Cuando se cumplen seis décadas de la liberación de Auschwitz, los espectadores alemanes colman las salas de cine donde se proyecta la comedia Alles auf Zucker, del cineasta Dani Levy. Según una nota del New York Times, la comedia, una mezcla de slapstick e incorreción política (en palabras del artículo) y la primera con tema judío desde el fin de la guerra, ha sido vista por 570 mil espectadores desde su estreno el pasado 6 de enero.
Levy, nacido en Suiza y quien reside en Berlín, es el fundador de X Filme, la empresa productora tras los éxitos Good Bye Lenin! y Run Lola Run. Entrevistado por la publicación estadounidense, aseguró que su intención no era mostrar a los judíos como víctimas, sino como personas comunes y corrientes que tratan de vivir sus vidas en medio del caos cotidiano, "como todo el mundo".
El filme fue rodado en sólo 24 días con un presupuesto de un millón y medio de euros. No obstante, reunir el dinero no fue tarea fácil para Levy, quien confesó al diario que sus potenciales inversionistas huían despavoridos cuando él pronunciaba las palabras "comedia" y "judíos" en una misma frase. "Todos temían parecer antisemitas"
El semanario germano Der Spiegel calificó el filme como "un paso en la dirección correcta" ya que el público alemán no se reía de los judíos, se reía con ellos.