desprecian, ¿no?
Sí, hay un desprecio y una soberbia brutal. Entonces, introducir a un personaje como el de Carlos de Diego, me sirve para editorializarlo un poco. Cuando él dice: "Hacen compañía". A mí eso me parece muy bonito. Esa frase es totalmente mía. Y creo que es lo que pasa. Creo que estamos totalmente solos.
Tu también puedes hacerlo
- Entonces toda esa parte del personaje de Carlos de Diego es tuya, es tu aportación personal.
Sí, pero sirve al conjunto. Si vas a hacer un documental completo, que yo creo que no había ninguno en cine sobre el fenómeno de YouTube, era interesante plantear algunas cosas, en positivo, en negativo. Yo creo que estamos totalmente solos, que estamos desesperados. Estamos en casa y la gente no sabe qué hacer con su vida. El ser humano no vale nada ya. ¿Para qué te vas a manifestar si da igual? Y sin embargo, los youtubers te acompañan. Te ofrecen una empatía. Y una cosa muy bonita que ha dicho Isma en la rueda de prensa, que para mí es clave, que mucha de su audiencia ve eso y piensa: yo también puedo hacerlo. Y es una idea central en las cosas que yo hago. A mí parte de lo que más me interesa del audiovisual es: tú lo puedes hacer. Es por lo que me gusta tanto Internet. Es lo que le pido a un autor. Que sea sencillo. Aprecio mucho más una voz genuina, rota, desprovista de cualquier artificio. Gente como Cassavetes o Korine. Se atreven a pensar qué es el cine para ellos. Y creo que los youtubers, aunque hacen algo totalmente diferente, hacen eso. Están proponiendo algo. Algo que se van inventando a medida que avanzan.
- Un aspecto llamativo del documental es que retratas a dos perfiles diferentes de youtubers, a los creativos como dices ahora, que sería Wismichu, que intentan aportar algo, y a otro grupo que se limitan a reaccionar y apoyarse en estos primeros, y que no crean nada interesante.
Sí, creo que se mueven por envidia.
- Exacto. Y se retratan a sí mismos al subir esos materiales. Quedan tan mal como la prensa que se limita a reaccionar publicando lo que se les da, sin más, sin investigar lo que hay detrás ni intentar entenderlo.
Sí. No están sabiendo adaptarse, no están sabiendo incorporar este lenguaje. Y lo mismo pasa con el cine. Con los festivales. He notado un auténtico desprecio. Y eso genera un audiovisual muy interesante.
- Imagino que ya sabías lo que buscabas pero ¿esperabas esa clase reacción?
Sí aunque me sorprendió el material. Soy una persona sensible, impresionable, y te prometo que no sabía que existía algo así. Tal enjambre de opinares con esa virulencia.
- Sí, quizá en el documental te quedas un poco corto retratando todo eso, es muy interesante...
Sí, si me dejas a mí... pero por suerte tengo a un montador, que es mucho mejor y yo, y lo recortó. Yo hubiera puesto media hora de eso. Teníamos media hora de metraje seleccionado. Si lo ves entero, era una película de terror. A mí me da miedo.
- Has comentado que antes de aceptar este proyecto estabas pensando hacer otras cosas, ¿te referías a ficción?
Sí. Ficción más convencional. Que nunca será convencional del todo porque quiero llevarme cosas pero sí.
- Como el tramo final de la película, ¿no? Que es como una ficción aparte.
Sí, es una micropelícula. De hecho era más extensa pero, claro, como todo, lo compactamos mucho y lo dejamos en lo mínimo. Quizá suena pretencioso pero mi referencia era 'Un verano con Mónica'. Y me parecía muy divertido mezclar a Bergman con los youtubers.
- Y consigues que Wismichu sea un actorazo, ¿eh? Esa escena donde rompe a llorar...
Eso es genuino.
Ah, de acuerdo. Pues queda genial. Me recordó a esa escena de 'JCVD' donde Van Damme habla a cámara y se muestra muy vulnerable.
Es cierto. No lo había pensado.
- Cuando te refieres a los Youtubers como acompañantes. Si lo haces a través de un personaje cómico, ¿no crees que se puede malinterpretar el mensaje?
Puede ser, de manera no intencionada. Esa especie de ambigüedad rara es como que me acompaña. Creo que tiene que ver con mi manera de mirar las cosas, veo que hay como una gran necesidad de posicionarse en general, y especialmente ahora. Intento como recrear cosas que me llaman la atención, y he visto mucha gente así. Pero no sé muy bien qué quieren.
- Es como aquella polémica en Twitter del padre que supuestamente llevó a sus dos hijos adolescentes a ver la película de 'Bocadillo' a Sitges, y estaba escandalizado por lo ocurrido.
Sí, sí, totalmente. O el niño en ese momento de máximo bajón del Isma en esa zona como industrial a la que ha ido a parar después del estreno y de golpe hay ese cambio en que descubre un niño.
- Esa escena es buenísima. ¿Pasó de verdad o es parte tuya?
Eso es verdaderamente real.
- No sé si me dirías lo contrario...
No, no, te lo prometo. Pero en realidad da igual.
- Claro. Me pregunto si con la película que has creado estás lanzando una cuestión a mucha gente sobre su forma de reaccionar a ciertos creadores o comunicadores, a los youtubers. A veces es como una cura de humildad, hay escenas donde pensaba: este gente está llevando sus reacciones sobre Wismichu de una forma muy extrema, de odio, cuando no es para tanto.
Ya. Yo creo que todas esas reacciones, todos esos posicionamientos es... algo que activa el bucle y me parece muy interesante que el bucle en sí mismo fuera un artefacto un poco vacío. Es decir, es algo curioso, yo no lo hubiera ideado así. Pero me gusta. Y a su alrededor es generar todos esos antagonismos que reflejan el momento en el que estás de enfado. Yo no creo que sea tanto derivado de los youtubers sino del momento en el que estás. Es que creo que la gente está muy enfadada. Y creo que es algo con el que convive Wismichu o con el que convive cualquiera... El otro día vi a este tipo que ponía "buenos días" y otro le había puesto "buenos días para ti, hijo puta". Eso es internet hoy. Y es un poco lo que muestra 'Vosotros sois mi película', el enfado general.
- ¿Temes que esto provoque su propio bucle, una reacción en cadena?
¿En qué sentido?
- En que haya otros youtubers que quieran hacer algo como esto. Otras bromas como 'Bocadillo'.
Yo creo que lo que sí que invita a otros youtubers a ver que no hay límites. Es decir, que con sus plataformas se puede hacer mil cosas y que pueda un generador de cine. Esto es cine, pero lo hemos hecho con todos estos lenguajes. Es una cosa a la que casi nadie se ha referido. Lo osada que es a nivel de lenguaje, sin perder esa cualidad de película.
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