'Elígeme', el concurso vespertino que estrenó Cuatro el pasado lunes, es uno de esos programas que andan tan cerca de la autoparodia que casi convendría que cayesen en ella para ser mejores. En este caso, no lo hace y así su propuesta, nada imaginativa y poco divertida, acaba por aburrir.
Presentado por Carlos Baute, 'Elígeme' es el típico programa de citas. No tiene nada que lo haga especial: ni una pizca de humor, ni un desarrollo "emocionante" ni un presentador que se haga dueño de la función.
Al ver a Carlos Baute se me viene a la memoria el Bertín Osborne de 'Contacto con tacto', tan pasado de rosca que, al final, la gran atracción del programa era él más que los concursantes. Baute está como si acabase de aterrizar en la televisión (que de hecho es así) y supongo que no llegará a coger la desvergüenza de aquel.
Así que, para divertir o ser especial, todo queda en manos del desarrollo del concurso, pero es que su fórmula es tan atropellada, allí hay tantas chicas intentando ser la elegida y tan poco tiempo para que alguien haga algo lo más mínimamente interesante que, claro, acaban por no hacerlo.
O sea que la presunta novedad de 24 chicas luchando por un chico en lo único que convierte a 'Elígeme' es en una especie de 'Mujeres, hombres y viceversa' pero con atriles luminosos en lugar de sillas y pasado a cámara rápida. Vamos, una nadería.
"No garantizamos el amor, pero sí la diversión", dice el anuncio. Pues no, ni siquiera eso cumplen.
En ¡Vaya Tele! | El esperpento de ‘Mujeres y hombres y viceversa’
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