La película ‘Balto: La leyenda del perro esquimal’ (1995) de Universal se convirtió en un pequeño clásico de la animación infantil, basada en una historia real de un perro que realmente existió. Ahora, 25 años después, en vez de hacer un live action de Balto, Disney+ presenta ‘Togo’, que espiritualmente sí que es una versión de acción real de aquella, solo que trata de restituir el prestigio al perro que realmente realizó la hazaña.
‘Togo’ es la historia real nunca contada del entrenador de perros para trineos Leonhard Seppala y su conductor líder, Togo. El relato, en principio, es el mismo. Un brote de difteria en Nome (Alaska) hizo que hicieran falta muchos medicamentos, que se enviaron a un pueblo bastante lejano al que sí llegaba el tren. Para recogerlos, el gobernador envió a más de 150 perros y 20 personas en trineos para recorrer los 1000 kilómetros de ida y vuelta.
El olvido imperdonable de Togo
Ir a por la medicina fue sencillo, el problema vino a la vuelta, ya que, además de unas condiciones meteorológicas más adversas, la antitoxina no podía estar expuesta al frío más de 6 días, por lo que tras una carrera durísima, en la que muchos de los perros y dueños murieron por el camino, gran parte del equipo consiguió regresar a Nome en tan solo cinco días y medio, con lo que se logró curar a los enfermos para evitar una epidemia mayor. La película animada contaba esto, haciendo de Balto el perro heróico.
Hay una estatua de Balto en Central Park, Nueva York, y en general, su nombre siempre ha estado por delante cuando se habla de la carrera de Nome. Sin embargo, la nueva película de Disney+ trata de corregir lo que está en su mano, recogiendo los datos y haciendo justicia. ‘Togo’ no trata de arrebatar nada a Balto, pero como explica antes de los créditos finales, fue el perro que más tiempo estuvo corriendo, especialmente en la posición de líder, que es la más complicada.
En total, Togo hizo 563 kilómetros, y por otro lado, fue el perro guía para la etapa más larga del relevo. Los otros equipos en el relevo para entregar el medicamento hicieron 50 kilometros de media. Balto sólo corrió en esta posición unos 88 kilómetros, pero eran los correspondientes a la llegada, convirtiéndose así en el primero en ser recibido al llegar a Nome, llevándose toda la gloria. Esto convierte a Togo, inmediatamente, en un personaje marginal perfecto para una historia de héroes en la sombra.
La mejor adaptación de Jack London que no adapta a Jack London
Las historias de relación entre el hombre y el perro, juntos contra la naturaleza son un tema relativamente habitual en Disney, que podemos englobar dentro del universo de adaptaciones de Jack London, siendo uno de los ejemplos más redondos de ese estilo, rodada con animales reales en situaciones increíbles que deberían hacer enrojecer de vergüenza al can humanizado de ‘La llamada de lo salvaje’ (2020), la última adaptación al cine de London. ‘Togo’ se beneficia de la dirección de un veterano en escenas de riesgo reales como es el competente Ericson Core.
A ello le debemos sumar la brillante actuación de Willem Dafoe, tremendo lo que transmite el actor pausado, tenue y con cada surco en su cara transmitiendo conocimiento y aventuras pasadas, pero al ser un film juvenil de animales, es difícil que nadie te cuente que está mucho mejor que en ‘El faro’ (The Lighthouse, 2019). Julianne Nicholson también está a su altura como la esposa de Leonhard, Constance. Lo que diferencia a ‘Togo’ de otros filmes de su género es que se basa en sus conversaciones, y no en las escenas de acción in crescendo.
De hecho, el punto que conecta ‘Togo’ con el gran cine de aventuras clásico, ese que ya no se ve nunca, es que renuncia a una narración lineal en la que la aventura va a más, sino que crea fragmentos de la vida del perro y la relación con su amo para establecer un clímax sobrio, agridulce y tierno, acorde con la hazaña silenciosa del perro y la humildad inocente del animal, nobleza que reconecta con la naturaleza y restituye el honor del animal con elegancia y una coda que complementa lo que no sabemos de la raza que surgió de sus camadas.
Esto no significa que las secuencias de acción no sean espectaculares y de estar bellamente filmada de principio a fin. Un film familiar embellecido, de ritmo atípico y pausado, con un enfoque en los personajes antes que la acción, evitando la fórmula de las películas de perros tradicionales, que convierte su estructura atípica y sabor melancólico en una heredera del cine de aventuras maduro de John Huston que se convierte en la primera gran película de Disney +.
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