David Fincher está reconocido actualmente como uno de los mejores directores de nuestro tiempo con una genial filmografía repleta de títulos emblemáticos. Sin embargo, sus inicios en Hollywood no fueron sencillos, ya que tuvo una experiencia terrible con 'Alien 3' que incluso invitaba a pensar en que nunca dirigiría otro largometraje. Sin embargo, apenas tres años después estrenaba 'Seven', considerado de forma unánime como uno de los mejores thrillers de la historia del cine (y también la mejor heredera de esa obra maestra titulada 'El silencio de los corderos').
Eso sí, el camino para hacer realidad 'Seven' fue bastante más complicado de lo que muchos saben, pues el propio Fincher reveló que el guion había sido reescrito hasta en 13 ocasiones antes de que le llegase por accidente la versión original del mismo. Fue entonces cuando pasó a la acción para hacer realidad su visión del proyecto. Vamos a comentar spoilers, así que si aún no has visto esta excepcional película te recomiendo que no sigas leyendo.
"Así es como se hizo la película"
"Conseguí un guion de un tipo que estaba en mi mundo, que pensaba en el cine como yo y que veneraba el mismo tipo de películas que yo: Andy Walker [Andrew Kevin Walker], que había escrito un guion titulado Seven", recuerda Fincher.
"No pudo hacerlo y lo había reescrito 13 veces para hacerlo más 'simpático'. Así que este guion estaba dando vueltas y mi agente, que es muy dulce y siempre tiene muchas esperanzas, me dijo: '¿Sabes? New Line está interesada en esto. Puede que te guste, y puede que quieran hacerla contigo, así que quizá deberías leerlo'."
"Así que lo leí, y llegué al final, con la cabeza en la caja, y le llamé y le dije: 'Esto es fantástico, esto es tan genial porque había pensado que era un procedimental policial; ahora es esta meditación sobre el mal y cómo el mal se te mete dentro y no te lo puedes quitar'. Y él dijo: '¿De qué estás hablando?'. Y hablé de todo el asunto de la cabeza en la caja, ella ha estado muerta durante horas y no hay una persecución de mierda a través de la ciudad y el tipo conduciendo por las aceras para llegar a la mujer, que está tomando un baño mientras el asesino en serie se cuela por la ventana trasera."
"Y me dice: 'Oh, te enviaron el borrador equivocado'. Y me envió el borrador correcto, y había un tipo conduciendo por la ciudad por las aceras y un asesino en serie colándose por la ventana trasera. Y le dije que no estaba interesado en hacer eso."
"Así que fui y me reuní con Mike De Luca, que dirigía New Line en ese momento, y le dije que me gustaba mucho el primer borrador, no el 13º. Y él dijo: 'A mí también'. Así que le pregunté qué iba a hacer, y yo le expuse lo que quería hacer. Me contestó: 'Cierra la puerta'. Y luego dijo: 'Si desarrollamos esto y entramos en un diálogo sobre los cambios que podrían hacerse a este material, no hay manera de que podamos hacer esta versión, porque tendré a 15 personas mirando por encima de mi hombro que van a estar leyendo estas páginas a medida que llegan. Pero si dices que harás esta película, empezando dentro de seis semanas, podemos hacer esta versión de la película'. Así que dije: 'OK, vamos a hacerlo. Pon la cabeza en la caja'. Y así es como se hizo la película.
Por suerte, David Fincher se salió con la suya. Eso sí, dentro de New Line siguieron metiendo presión para ofrecer una versión edulcorada de la historia, de ahí que se manejasen multitud de alternativas a su inolvidable final con David Mills (Brad Pitt) disparando a bocajarro y acabando con la vida de John Doe (Kevin Spacey) ante un William Somerset (Morgan Freeman) incapaz de hacer entrar en razón a su compañero tras ver lo que había dentro de la famosa caja.
Al final, la gran concesión que tuvo que hacer Fincher a insistencia del productor Arnold Kopelson fue incluir ese breve epílogo en la que el personaje interpretado por Freeman afirma que seguirá cuidando de su compañero y comprometerse a que la cabeza de Tracy Mills (Gwyneth Paltrow) nunca se vería en pantalla. Y eso fue todo un acierto, ya que añade un toque siniestro de cara al espectador.
El plan inicial de Fincher era que la película acabase en cuanto Mills ejecutaba al asesino de su mujer, dándose la curiosidad de que el propio director reconoció posteriormente que habría tenido sentido no dar a John Doe el placer de que fuese el personaje de Pitt el que acabase con su vida.
'Seven' se estrenó el 22 de septiembre de 1995 y fue un enorme éxito comercial, recaudando 327 millones de dólares en todo el mundo (100 en territorio norteamericano y 227 en el resto de mercados) cuando su presupuesto había sido de apenas 33 millones. Fincher y Pitt volvieron a colaborar posteriormente en 'El club de la lucha' y 'El curioso caso de Benjamin Button', el director también coincidió de nuevo con Spacey en la televisiva 'House of Cards' y Freeman no ha repetido nunca más, por ahora, con el autor de 'Perdida'.
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