Al igual que otras tantas —tal vez la inmensa mayoría de ellas—, las reglas impuestas por la tiranía del género están ahí para romperlas. De la aplicación de esta máxima han terminado surgiendo algunos de los largometrajes más estimulantes de todos los tiempos, en los que la hibridación y la huída de los marcos temporales, espaciales, argumentales y estilísticos habituales han aportado frescor y abierto abanicos de infinitas posibilidades.
Probablamente, una de las categorías que más se ha beneficiado de todo esto sea la del western, cuyas huidas del Salvaje Oeste de finales del siglo XIX y sus escarceos con otros territorios, culturas y épocas han permitido que permanezca casi inalterable a lo largo de sus más de cien años de historia.
Con su nuevo trabajo, cuyo título, 'Western', se muestra como una férrea declaración de intenciones, la realizadora alemana Valeska Grisebach traslada a la frontera bulgaro-griega contemporánea todas las señas de identidad del género para retratar la realidad sociopolítica y económica de la zona a través de la seca mirada de un cowboy alemán en un relato cautivador, absorbente y magistralmente dirigido.
En sus dilatados y, por momentos, arrítmicos cien minutos de duración, 'Western' replica a su manera el arquetípico argumento de las "películas del oeste" en el que un grupo de colonos emigraba a unas tierras extranjeras en las que tendría sus más y sus menos con los locales, a priori hostiles y recelosos de los recién llegados y de sus intenciones.
De este modo, Grisebach traslada a su variopinto grupo de obreros germanos a la Bulgaria rural para rodearles de unos hermosos parajes naturales, verdes y vivos —en contraste con los parajes desérticos y polvorientos propios del western—, en los que la sensación de amenaza constante añade densidad a una atmósfera que se eleva como la verdadera protagonista del filme.
Además de remarcar sus fuentes de referencia, el título de 'Western' alude a la condición de su taciturno y parco en palabras personaje principal, llegado a un territorio ajeno desde occidente para tratar de encontrarse a sí mismo estableciendo vínculos con la naturaleza y los lugareños en un viaje interior mucho más trascendente que cualquiera de los conflictos "terrenales" que plantea la cinta.
Con todos estos ingredientes, la directora aporta una mirada única, personal y rebosante de estilo al género; sorprendiendo su sensibilidad y acierto al analizar y representar la masculinidad, y triunfando plenamente al frustrar un anticipado estallido de violencia, condensando su clímax en otro más de la infinidad pequeños detalles que convierten 'Western' en una emocionante joya que no entiende de etiquetas ni cánones preestablecidos.