Guillermo del Toro es el hombre del año gracias a 'La forma del agua' ('The Shape of Water'), el mayor éxito de su carrera en todos los aspectos. Ahora, aprovechando unos compromisos con los últimos festivales (BIFFF y Málaga) donde va a brindar sus clases magistrales, el cineasta mexicano nos confiesa que se tomará un año sabático, porque en el pasado ha cometido muchos errores que no piensa repetir, y que las series jamás ofrecerán una imagen para el recuerdo.
Kiko Vega (KV): ¿Influirán los Óscar en el proceso de selección de tus próximos proyectos?
Guillermo Del Toro (GDT): El Oscar es un momento increíble, muy difícil de imaginar o poner en palabras, pero se ciñe al momento en que escuchas tu nombre, subes las escaleras y te plantas delante de toda esa gente increíble. Todo eso es una experiencia alucinante, pero cuando se acaba sigues teniendo el mismo instinto, no creo que ahora deba guiarme por ello.
Un año sabático y las dificultades de 'La forma del agua'
KV: ¿Crees que ahora eres parte importante de la industria americana?
GDT: No lo creo. Sientes que quizás puedas tener algo más de libertad, algo más de recursos, pero no podría asegurarlo. No podría sobre todo ahora, porque voy a tomarme un año sabático en la dirección a partir de la próxima semana. No pienso dirigir nada hasta el año que viene.
KV: 'La forma del agua' ha sido un éxito de crítica y público descomunal que no sé si te esperabas.
GDT: Por supuesto que no. Antes de estrenar la película no tenía ni la más remota idea de si le interesaría a alguien. De hecho, antes del estreno de la película ya había tomado la decisión de tomarme el año sabático. Rodar esta película fue un proceso complejo, fue agotadora a nivel emocional y personal. Fue realmente dura. Cualquier cosa que decida ahora en caliente sería equivocada. Ahora mismo sé que sería muy fácil conseguir la financiación de proyectos que antes no podrían conseguirla, pero no sería la decisión correcta ahora mismo.
KV: Es una decisión muy valiente, suena incluso loca, ahora que podrías sacar adelante proyectos como 'En las montañas de la locura'.
GDT: Con el tiempo te das cuenta de que muchas veces no tomaste la decisión correcta. Ni siquiera cuando pensabas que sí. Créeme, he cometido errores en el pasado. He cometido errores que después he olvidado porque las cosas salieron bien y las películas fueron exitosas, pero no tomé buenas decisiones. Con 'El espinazo del diablo', por ejemplo, cometí un error: me metí en 'Blade II' sin pensarlo dos veces.
Tenía doce semanas para la post-producción del espinazo, que es muy poco tiempo, y la película se estrenó mientras me encontraba con el mismo proceso en 'Blade II'. No pude ir de gira, ni promocionar la película, ni estar con mi gente o compartirla con el público. No pude hacer nada de eso. Y de repente estaba en la promoción de otra película de la que apenas pude disfrutar. Adoro 'El espinazo del diablo' y creo que no la disfruté, que me la perdí. No quiero que vuelva a pasar algo así, porque todo va demasiado rápido y una decisión equivocada tira por tierra muchas cosas. Ahora quiero disfrutar de hacer las cosas bien.
KV: Decías en la clase magistral de ayer (llena de mariachis) que el rodaje de 'La forma del agua' no fue nada fácil.
GDT: Fue increíblemente duro. Una de las decisiones más importantes que tomamos fue seguir adelante con un proyecto que, aunque no lo parezca, no tenía dinero. No el dinero que aparenta. Parece que teníamos 50 o 60 millones de dólares, pero teníamos 19,5 y aún así la terminamos un poco por debajo del presupuesto. Todo llegó en un espacio de tiempo que nos quedó libre entre temporadas de 'The Strain', así que le dijimos a Fox, la dueña de la serie, que teníamos la ocasión de hacer una película para su hermana pequeña, Fox Searchlight, y nos dejaron los estudios donde hacemos la serie.
Con el OK de la serie lo siguiente que hicimos fue trabajar con el mismo equipo, así que hice lo que Alfred Hitchcock hizo con 'Psicosis', que era conocer a todos y cada uno de los compañeros de rodaje de la película, y aquí llega la parte complicada: hacerla a velocidad de serie de televisión.
KV: Ese último detalle suena demencial.
GDT: Es como un robo a un banco, como ejecutar un golpe maestro: tenemos sesenta segundos para entrar, coger los diamantes y salir corriendo. Lo que pasa es que varias cosas salieron mal durante los dos primeros días. Ni siquiera voy a mencionarlo, pero salió todo mal, y hubo que retrasar el rodaje un par de semanas. Luego ya nos encontramos con un temporal brutal, a niveles de huracán durante el rodaje. Temperaturas bajísimas, tormentas y una lluvia que caía casi en horizontal durante las tomas que teníamos que rodar en exteriores. Hay tomas en la película en la que se aprecia.
En la secuencia del interrogatorio también tuvimos problemas, sobre todo con el sonido, había un maldito huracán fuera. Algunos decorados salieron por los aires. Cada mañana yo llegaba al rodaje contando con que algo tendría que salir rematadamente mal durante la jornada. Al menos soy bueno lidiando con esa sensación de temeridad.
KV: Y no pierdes el sentido del humor. Algo es algo.
GDT: El día de la escena de la langosta fue especialmente "divertido". No podíamos estar preparando langostas constantemente, así que la cocinamos el día antes, con lo que el set terminó oliendo como un cementerio de langostas.
Del Toro: "Ninguna serie puede ofrecer imágenes inolvidables."
KV: ¿Cómo es posible que una película como 'La forma del agua' haya funcionado en un mundo donde la gente ve las series a 1’5x?
GDT: Entiendo que haya gente que haga eso con algunas series si solo quiere conocer la trama. Vivimos en una era en la que la narrativa cinematográfica está en verdadero peligro. No creo que la gente "lea" las películas de la misma forma que la televisión. No quiero que suene pretencioso, pero creo que la mayoría de la gente que hace esto con las series solo se fijan en tres apartados que, personalmente, no me parecen los más interesantes: argumento, anécdota y personajes.
Por supuesto que son importantes, cómo no, pero hay más cosas en un largometraje que pesan tanto o más que esos apartados. La televisión puede desarrollar personajes maravillosos, qué duda cabe, para eso tienen episodios y temporadas, pero es raro que alguna consiga una sola imagen relevante. Mira, me da igual sonar pomposo: ninguna serie puede ofrecer imágenes inolvidables.
Adoro 'Los Soprano', adoro 'Breaking Bad', pero es muy difícil para mí quedarme con una imagen. No hablo de momentos, eso puedo hacerlo. Pero no puedo recordar un frame memorable en ninguna de ellas. Ninguna podrá ofrecer una imagen como, qué sé yo, Gene Kelly en la farola de 'Cantando bajo la lluvia', los ascensores sangrantes de 'El resplandor' o un duelo como el de 'Barry Lyndon'.
Pero ahora la gente consume de esa forma. La industria cinematográfica ha cambiado y empieza a ofrecer ese tipo de narrativa donde prima la trama y la emoción por encima de imágenes imborrables. Cada vez es más parecido a la fontanería: tuberías por las que ir circulando litros de historias y anécdotas. Por eso necesitaba que mi película fuera una carta de amor al cine. Como está rodada, como está iluminada, su tiempo, sus movimientos, todo. Es cine mucho más “clásico” que el habitual de las multisalas.
Supongo que los cines aún se llenan de gente que ha crecido viendo las mismas películas que nosotros. Además, el éxito depende de muchos factores: el público, el momento adecuado. Una vez, cenando con John Carpenter, le di la enhorabuena por 'La Cosa', por ser el artífice de una obra maestra absoluta de la historia del cine, y él me contestó que de qué demonios estaba hablando. Que ojalá se lo hubieran dicho hace 40 años, que él nunca se sintió artífice de nada de eso. Hace 40 años la destrozaron y ahora es intocable. El éxito de 'La forma del agua' supongo que se deberá a que se alinearon esas circunstancias en el momento adecuado.
KV: Conoces mejor que nadie ese cambio en los hábitos de consumo porque no dejas de desarrollar ideas para cine, televisión o videojuegos.
GDT: Sí, pero aún así no puedes evitar un poco de escozor. O sea, nadie discute el lenguaje en otras artes visuales, pero sí en el cine. Imagina con la pintura. Resumir en dos anécdotas la obra de Van Gogh o La Gioconda. No se puede. ¿Por qué sí se hace con el cine? Ahí hablas en términos de plasticidad, y creo que deberíamos hablar en los mismos términos con el cine.
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