Acudí al cine a ver ‘Un cuento chino’ (2011) animada por un trailer muy prometedor y algunas palabras muy encomiadoras que había escuchado sobre ella. La presencia de Darín y el tipo de película —comedia muy centrada en la evolución de sus personajes, liberadora y con un poso de aprendizaje sobre la vida— hacían que pudiese ser un producto perfecto para mí. Y no es que me haya decepcionado o haya fallado a la hora de satisfacer esa expectativa concreta que tenía con respecto al film, pues casi todo lo que esperaba encontrar me lo ofreció. No obstante, lo cierto es que hubo un par de detalles que no terminaron de convencerme.
Esta coproducción entre España y Argentina es el segundo largometraje de Sebastián Borensztein. Nos habla de Roberto, un hombre maduro, que fuerza su soledad con una actitud desabrida: aunque podría mantener una relación con la cuñada de lo más parecido a un amigo que tiene, se niega a seguir viendo a esta mujer. Es un obsesivo compulsivo que se esmera por ofrecer un buen servicio en su mísera ferretería y da mucha importancia a que las cosas se hagan bien. Roberto colecciona figuritas de cristal y recorta noticias similares a las de los premios Darwin, es decir, de muertes absurdas. Su otra afición es ver aviones. Una de las tardes en las que está merendando junto al aeropuerto para ver aterrizar los aparatos, un chino ensangrentado es expulsado de un taxi junto a él y Roberto no duda en ofrecerle auxilio.
El aliciente mayor de ‘Un cuento chino’ es su actor protagonista, Ricardo Darín, quien vuelve a uno de sus personajes bordes y cortantes, pero sin perder por ello la brillantez, la vis cómica y la capacidad para provocar la empatía. Huang Sheng Huang, que el director encontró gracias a un cásting de chinos que llevó a cabo en Buenos Aires, parece perfecto para el papel, pues despierta una gran ternura y transmite mucho desamparo sin necesidad de que le entendamos una sola palabra. De esta manera, ‘Un cuento chino’ se convierte en una película con mucho encanto y la justa mala baba para no ser demasiado entrañable.
Mencionaba no hace tanto estas comedias francesas de esquema similar al que nos ocupa y lo cierto es que el otro país donde más se puede encontrar una corriente muy afín a la gabacha es Argentina. Por algo también son buenos a la hora de psicoanalizar a sus personajes y de profundizar con historias aparentemente sencillas. ‘Un cuento chino’ es consciente de ello y bebe bastante de referentes que podemos encontrar en el país vecino. La música que acompaña la película de Borensztein suena muy francesa y la colorida y artificial fotografía que ilustra los recuerdos o momentos imaginados podría recordar a Jeunet, salvando las distancias, no solo geográficas.
Al igual que el tráiler de la película, el inicio de esta resulta muy aparente. En el primer tramo se reparte una buena dosis de momentos cómicos y la actitud del protagonista tiene la suficiente fuerza como para impactar y hacer reír. Además, la presentación de los personajes te permite anticipar lo que sabes que tiene que ocurrirles, pero no en el sentido de preverlo y perder la capacidad de sorprenderte, sino en el de estar esperando que ocurra para ver su desenlace. Sin embargo, hacia la mitad, ‘Un cuento chino’ comienza a hacerse algo repetitiva y, más adelante, la resolución carece de la emoción de un clímax de elevada temperatura. A la relación del protagonista con el personaje de Muriel Santa Ana —en la fotografía que se ve a continuación— no solo le falta química, es que le falta de todo.
El punto de partida
De todo lo que ocurre en la parte final lo que encontré menos logrado fueron ambas explicaciones, a modo de flashback, de los comportamientos del protagonista y del chino. Visualmente me parecieron una ruptura del tono, pero no por el cambio estético del tipo de fotografía, que entiendo que es intencionado —en la imagen siguiente—, sino porque se produce un excesivo quiebro en el fluir cuando entran estas escenas. Aún así, esta brusquedad no fue lo que más me descolocó, sino el hecho de introducir unas justificaciones que considero innecesarias.
Resulta curioso es que estos elementos, de los que personalmente habría prescindido, son las chispas que hicieron brotar el proyecto para el director y guionista. Borensztein encontró la noticia de la vaca y pensó en hablar de las guerras absurdas, como la de las Malvinas. Y con estos dos ingredientes creó la historia. A lo que el autor llama «premisa» en realidad es solo un punto de partida del que le surgió una premisa nueva que vampirizó a la anterior. Alrededor de ambas anécdotas, se formó algo que cobró mayor realidad y vida y que por sí solo podría haber funcionado mejor sin estas explicaciones.
Conclusión
No niego que la nimiedad que le achaco a ‘Un cuento chino’ no solo es una observación muy personal, sino también algo tan mínimo que no puede servir para echar por tierra el resto de las características de la película. La falta de intensidad final tampoco es grave, ya que el resto del metraje, es decir, la gran mayoría de sus minutos, aporta lo que podemos esperar de una comedia como esta, pero sin ser tan formularia como algunas de las que me he quejado recientemente. El rato agradable se da por descontado y Darín no puede decepcionar.
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24 comentarios
filmman
Bueno Beatriz, con tu frase del final del post ´el rato agradable se da por descontado y Darín no puede decepcionar´ ya me animo más a verla. Le llegara su momento de hacerlo.
Un saludo.
Usuario desactivado
¡Qué raro que haya tan pocos comentarios! ¿Tan pocos lectores la ha visto o tienen curiosidad por verla? ¿Será que se trata de una película para un público tirando hacia la tercera edad? Puede ser.
kabe
Reconozco que a mí no me llama nada de nada... Por cierto, ¿es una peli de las que pueden denominarse "de buenas intenciones"? Buenrrollera y eso...
saul75
De ella he escuchado poco, siendo sincero. Gracias por la crítica, que leí con cierto cuidado para no enterarme demasiado. Toda obra de Darín garantiza al menos algo: un actor que sabe interpretar. Apuntada en lista.
Manuel
Aún no la vi, pero sí he escuchado continuas comparaciones con 'Amélie' de Jeunet en ciertos sectores, aunque tras leer tu crítica Beatriz, me confundiste eres la primera que encuentra defectos a esta comedia; bueno la veré y así podré opinar. Un saludo.
dra.block
me la apunto, pues darín siempre me encanta, pero mejor me la dejo para ver en casa en alguna tarde ocioso, que para ir a ver al cine ya tengo unas cuantas apuntadas...
martinpitt
Yo le tengo unas Ganas tremendas y como Arg que soy me la recomendaron desde alla , pero se que no es ni llega a ser una maravilla como el hijo de la novia o el mismo a amor o Luna de Avellaneda por eso no he ido a verla pero quien sabe este finde en Barcelona es largo así que por ahí.
dario titirilo
Para mi, dentro del panorama actual, es una muy buena película. Llamémosla "chiquita", puede ser. Pero es de esas películas que uno va al cine, y la pasa bien. Y si eso les parece poco, allá ustedes.
Darín vuelve a romperla, el chino es todo un hallazgo. Y hay varias escenas memorables. 8/10
ElTamagochiAhoraEn3D
Ok, como decís que hay pocos que la hayan visto, aquí viene uno que sí lo ha hecho.
Hay actores que levantan por sí solos una película, y Darín es uno de ellos. Sin él y sin la simpatía de Huang no habría película. Con eso es con lo que juegan y juegan su baza estupendamente, pero una pareja de ases no deja de ser una mano bastante pobre.
Me explico. Y voy a revientar algo el argumento, aunque es bastante previsible. En estas películas se suele ir siempre del punto A al punto B. En el punto A tenemos a alguien bastante amargado y/o hecho polvo y en el punto B, ese alguien se ha transformado en una versión mucho mejor y más prometedora de sí mismo. Y la historia que se nos cuenta durante hora y media es el camino entre esos dos puntos.
En "Un cuento chino", ese camino es inexistente. El protagonista arranca en A y no se mueve de A en toda la película. No existe evolución ninguna en ninguna de los dos personajes ni en su relación (aparte de la crisis/ruptura entre ellos resuelta en la secuencia siguiente sin apenas ningún cambio). La escena de la despedida es tan friamente cortés como lo ha sido a lo largo de toda la película. Y en la escena siguiente vemos a Darin liando el petate y yendo en busca de su enamorada. Ale, ya estamos en B. Y cómo hemos llegado hasta ahí sigue siendo un misterio para mí. Podemos suponer un montón de cosas: que sus días de convivencia le han hecho ser consciente de su soledad, que ver ante sus ojos a otra víctima de la desgracia arbitraria cruzar un océano para seguir adelante le ha hecho recapacitar. Pero todo eso me lo imagino, porque en la película no aparece por ningún lado. Simplemente, acabamos en B porque es mejor así.
Y luego sigo pensando y me doy cuenta de que en realidad ni siquiera nos han contado de forma convincente como hemos llegado hasta "A". La explicación sobre la juventud de Darin no parece circustancia suficiente para haberle convertido en un ermitaño a los 19 años. Simplemente, esa personalidad parece haberse forjado de la nada. Y acabo saliendo del cine con la sensación de que, efectivamente, me han contado un cuento chino. Agradable, sí, pero un cuento.
Nota mental: volver a ver "Tapas", que me pareció infinitamente superior.
alcojone
yo la he visto y darin como siempre enorme en el papel de cascarrabias, pero como pelicula muy pequeña que lo unico interesante es el papel de darin, Roberto, la relacion amorosa con la chica de turno, relleno... y sin ningun interes y la relacion con el chino un poco cansina. los flashbacks me parecieron que encajaban bien, "muy jeunet", salvando las distancias claro. decir otra cosa, la fotografia me gusto bastante y al final se hace emotivo por el cariño que coges al personaje principal
evergetes
Buff no sé si pagaría dinero por ver esto, no digo que sea mala, pero el guión parece de un simple capítulo de "La que se avecina" o algo así... Cuando voy al cine busco algo más.
enuncine
Yo le quitaba la media estrella y la dejaba en dos, ya que de comedia no tiene nada. Lo que mas me gusto de la película es lo bonito que deja el Chino, el patio interior... Que bonito es pintar en verano!!
licantropo_00
Cuando será el día que en el cine argentino veamos una película SIN Darín?