El director del documental ‘Asesinato en febrero’, Eterio Ortega Santillana, ha realizado ‘Noticias de una guerra’, con producción de Elías Querejeta, quien también se involucró en ‘Invierno en Bagdad’, de Javier Corcuera. Este nuevo documental, al que Querejeta también ha aportado el guión, quiere ofrecer una nueva visión histórica de la Guerra Civil española.
“No quiero ningún posicionamiento ideológico”, declaraba Querejeta. La idea es "crear un producto cinematográfico basado en datos históricos rigurosos y comprobados". Por ello, buena parte del documental bebe de fondos históricos españoles — La Filmoteca Española, el Archivo Histórico de la CNT y la Agencia EFE, entre ellos— y de otros países, como Alemania y Rusia. El resultado es fruto de un año de búsqueda y visionado de imágenes — en su mayoría inéditas y de un valor incalculable—.
La cinta nos sitúa en enero de 1936. Se convocan elecciones generales a las que 11 millones de ciudadanos españoles tienen derecho a voto y segunda ocasión en la que las mujeres también votaban. “No se ha concebido como una conmemoración. El filme es un acercamiento a una forma de entendimiento, a las relaciones humanas, a la realidad que está reflejada en la guerra civil. La radio es un elemento conductor. Setenta años no son nada para aquel suceso como forma de horror”, asegura el productor.
La campaña electoral muestra las pasiones de la derecha y de la izquierda. El primer día de febrero vota el 72 por ciento del censo. Con un margen mínimo gana el Frente Popular. A partir de ese momento las diferencias entre la derecha y la izquierda pasan con rapidez de las palabras a los hechos... El film también recorre buena parte de los momentos más relevantes de la contienda civil que siguió al levantamiento militar del 17 de julio, muestra la llegada de voluntarios extranjeros de las Brigadas Internacionales en lucha contra el avance del fascismo en Europa; la muerte del anarquista Buenaventura Durruti o la evacuación de niños españoles al extranjero.
La imposibilidad de ofrecer testimonio visual de algunos momentos de la guerra obligaron a reconstruir algunas de las imágenes, mientras que casi todos los discursos y alocuciones de personajes fundamentales, como Franco o La Pasionaria, han sido doblados "a partir de textos rigurosamente históricos", ya que muchos de los archivos originales carecían de sonido o era deficiente. Los discursos y transmisiones de radio del momento sirven como hilo conductor de este documental, que recuerda "la importancia y repercusión de un medio cuya función social ha sustituido hoy en día la televisión".
Miles de horas visionando escenas de la época, “porque —añade el director— los reporteros de guerra de entonces estaban aquí, no había otra guerra”. “Había una estructura previa —prosigue Querejeta—. No sólo ha sido una gran labor de montaje, puesto que partíamos de esa estructura anterior que establecía una manera de contemplar esa realidad que fue la guerra civil”. La gran cantidad de material filmado fue un obstáculo: “Era tan atractivo, que te enamorabas de las imágenes. Llegar a la esencia fue lo complicado”, apostilla el realizador.
La participación en la película del historiador Santos Juliá —Premio Nacional de Historia 2005 por Historias de las dos Españas y autor de Manuel Azaña. Una biografía política— ayudó a Querejeta y Ortega a "subsanar posibles fallos históricos, pero no influyó en el guión previo", aseguró el productor. Conscientes de la polémica que despierta en la actualidad la Ley de Memoria Histórica, Ortega aseguró que nunca ha buscado con ‘Noticias de una guerra’ un posicionamiento ideológico”, sino “ofrecer otra perspectiva de la historia, vista desde la distancia, gracias a imágenes que, en muchos casos, son inéditas".
El productor siente que es "indispensable el debate" en todos sus proyectos, porque es la prueba de que "cada una de ellos suscita interés"; algo con lo que coincide con Ortega, quien defiende el cine "como herramienta para la denuncia social, una tradición arraigada en el cine documental".
La cinta llega el próximo viernes a las pantallas de Madrid, Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Zaragoza, Sevilla, Santander, Oviedo y Pamplona, tras su proyección en los últimos festivales de San Sebastián y Valladolid y en el Congreso Internacional sobre la Guerra Civil Española, celebrado en Madrid a finales de noviembre.
Querejeta y Ortega han colaborado en cuatro proyectos para televisión y tres de cine, a los que el productor siempre se ha negado a calificar como documentales, prefiriendo referirse a ellos como "películas documentales". Ambos se mostraron sorprendidos ante la "enorme cantidad de material disponible" sobre el conflicto, lo que exigió un "duro y estricto proceso de montaje" que redujo las cuatro horas de duración inicial a los 93 minutos finales, "para no perder la estructura dramática buscada".