De los estrenos de la temporada de Cuatro, quizás sea Circus el más decepcionante. Frente al divertido Pekín Express, lo que propone este nuevo programa es ser un talent show sobre el mundo de los circos. Lo malo es que se queda sólo en eso.
Quien busque novedades dignas de mención o un formato que permita lavarle la cara a la estructura básica de estos programas, no lo encontrará aquí. Circus es como Fama, como OT, como Factor X, pero en una pista diferente. Muy significativa es la semejanza con Fama: Cuatro no ha querido exprimirse el cerebro y ha vuelto a utilizar todos los trucos y todos los tópicos que le dieron éxito con el programa de baile en Circus. A veces da la sensación de estar viendo programas clonados.
Habrá que ver si Cuatro explota el lado artístico del asunto o le da más importancia a la convivencia. También habrá que comprobar cómo le darán vida a un programa que, por lo visto el primer día, no tiene profesores demasiado "televisivos". Como ejemplo más claro, Almudena Cid, con la que ocurre algo curioso: cuando está sola frente a la cámara, dando un discurso o hablando con el presentador de Circus, parece natural. Cuando está en las clases con los chicos o en la reuniones con los profesores, parece lo más artificial del mundo.
Así que esto es como las lentejas: Si te gustan las acrobacias y las formas artísticas de ese circo más sofisticado que el Circo del Sol ha puesto de moda, tendrás fácil engancharte al programa. Si no, sólo te parecerá una copia sin salsa de otros. A mí, que el circo ni me va ni me viene, me aburrió considerablemente en su estreno.
En ¡Vaya Tele! | Circus, Cuatro hace una apuesta arriesgada
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