Hoy sale a la venta La Memoria de los Muertos, una película protagonizada por el polifacético Robin Williams y Mira Sorvino y que trata un tema bastante delicado que se entromete, directamente, en la intimidad de cada uno.
El film narra la historia de un mundo con toques futuristas donde al poco de nacer, y por medio de un implante subcutáneo, se graba toda la trayectoria vital de una persona para, después de muerto y de que ese implante pase por las manos de un montador, se cree un vídeo con aquellos hechos importantes o que la familia quiere que se recuerden, para ser reproducido en el funeral. El protagonista de la película, Alan Hakman (Interpretado por Robin Williams), es un montador de mucho renombre al que una mujer le encarga crear el vídeo de la vida de su marido, un importante ejecutivo por cuyo implante han tenido que querellarse con su empresa. Es entonces cuando empieza el largo y a la vez peligroso viaje de Hakman para crear el vídeo perfecto y al mismo tiempo, averigüar los detalles que pululan alrededor de este proyecto.
Tal y como he dicho, trata un tema lo bastante polémico como para plantearse, al fin, si el hecho de que la tecnología se entrometa en la vida privada de las personas, no debería preocuparnos. En mi opinión, es un tema que debe discutirse, sobretodo si tenemos en cuenta que ya existen proyectos como MATRIX (Multistate Anti-TeRrorism Information eXchange), mediante los cuales te pueden marcar como terrorista en potencia basándose en datos totalmente arbitrarios como tu edad, licencia de vuelo, de conduccion, religión, etnia, etc, y posteriormente arrestarte si lo creen conveniente y sin ningún tipo de explicación. Parece que el tema tratado en esta cinta esté exagerado, y puede que sea así, pero ¿quién nos dice que no empezamos por cámaras de vigilancia ocultas en nuestras casas, bases de datos con información personal y demás y no acabamos como en esta hipotética historia o incluso en un mundo como el de la historia de Philip K. Dick "Minority Report"?
