Imaginaos por un momento que todos vuestros seres queridos fallecidos en los útlimos 10 años, resucitan y vuelven para recuperar sus vidas como si nada hubiera pasado, con todo lo que eso significa. Hijos que vuelven con sus padres, novios que vuelven con su pareja, y todos aquellos que tenían un trabajo vuelven a reicorporarse. Miles y miles de personas, en sus respectivas ciudades que hacen que la población aumente a pasos agigantados, bueno, más bien de golpe. ¿No resulta aterrador? Y que todos vuelvan tranquilamente, caminado despacio, hablándote muy lentamente, mirando al infinito, con parsimonia. Creo que estos resucitados darían mucho más miedo que si los zombies de George A. Romero se hicieran realidad.
Esta es la inquietante premisa de este film francés realizado en el 2004, y que se estrenó hace poco en dvd en nuestro país (sale a la venta el próximo 19 de Abril), sin haber pasado por salas comerciales, algo que resulta un poco incomprensible, al tratarse de una película de género, de esas que tanto gustan a la gente. Aunque hay que decir que su tratamiento es totalmente distinto, pero sólo en apariencia. Eso sí, me gustaría saber qué tipo de criterio siguen a veces las distribuidoras, para estrenar este u otro film en salas de cine, o estrenarlo directamente en dvd. Y hablo de películas hechas para el cine, no de productos realizados directamente para el consumo doméstico, que éste no es el caso.
El film está dirigido por Robin Campillo, cuyo trabajo se convierte en lo mejor de la cinta. Su puesta en escena, realmente envidiable, y casi atípica en los tiempos que corren. Gracias a un perfecto uso del formato scope, Campillo logra algunas secuencias realmente inquietantes, debido a su composición. Así como una conseguida atmósfera de terror, casi subliminal. Y todo ello lo logra estupendamente en su primer tercio, ya que luego la película se desmorona, hasta casi no saber cómo acabarla. Una de las cosas que más llama la atención, es que el film va directo al grano, sin ningún tipo de preámbulos, cosa que es de agradecer. Nos ahorran el típico comienzo de presentación de personajes que suele tener el cine de terror, para luego explotar en una orgía de sangre y efectos de sonido. No, aquí, los muertos ya caminan por las calles desde el principio, cuando salen del cementerio, y comienzan a deambular por la ciudad, para sorpresa de todo el mundo.
Dicho comienzo, con dicha secuencia, es estupendo, y logra poner bastante nervioso al espectador, así como lo que sigue a continuación, con las distintas situaciones que viven los distintos personajes que de la noche a la mañana se encuentran con que las personas más cercanas a ellos vuelven. Sin embargo, el film según avanza, no lo hace hacia arriba, si no más bien todo lo contrario. Se hace algo repetitivo, se estanca por momentos, y lamentablemente, y a pesar de su original planteamiento, termina siendo una más de zombies. Pero no se equivoquen, no me refiero a que termina siendo una película en la que los zombies se comen a los vivos, no. No ocurre nada de eso, pero tendreis que verla para entenderlo.
Incluso alguna de sus secuencias finales sugieren algo que no me gusta nada, como si lo que hubieramos visto no hubiera sucedido nunca. Algo que resultaría enormemente tramposo, y bastante desconcertante.
Una floja película, con alguna secuencia destacable, pero que resulta decepcionante en su conjunto, y es de esas que haces que lo lamentes debido a lo genial de su idea. Una idea que no han sabido llevar a buen puerto. Qué pena, con lo manido que era el tema, y han estropeado una variante bastante inteligente. Otra vez será.