Un lector le pregunta a Lisa Schwarzbaum, crítico del Entertainment Weekly cuál es, a su juicio, la escena de muerte más perturbadora de la historia del cine.
Schwarzbaum no puede limitar su selección a una sola, pero encabeza su lista con una de las escenas que más traumas infantiles debe haber causado en la historia del cine: la muerte de la mamá de Bambi por el disparo de un pérfido cazador. Completamente de acuerdo. Qué manera de destrozarle a uno la fe en la humanidad a los siete años.
A continuación, Schwarzbaum menciona la primera muerte en Tiburón, como la de mayor impacto. También de acuerdo, aunque pienso que el primer asesinato de Leatherface, en The Texas Chainsaw Massacre —¿recuerdan el espeluznante sonido del martillazo?—, le sigue de cerca.
Finalmente, no duda calificar la muerte de Mel Gibson en Braveheart como la mejor porno—muerte ganadora del Oscar.
Yo agregaría tres más que, en diferentes etapas de mi vida, me causaron honda impresión: la muerte de la esposa en Se7en, la del niño en Pet Sematary y la de Joe Pesci en Casino.
