Para desgracia de todos los que apreciamos el arte como algo más que para entretenernos, pocas cosas han resultado más exasperantes que la propagación del término “contenido” para referirse a todo y, en última instancia, reducirlo todo a consumo. Pero para qué negarlo, algunas disciplinas artísticas han tenido que lidiar siempre con la contradicción de tener que operar dentro de intereses de mercado.
Las películas, por ejemplo, son caras de hacer, y necesitas dinero sí o sí para llevarlas a cabo. Y cuando necesitas dinero de otros, necesitas considerar sus intereses, aunque sea con un coste creativo. Moverse bien entre esos hilos puede ser la verdadera diferencia entre ilusos soñadores y genios. Una tensión que late en una película como ‘Balas sobre Broadway’.
La mafia se sienta en la butaca
Una de las mejores películas de Woody Allen, que cumple ahora 30 años de su estreno, ofrece una divertida mirada a la creación a través de los años 20, el teatro y la mafia. John Cusack y Dianne Wiest protagonizan esta aclamada comedia criminal que fue en su momento nominada a 7 Oscars (con Wiest ganando en la categoría de secundaria), y que hoy se puede ver en alquiler a través de RakutenTV.
El todavía naïf David Shayne, un autor teatral de tendencias izquierdistas y que cree en la responsabilidad social de su obra en un momento de especial crisis, no para de darse de bruces con el fracaso. Hasta que un día consigue financiación para una de sus obras gracias a un productor que también es un gángster. En consecuencia, tiene que aceptar condiciones como darle un papel protagonista a la novia del mafioso e incluso aceptar notas de uno de sus sicarios, que ejerce de guardaespaldas.
Allen vuelve a mostrar su habilidad para hacer extremadamente personales sus relatos y difuminar los límites entre ficción y realidad, incluso aunque no protagonice él mismo las películas. No hace falta pensar demasiado en las conexiones particulares que puede sentir con un artista plegándose ante intereses ajenos para que su obra vea la luz. Y para rematar la ironía, la película está producida por la Miramax de Harvey Weinstein, haciendo doblemente grande el sapo a tragar.
‘Balas sobre Broadway’: lo divertido del crimen
Los dilemas relatados aquí son también frecuentes en su obra, con el ejemplo de ‘Delitos y faltas’ como otro ejemplo destacado donde su personaje debe realizar un documental a su pesar y termina enredado en un complot criminal. Aquí, sin embargo, opta por un tono mucho más cómico y, finalmente, más elaborado y soberbio.
Con referencias que respirar pura historia del cine, su particular estilo todavía perfectamente engrasado y aquí deliberadamente contenido en su intelectualismo, ’Balas sobre Broadway’ tiene lo mejor del divertimento puro y cuenta con matices de lo más astutos que están ahí para que cualquiera los recoja. Un exquisito trabajo que vale la pena rescatar.
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