'Amanece, que no es poco' es una de las comedias españolas más aclamadas de todos los tiempos y ahora José Luis Cuerda, su director y guionista, regresa con 'Tiempo después', descrita como una secuela espiritual de aquella. La cinta llega a los cines el próximo 28 de diciembre, pero la presentación de la misma ya ha tenido lugar en Madrid.
En Espinof tuvimos la ocasión de participar en una mesa redonda con Cuerda y de entrevistar en exclusiva a Blanca Suárez, una de sus protagonistas. A continuación encontraréis primero lo más destacado de la conversación grupal con Cuerda y después os reproducimos nuestra charla con ella.
La conversación con José Luis Cuerda
Cuerda apuntó que no hizo casting para la película, ya que en el caso de aquellos actores con los que no había trabajado antes "lo que sí calibraba era la calidad interpretativa de la persona a la que quería encomendar el papel". Además, realizó una interesante reflexión sobre el oficio de actor:
El animal más frágil de la creación es el actor. Nunca está seguro de que si lo que está haciendo es lo mejor que se puede hacer a partir de ese texto.
En 'Tiempo después' se realizan críticas de todo tiempo, pero un detalle llamativo es el rechazo que siente el personaje interpretado por Roberto Álamo hacia las banderas, algo que el propio Cuerda comparte: "Las banderas y los escudos son simplificaciones insultantes. No hay bandera ni escudo que sea lo que se pretende que sea, lo más glorioso, vistoso y eficaz. Yo no creo en esas simplificaciones, son peligrosas."
A su vez, la película muestra un futuro muy poco optimista sobre lo que nos espera por delante, aunque el propio Cuerda señala que él no entiende de sociología y que su visión del mundo se basa en lo que considera una realidad indiscutible:
Los seres humanos somos frágiles, quebradizos y algunos canallas. Hay menos canallas que buena gente pero a veces se singularizan mucho. Son muy llamativos, montan guerras y se matan unos a otros.
Por último, señaló que la participación de Joaquín Sabina con una canción hay que agradecérsela a Carmela Martínez Oliart, hija del cantante y también una de las productoras de 'Tiempo después', y que como más a gusto se siente es escribiendo, aunque no recuerda cuándo surgió la idea para la cinta que ahora nos ocupa.
La entrevista a Blanca Suárez
- ¿Cuándo viste por primera vez ‘Amanece, que no es poco’ y cuál fue tu relación con la película?
Pues la vi hace muchos años pero sí es verdad que cuando me llegó el guion a pesar de que me dijeron que esto no es una secuela, es de la familia, me la revisité para ver más que nada el código. Pero intenté no quedarme con demasiadas cosas porque a veces tomamos una referencia y la tenemos tan presente que sin querer igual no la copias, pero sí acabas inconscientemente aplicando cosas de lo que acabas de ver.
La gracia de nuestro trabajo no es esa, la gracia es intentar crear un poco desde cero. Pero sí es verdad que el universo es muy parecido y es el mismo código.
- ¿Qué tiene José Luis Cuerda de diferente respecto a otros directores con los que has trabajado?
Es único. No creo que tenga nada en común con otros directores, pero porque creo que tiene la suficiente identidad que no me ha recordado a nadie. Creo que eso es lo más positivo que se puede decir de él, que tiene un universo tan peculiar; un humor, un vocabulario y un conocimiento tan especial y profundo que lo plasma todo en películas tan surrealistas y especiales como esta.
- Los diálogos son uno de los rasgos distintivos de la película, ¿te costó asimilar eso para integrarte por completo en el personaje?
No una, el 80% de las palabras. Intento no achacarlo a mi generación, que obviamente es diferente a la de José Luis. Yo creo que todos estábamos ilusionados en los pases de texto y en la mesa italiana que hicimos todos los actores juntos. Cuando nos tocaba hacer nuestros párrafos enormes todos nos mirábamos como diciendo “suerte y que Dios te ayude” (se echa a reír).
Tuvimos que tirar de diccionario, de preguntar, de intentar encajar párrafos con palabras que a priori seguramente fuesen imposibles y que el 80% de la frase no sabrías encajarlo en un contexto real y correcto hoy en día. Nuestro objetivo fue decirlo y hacerlo con la mayor naturalidad posible. Luego preguntando a gente que ha visto la película, el resultado era que no lo habían entendido, pero que la energía les había llegado.
- En ‘Tiempo después’ participan muchos iconos de la comedia española, ¿sentiste algún tipo de presión al estar a su lado?
Yo creo que todos estábamos igual de centrados e igual de perdidos, porque no es un humor al uso. Sí había gente que maneja la zona cómica muy bien como Joaquín Reyes o Carlos Areces, y que manejan también un humor muy de la comarca, pero sí que estaban en las mismas arenas movedizas que nos encontrábamos todos. Creo que esta película nos ha sacado a todos de nuestra zona de confort.
- ¿Qué tal fue el ambiente en el rodaje, ayudó que fuese una película tan coral o en realidad lo complicó por tener que estar todos en el mismo punto?
Una cosa muy positiva de José Luis pero que a la vez te crea un poco de inseguridad es que te da total libertad. En una película como ésta si me dejas hacer lo que quiera luego igual la veo y el compañero con el que no he coincidido está haciendo otra cosa, estamos en códigos totalmente diferentes y esto es un pastiche que no hay por dónde cogerlo. Sí que todos hablábamos mucho de eso, de aunar conceptos y conclusiones.
- ¿Cuál es el momento de la película que más divierte?
Es que hay muchos momentos, no hay uno concreto. Me gustan mucho las diferentes situaciones que hay dentro del edificio, sobre todo el inicio de la película con la presentación del edificio, los negociones, las habitaciones, los personajes… Me parece que es una declaración de intenciones de lo que vas a ver después.
- Otro aspecto que me llamó la atención de la película es que la mayoría de personajes son hombres, ¿no echaste en falta más personajes femeninos?
Sí, claro, me hubiera gustado, pero sí que todos los personajes creo que no son personajes sino conceptos, creo que la Méndez es un concepto de lo femenino, del poder femenino y del nivel de manejo que la mujer tiene en la historia y en todas las tramas de la vida.
- Has trabajado ya con Pedro Almodóvar Álex de la Iglesia y ahora con José Luis Cuerda, ¿quién te gustaría que fuese el siguiente en llamarte?
Pues no tengo ni idea. Creo que estamos en un momento de talento maravilloso y es increíble que te llamen todas esas personas. Son sueños cumplidos con los que uno nunca cuenta. No estaban en el horizonte ni como sueños porque me parecían imposibles. Si llega llegará. No espero una llamada de nadie en concreto, sino de cualquier persona que quiera currar conmigo.
- Eres una de las protagonistas de ‘Las chicas del cable’ y hay varios actores que han saltado de una serie de Netflix a otra, ¿hay alguna otra en la que te gustaría aparecer?
Un montón. Me he vuelto una consumidora voraz desde que trabajo para Netflix, que fue un poco cuando aterrizó en España, porque fue la primera serie que se hizo aquí. He devorado series y hay muchísimas en las que me gustaría participar. Ahora verte una serie entera es casi como verte una película. En un día te la puedes ventilar y te quedas tan a gusto. Por mi parte, la última que no pude dejar de ver fue ‘La maldición de Hill House’.
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