Durante muchos años hemos estado pendientes de los trabajos de Mick Garris o Frank Darabont como adaptadores de confianza de la literatura de Stephen King. Tras una década rodando pequeñas piezas artesanales de terror y revolucionar (un poco) la televisión de género, Mike Flanagan da el salto al mainstream al frente de la secuela de una de las mejores películas de terror de todos los tiempos tomando las riendas de 'Doctor Sueño', la continuación de 'El resplandor'.
Artesanía del terror
Es posible que su nombre no te diga nada y, sin embargo, llevas unos cuantos años viendo los trabajos de un director asiduo a Netflix que se ha convertido en un nombre importante en el terror gracias a la popular 'La maldición de Hill House'. Discreto, melancólico y profundamente clásico, Flanagan no ha dejado de crecer título tras título sin que ello suponga un exceso de ruido en sus trabajos más recientes.
Mika Flanagan nunca ha pretendido revolucionar el género de terror, uno que para buena parte de la audiencia significa sangre, asesinatos y sustos. Para el director de 'Oculus: El espejo del mal', todo se trata de sueños. De pesadillas elegantes. Incluso cuando tiene que torear en plazas tan poco atractivas a simple vista como 'Ouija: El origen del mal', donde ofrece un salto de calidad ante la vulgar predecesora. En el "estilo Flanagan', se aprecia parte de la esencia del primer Tim Burton, de Guillermo Del Toro y también de Juan Antonio Bayona, sobre todo en 'Somnia. Dentro de tus sueños'. En cada uno de sus trabajos aporta su toque personal, donde lo poético y lo romántico encuentran acomodo.
Con un exquisito gusto y especial delicadeza en la puesta en escena y los planos secuencia, sería lógico pensar que la nueva película eleve a Flanagan a lo más alto de entre los actuales "maestros del terror", lugar que ya ocupa para muchos aficionados y expertos en la materia. Además, tiene la suerte de ser el editor de todos sus largometrajes, algo poco habitual hoy día, sobre todo en directores que dan el salto a la industria más aparatosa llegando desde el cine más pequeño.
También demuestra su clasicismo con su habitual compadreo a la hora de reciclar a sus actores, siempre dispuestos a regresar a sus órdenes. Su esposa Kate Siegel está en varios de sus proyectos. Henry Thomas, Carla Gugino, Jacob Tremblay, Samantha Sloyan, Elizabeth Reaser, Courtney Bell, Justin Gordon, Luciana Brett Murray, Annalise Basso o Annabeth Gish también se dejan ver en al menos dos de sus películas.
Grandes éxitos de Mike Flanagan
Tras una discreta trilogía inicial ('Makebelieve', 'Still Life' y 'Ghosts of Hamilton Street') que parece no haber visto nadie y donde se intuían ya las maneras pausadas y académicas del director, Flanagan siguió peleando como pudo en series de televisión y cortometrajes, pasando por su primer título de género que llamó la atención: 'Absentia'. Así avanzó hasta llegar al fin a ese gran renacimiento que supuso 'Oculus: El espejo del mal'.
El primer éxito de Mike Flanagan llegaría en 2013 a través de un proyecto que llevaba en preparación desde 2006. Durante esos siete años gestó la versión larga de su cortometraje y precuela 'Oculus: Chapter 3 - The Man with the Plan'. Con su conversión en largometraje obtuvo reconocimiento y un éxito inesperado: más de cuarenta millones de recaudación con un presupuesto de apenas cinco. Un nuevo maestro de las casas encantadas había llegado a la ciudad.
'Hush' fue su el siguiente paso en su carrera. Un producción Blumhouse para Netflix. Este thriller de terror e invasiones domésticas juega con los nervios y sentidos del espectador. Como siempre, a través de eficiencia formidable donde la simplicidad siempre supera el exceso y la sobrecarga de ruidos tan presentes siempre en este tipo de historia. La protagonista, sorda y algo ingenua queda en manos de uno de esos sádicos que disfruta acosando a mujeres aisladas en medio de la naturaleza.
Tras ella llegaría la igualmente discreta 'Somnia. Dentro de tus sueños', en la que tras la pérdida de su hijo, una pareja decide adoptar otro. En concreto a uno traumatizado por un pasado que se niega a enfrentar. Su mente escapará transformándose en una fantasía onírica que hará realidad sus sueños más dulces, aunque la frontera entre el sueño y la pesadilla se encuentran peligrosamente próximas. Con una importante carga de poesía y encanto barroco, este 'Before I Wake' es una buena historia para contar por la noche antes de dormir a los más valientes.
¿Una precuela de una mala película de horror genérico auspiciada bajo el sospechoso sello Blumhouse? Pues la secuela de 'Ouija', situada medio siglo antes que la original, es una notable película que en cierto modo se adelantó a 'Verónica'. La película se desarrolla en la misma casa que su predecesora pero el ambiente y la fotografía están mucho más trabajados. Las respuestas que se esperaban al final de la primera película se convierten en los puntos fuertes de estos orígenes.
Ay, Gerald. La comedia tragedia sexual de una noche de verano se transformaba en una adaptación de Stephen King ideal para el gusto por la ambientación y la puesta en escena en interiores de Flanagan. 'El juego de Gerald' es un relato de pasiones y dolores varios desde la pícara perspectiva de unos aficionados a la esclavitud en su forma más básica: una cama y unas esposas. Hasta ahí, todo normal. Un ataque cardíaco inesperado iniciará un descenso pesadillesco ejecutado con gracia. ¿A quién no le ha pasado? Una notable adaptación de una novela inadaptable.
La buena recepción crítica de la película mejoró con su notable serie de televisión para Netflix, pero de 'La maldición de Hill House' ya está todo dicho.
What's Up, Doc
Conocedor de las casas encantadas y de la obra de King desde su adolescencia, salta de Shirley Jackson a Stephen King. De mansión a hotel. Y si logró adaptar con éxito un trabajo tan inadaptable como 'El juego de Gerald', volver al Overlook no debería resultar especialmente complicado tras dominar Hill House.
"'El resplandor' es la película que más me ha impactado", afirma el realizador, que tenía la difícil tarea de continuar una película que Stephen King sigue repudiando incluso hoy. Y en un principio el autor de la novela tampoco tenía del todo claro que esta secuela fuera a ser posible. "La película, en un principio, no convencía a King. No veía la posibilidad de ser respetuosos con la novela original y con la adaptación que Stanley Kubrick realizó en 1980. La película tiene un estilo visual muy personal y nosotros tampoco podíamos alejarnos demasiado de él', comenta Flanagan.
Para lograr esa continuidad, Flanagan tuvo acceso a los archivos personales de Stanley Kubrick gracias a la colaboración de sus herederos. "Pude acceder a los planos del Overlook de Kubrick, llenos de anotaciones escritas a mano. Creo que ha sido uno de los momentos más fascinantes de mi carrera como cineasta".
Así pues, los decorados del hotel fueron reconstruidos minuciosamente para replicar de forma exacta a los originales. 'Utilizar pantallas verdes no habría funcionado'. Como anécdota cabe destacar una pequeña excentricidad del equipo artístico: "Crearon un triciclo para adultos, para que todo el que estuviera en el plató pudiera recrear la sensación de recorrer los pasillos del hotel como el pequeño Danny Torrance".
Apartando a un lado las partes menos atractivas de la novela o modificando algunos rasgos, como los de la familia de "vampiros" malvados en busca de últimos alientos juveniles, lo cierto es que la jugada de 'Doctor Sueño' no ha salido mal. Flanagan aprovecha para hacer las paces entre la primera adaptación y la novela, que terminaba de una manera muy distinta, con el hotel reducido a cenizas.
Pero lo más satisfactorio para Flanagan fue lograr la aprobación de ambas partes. Tanto Stephen King como los herederos de Kubrick vieron con buenos ojos su película. Como asegura el propio director, "es cierto que dentro de la película se aprecian claras reminiscencias de dos autores muy personales, pero creo que la película también tiene una identidad propia, una personalidad marcada". Estamos de acuerdo.
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