La trayectoria de Martin McDonagh venía precedida por dos divertidas y autoconscientes comedias negras con poso tarantiniano como ‘Escondidos en Brujas’ (In Bruges, 2008) y ‘Siete psicópatas’ (Seven Psychopaths, 2012). En ellas mostraba una incorrección y brutalidad de cómic de línea vértigo y conseguía que el espectador se plantease si en ocasiones era oportuno reír con muchos de sus gags. Por ello, un proyecto de drama con fondo criminal en un entorno rural americano resultaba, cuanto menos, extraño.
Hay una serie de tropos sobre los que el director, irlandés, cimenta la naturaleza de trhiller americano de su tercera obra. La madre coraje que busca justicia para su hija violada de 'Ojo por ojo' (Eye for an Eye, 1995), la crónica negra extrafalaria de la américa profunda, el western de nuevo cuño o incluso detalles como el policía con cáncer, una nota que parece sacada de la extraordinaria 'Animales Nocturnos' (Nocturnal Animals, 2016), en la que también se buscaba al asesino de una joven.
Reseña cargada de SPOILERS

Nunca hay suficiente Frances McDormand
Para sorpresa de muchos, ‘Tres anuncios en las afueras’ (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, 2017) se ha convertido en uno de esos fenómenos tan de enero, en los que una película empieza a recibir premios antes de que nadie la haya visto, y teniendo en su reparto a Frances McDormand, no es de extrañar. Su perfil llena la pantalla, genera un propio elemento icónico automático por sí sola y su interpretación, brutalmente divertida y triste, merece todos los premios que le acaben viniendo a las manos. Sin embargo, en los momentos en que la trama abandona su arco la película se resiente.
Y, desafortunadamente, ese detalle dice mucho más de lo que parece a primera vista, puesto que deja expuestos algunos problemas que hacen que, cuando aparecen los créditos finales uno tenga más frío y perplejidad que entusiasmo. La primera mitad de la película es una mezcla perfecta de misantropía, humor negro y drama que afronta temas difíciles, situaciones macabras y problemas de peso sin ofrecer respuestas fáciles, con personajes que dejan claro que no están en una clásica rendición neowestern o al género criminal de A-B-C.

Sin embargo, conforme avanza, esa mitad se muestra más un ensayo en la cabeza del espectador que lo que realmente está sucediendo en frente del proyector. Lo que ha intentado McDonagh es encomiable. Darle fuelle a una comedia negrísima en la que el protagonista principal trata de hacer justicia por su hija adolescente asesinada es un desafío que podría tener un resultado polifacético, pero tonalmente, hace falta bastante sutilidad y mano en su ejecución para que respire. Cuando funciona, brilla, pero cuando no lo hace, te saca de las escenas por completo.
Cambios de tono imposibles
Especialmente cuando tu historia está poblada por gente irascible y de lenguaje rudo a los que tras una explosión de violencia vemos en momentos inesperados de dulzura y tristeza evocadora. La misantropía y el sentimentalismo se llevan a matar, y hace falta más que canciones indie-folk para efectuar un mezcla en equilibrio de tragedia y humor. No ayuda que a veces se plantee a sí misma como una ramificación de ‘Mistyc River’ (2003), de tono áspero y costumbrista y de pronto surjan escenas casi de tebeo de Garth Ennis, como cuando Mildred visita a un dentista y le hace un agujero en la uña con su propio instrumento de tortura.
Por supuesto, ningún problema con sus exabruptos casi gore, pero cuando después se trata de concebir un momento de belleza, como la forzadísima escena del ciervo digital, se acaba convirtiendo en una cacofonía de gritos articulados con un megáfono dentro de un velatorio. Sí que hay alguno de esos momentos que cuajan de forma perfecta, como toda la narración en off de Woody Harrelson en la carta de despedida de Willoughby a su esposa. Las lágrimas se derraman sin ser sensiblera, mezclando la cantidad justa de humor y tristeza para lograr algo sincero y real.

Si la presencia de Mildred se resiente es en parte por la cantidad de tiempo dedicado al personaje de Dixon. Pese a una gran interpretación de Sam Rockwell, el arquetipo de idiota racista que ha torturado a hombres negros no llega mucho más allá maniqueo estereotipo del bruto redimido. Un redneck cazurro que vive en casa con su despiadada madre y va convirtiéndose en la encarnación de la moral turbia de la película, que se empeña en hacerlo cada vez más desagradable para luego invocar nuestro perdón tras leer una carta hasta el punto de casi convertirse en un héroe.
¿Un guion de Globo de Oro?
El problema no es que solo que ese conflicto no logre dar con personaje complejo que trata de conseguir, sino que expone un intento de manipulación emocional solo equiparable al tratamiento zafio de algunos habitantes de Ebbing. Peter Dinklage interpreta a un personaje secundario que parece estar allí solo para que los otros personajes puedan llamarlo enano. Otro momento álgido de las soluciones burdas es cuando un personaje de color echa una miradita a otro y acaban juntos, o la misma representación de las mujeres que no son la protagonista, poco más que chicas tontas de las que reírse. El dilema no es lo problemático, sino que apesta a cliché.
Esto acaba dejando a la vista que quizá el guion no es tan brillante como quiere hacer creer. Como la escena en la que Mildred echa a un sacerdote de su casa tras una larga diatriba reaccionaria comparando sacerdotes pedófilos y encubridores con bandas criminales de barrio. Un soliloquio que McDormand ejecuta a la perfección pero que parece salir de la nada, desconectado de la película e irreal dentro de un personaje de pueblo. Queda poco más que como una pueril invitación, sin venir a cuento, de pura demagogia para que el anticlericalismo aplauda.

Pero lo cierto es que el cura solo va a echar una mano a su hijo, al que el comportamiento de Mildred está poniendo en problemas. Por supuesto, la mujer está en un momento de pura ira y la comprendemos hasta cierto punto, pero sus tácticas se vuelven cada vez más indefendibles. Su brusca franqueza nos hace gracia pero el resultado es que cada vez es más obstinada. Cuando su trama se cruza de nuevo con la de Dixon sus virajes se complementan, mostrando las buenas intenciones de un guion que parece que dejaron en fase de borrador a partir del momento en que la figura de Willoughby desparece de la trama.
Tres anuncios en las afueras': de lo brillante a la brocha gorda
Extintores que aparecen en las manos de la nada, policías que nunca arrestan a nadie aunque hayan mandado al hospital a alguien o tengan todos los signos de haber provocado un incendio… el exmarido que maltrataba sin que ni sus hijos lo supieran que, al reaparecer, casualmente, tarda un minuto en agarrarla del cuello delante de su hijo, que no duda un segundo en ponerle un cuchillo en la garganta. ¿Una madre que desea a su hija que la violen y es exactamente lo que pasa? Todo podría suceder sí, pero la acumulación de momentos implausibles hace sospechar.
Hay ciertas carencias que indican una falta de cocción evidente. Los personajes tienen hilos sueltos que ni siquiera se sugieren. La falta de trasfondo de por qué Dixon odia a todos o la falta de desarrollo del desconcertado hijo adolescente de Mildred tienen un pase, pero cuando aparece el violador ex-machina, literalmente, como un elefante en una cacharrería, ya no es un problema de falta de elegancia. No hay excusa para la entrada en la mitad de la trama de un militar que amenaza a Mildred a más de 1000 kilómetros de donde vive.
Hay que reconocerle a ‘Tres anuncios a las afueras’ su capacidad para el humor macabro y ciertos, no demasiados, hallazgos visuales, pero en conjunto se percibe como un experimento decepcionante, rescatado por un elenco talentoso. Sus esfuerzos por dar distintos colores a la ética de sus personajes empuja sus diversos giros y vueltas hasta llegar a una conclusión abierta insuficiente, reaccionaria, e incluso irritante al lanzar un anzuelo de falsa ambigüedad y dejar que el público decida, algo que más bien parece como si a sus creadores en realidad no les importara lo suficiente como para enseñar su propia posición.
- Otra crítica en Espinof | 'Tres anuncios en las afueras' es una soberbia fábula criminal que rebosa misantropía y humor macabro (por John Tones)
Ver 18 comentarios
18 comentarios
Mr.Floppy
La verdad es que me dejó bastante satisfecho el otro dia, pero uno no puede estar más que de acuerdo con la crítica, porque es la verdad y los fallos y las costuras están ahí.
De momento decepcionante temporada de premios de lo que llevo visto. Películas buenas, pero intrascendentes totalmente (para mí). "The Disaster Artist", "I, Tonya" y "Lady Bird", buenas interpretaciones y poco más (que por cierto, entre Lucas Hedges y Timothee Chalamet van a monopolizar media gala con sus películas, segurisimamente nominadas 😂).
Las dos que me llenaron fueron ésta y "Call Me By Your Name", pero me siento un poco manipulado por ésta. Con un análisis en frío tampoco aguanta mucho.
Y mientras, la mejor película del año, en todo, pasará de largo 😒 (sí, hablo de "Mother!")
juangonzo
A mi SÍ me parece un guión brillante... y unas interpretaciones, y una dirección... Tal vez no sea un 10, pero se queda cerca. ¡Y cuánto necesitamos este tipo de cine y menos superhéroes, starwars y franquicias insulsas!
cesar nuñez
Excelente reseña. Comulgo plenamente con su apreciación sobre la película; de hecho, hace poco escribí unas lineas sobre el filme en cuestión, que me gustaría compartir con ustedes:
"Tres anuncios por un crimen", de Martin McDonagh (ganadora de 4 Globos de Oro y una fija para los próximos Oscar), no termina de ser una obra redonda por su indefinición de tono; con sus protagonistas "white trash", recalcitrantemente pendencieros, vulgares, despreciables e incorrectamente políticos, la película oscila entre un humor mordazmente agrio y el drama más árido, sin decidirse a hincarle una dentellada definitiva a alguna de estas dos propuestas.
Lo mejor del filme lo hallamos en su atinada dirección y en un solvente cuadro actoral (Peter Dinklage es fuera de serie; tiene una participación mínima, pero es un auténtico "robaescenas"). A pesar de sus falencias (qué díficil es hallar un guión sin mácula), debo admitir que la película no me disgustó.
ivo777
Pésima reseña, el guion es brillante, no es necesario que te dé todo masticado... No tiene ni un agujero, solo es necesario pensar un poco.... Y atacar a cualquier coincidencia (que aquí ni lo es tanto) como algo irreal ya roza lo ridículo, las grandes coincidencias no dejan de pasar en la vida real.
bibiwilder
La vi hoy y la verdad es que no puedo opinar por tres razones:
1. EL PU.. DOBLAJE: Señores dobladores, si os pasan una película en la que lo más importante son los personajes y sus actuaciones, por favor, no la dobléis, por amor al arte. Dios, creo que hace tiempo que no veía un doblaje que jodiera tanto una película.
2. EL PU.. CINE: Gente que va al cine... callaros la pu.. boca mientras dura la pu.. película. Dos chicas hablando a todo volumen hasta que uno les dijo: "Callaros la pu.. boca, si queréis hablar os vais a un bar". El jodido Sherlock Holmes que se sentó a mi lado con comentarios como "Ves te dije que era por eso" cuando en la película (OJO SPOILER, lo que voy a decir es SPOILER, saltad al punto 3) el policía le araña la cara y suelta el mejor detective del mundo "ya verás como es para coger su ADN" En serio? Gracias señor, no sé que hace aquí en vez de salvar el mundo.
3. LOS 500ml de monster que me metí y me hizo estar meándome toda la película. Eso fue mi culpa aunque podía disfrutar perfectamente si no fueran por los puntos 1 y 2.
En definitiva, que la volveré a ver cuando salga en formato domestico y creo que cada vez me gusta menos ir al cine aunque sea mi pasión. Me jode porque era una película que llevaba esperando mucho tiempo y a la cual le hice un hueco cuando no tengo mucho tiempo.
Eso sí, agregar que ver una película tan políticamente incorrecta en los tiempos que corren, es una gozada.
P.D: Perdón por desahogarme pero vengo del cine muy quemado.
mefista
Aunque a mí me gusto bastante, creo que esta reseña acierta en muchos puntos.
Creo que "Tres anuncios..." tiene un guión ingenioso pero poco verosímil (ya me gustaría tener la gracia que tiene Mildred con esas respuestas tan rápidas y geniales), una dirección cuidada y realista y unas interpretaciones extraordinarias. Pero, a pesar de su calidad, la película tiene altibajos hacia la mitad y hacia el final y el personaje de Sam Rockwell es demasiado cazurro y esperpéntico y el empeño en redimirle no me lo tragué. El actor está genial, ¡Ojo! Pero no me resultó creíble y de secundario casi no tiene nada... Es casi tan protagonista como ella. El final me dejó un poco indiferente y eso que me había interesado la mayor parte del tiempo...
Eso sí, la interpretación de Frances McDormand es tan portentosa que lo demás queda en anécdota. Me hizo reír y me emocionó. Lo mismo que el personaje de Woody Harrelson y su arco argumental. No es perfecta, pero es una película notable.
dogtooth
El mayor error de este artículo es comparar a Martin McDonagh con Tarantino. El humor negro de un irlandés no tiene nada que ver con el de un estadounidense.
dianamejia1
Me gustó la película, la vida real es mucho más inconexa y más complicada, me parecen más irreales esas películas donde todo transcurre bien, lo del cura no tiene nada fuera de la realidad, va perfecto con la sinceridad de la protagonista, un cura metiendo las narices como siempre, cuál que ayudando al hijo, esos por lo general están del lado del poder, lo único que hizo Mildred fue decirle la verdad, tan preocupado el cura por el hijo de esta y dónde están cuando uno de ellos viola a niños? Excelente película.
evalua
Absolutamente en desacuerdo.
EN TODO.
btp1524
Muy acertada la critica, el guion parece a medio terminar y lleno de momentos en los que te quedas pensando...que paso ahí? pero la verdad que la actuación de McDormand y Rockwell es lo mas rescatable aunque sus personajes pudieron ser mejor trabajos y mas complejos para una película de este tipo.