Hace cinco mil millones de años, aproximadamente, un meteorito colisionó contra la Tierra, provocando una inclinación en su eje que originó los climas. Por eso a este planeta se le llama el planeta afortunado
Con estas palabras comienza el grandioso documental del que vamos a hablar, que abarca, en la medida de las posibilidades de un documental de largometraje, a todo el planeta Tierra, y que nos sumerge en la historia de tres madres (una osa polar, una ballena jorobada, una elefanta) que intentan sacar adelante a sus proles, desde enero a diciembre de un año natural, pormenorizando sus grandes dificultades para sobrevivir, mostrando sus esfuerzos y su desesperación, otorgando a estas tres diferentes criaturas el protagonismo absoluto, sin pasar por alto a otras muchas razas que también obtienen sus minutos.
Con un gran esfuerzo de producción, ‘Tierra’ tiene como objetivo enamorarnos con las imágenes y los sonidos sagrados de un planeta moribundo, al que no comprendemos del todo, al que amenazamos con nuestra presencia contaminadora (en todos los sentidos de la palabra), y al que más nos vale respetar un poco más. Y vaya si lo consigue. Nadie puede ver este documental y quedarse como si nada. Nadie con sangre en las venas, claro.
Durante varios años, la cadena BBC produjo una de las series documentales más aclamadas de todos los tiempos, por su complejidad técnica, por su belleza de representación, por la variedad de registros documentales que dominaba con total maestría. Convencidos, los productores, de que merecía la pena regresar con mucho de ese material ya mostrado en las televisiones del mundo, lo refundieron con un material nuevo, y le dieron una estructura cerrada con la que armar un largometraje que hace dos años comenzó su andadura por el mundo.
Nació así un documental que es ya, por merecimientos propios, toda una leyenda. En él se cristalizan todos los avances que este noble género cinematográfico (en el que, por su propia naturaleza, se invierte mucho más en tecnología audiovisual, y en riesgo formal que en cualquier otro), y se dan la mano las más evolucionadas puestas en escena de la ya estudiadísima representación de la naturaleza en estado salvaje. Alcanza ‘Tierra’ la alquimia en su seguimiento de las vidas de estas criaturas-personajes, pero no sólo en eso. En la construcción poética del paso del tiempo, en los inmensos saltos geográficos de su historia, en la indagación del misterio de la vida misma.

Porque lo que este extraordinario documental logra con una intensidad indescriptible, es la captura de lo efímero de la vida. Un concepto que infravaloramos, por habernos aislado en este mundo cómodo y artificial que hemos creado. Así, nos han cortado de raíz todo contacto con lo que hay de inmortal y eterno en todos nosotros. Maravillosos documentales como este se encargan, al menos, de describir de dónde venimos, de recordarnos el tan proverbial como ajeno a nuestra rutina “círculo de la vida”, de dar cuenta, además, del terrible impacto que nuestra actividad y nuestras demandas causan en un sistema al mismo tiempo robusto y frágil.
La voz que narra, en su versión inglesa, es la del buen intérprete, y mejor narrador aún, Patrick Stewart. Y creo que su trabajo es muy superior a la del famoso (sobre todo por su voz) James Earl Jones (que ofrece su talento en la versión norteamericana), y a la del español, habitual doblador de Clint Easwood entre otros, Constantino Romero. Stewart, con su voz bellamente atenorada, con su tono cultivado, es un ejemplo de contención y elegancia, de herramienta imprescindible pero sutil a la hora de vertebrar las imágenes.
Con su ayuda, caracterizamos mucho mejor a la osa, a la ballena y a la elefanta. Se convierte en el portador de sus conciencias, especuladas por supuesto a partir de sus actitudes y sus características como raza, tomando el testigo de los mejores y más reputados narradores de documentales, erizándonos la piel con plausibles subidones de intensidad, y cautivándonos con pequeños e irrepetibles momentos de la vida de las docenas y docenas de animales y plantas cuyo destino se nos muestra. Y ahí radica uno de los grandes méritos de esta película: el desarrollar unos resortes de ficción sobre un material enteramente documental.
Para algunos, ahí reside también uno de los defectos de esta película, el intentar emocionar al espectador manipulándole con la forma de narrar respecto a lo narrado. Son momentos como aquellos en los cuales Stewart enfatiza inteligentemente la voz para dar más realce a una conclusión importante, a un dato espectacular, o a un hecho estremecedor. También aquellos cuya pertinencia desequilibra el conjunto, pero que nos meten literalmente en la piel de seres muy distintos a nosotros, con quienes sin embargo compartimos nuestra mortalidad.

Hay momentos en que esta película atrapa lo inimaginable. Gracias a las cámaras de 70 mm en alta definición, somos testigos privilegiados de la escalofriante cacería del lobo blanco sobre el caribú, en una secuencia de persecución que por planificación y tensión rivaliza con grandes secuencias de acción del cine de aventuras, si bien aquí se nos entregan hechos reales cuya captura es una hazaña por parte del cámara. También, por supuesto, hay instantes de una belleza paroxística, pero integrados en una secuencia, en un todo dotado de un motivo, que impide que sean consideradas meras postales.
Así, obtenemos planos de una complejidad y fuerza sobrecogedoras, de entre los que destacan el de el gran tiburón blanco y el leopardo, ambos dando cuenta de una presa, empleando para ello su altamente desarrollado diseño de cazadores. La cámara hiper-lenta se encarga de representar cada segundo del acto natural de la muerte para sobrevivir. Y en ese momento, el espectador queda reducido a simple criatura del universo. Confrontados a una verdad tan antigua como el tiempo, no podemos sino empequeñecernos anímicamente en el sofá, acogernos con humildad a nuestra condición de simples humanos controlados, mal que nos pese, por las reglas de la naturaleza.
Y, sobre todo, señala con el dedo a nuestra raza por ser capaces de condicionar, por nuestra ignorancia, la actividad vital del planeta entero. Ya no hay coartadas para el calentamiento global. Pero su razón de ser no es amenazadora, ni profética, ni apocalíptica. Sino la del respeto, el amor y la esperanza.
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grebleipS
Completamente de acuerdo. Ningún ser civilizado debería seguir viviendo sin presenciar lo que esta obra humana cuenta.
Una de las pocas veces que uno se siente plenamente orgulloso de pertenecer al género humano. Brillante.
chuparrocas
Buena crítica. No la he visto pero me han entrado ganas de verla, como amante del cine y como amante de la naturaleza.
Drake19
Este documental es simplemente uno de los mejores documentales que e visto en mi vida, como bien tu dices te cautiva de principio a fin y te envuelve con su atmosfera simplemente se merece un monumento impresionante.
Sr. LOBO
No la dejaré pasar. La ví anunciar en televisión y las pocas imagenes que mostraron me dejaron impresionado.
Por cierto, un estupendo artículo.
BOUNTY HUNTER
Me ha gustado tu crítica, pero no vi el documental. ¿Qué duración tiene 'Tierra'?
kasue10
Yo tampoco he visto el documental, me encantaría, aunque siempre me han gustado y maravillado este tipo de trabajos con las hermosas postales y la increible lucha por sobrevivir de las fascinantes y desafortunadas criaturas de este planeta, me conmueven de sobremanera, sin embargo también me llenan de impotencia
skymonty
Pues mi no me parecio ese documental definitvo sobre la tierra que nos vendieron. Tecnicamente es brillante y espectacular pero se queda en eso. Yo lo vi en el cine, nada mas y nada menos que en el Kinepolis, y aunque flipe con las imagenes me aburri con el montaje y el guion. Yo tube la sensacion de estar viendo un pupurri de imagenes de la BBC, metidas alguna con calzador y sin un hilo bien definido que seguir. Quiere contar demasiadas cosas a la vez y no enfoca. Y cuando sali del cine me di cuenta de que muchisimas escenas sobran, no cuentan nada, ni aportan nada salvo saber la calidad tecnica del equipo de documentalistas. La sensacion que tuve fue de que congieron las imagenes mas espectaculares que tenian y las integraron como pudieron dando mas importancia a la tecnica que a lo que estaban contando. Y eso me jodio, porque podrian haber hecho un gran documental pero se quedo en eso. He visto en la 2 documentales mucho mejor contados y montados, y aunque tecnicamente no sean superiores conseguian engancharme y contarme algo de una manera mucho mas clara y con mas fuerza. Porque aunque el mensaje sea bonito y ecologista, no emociona. No me llega. Un documental no puede ser un pupurri de imagenes objetivas del telediario. Tiene que ser subjetivo y emocionar. Y aqui no supieron como hacerlo. Y se quedo en eso, un documental de imagenes bellisimas pero mal montadas.
De hecho se estreno hace un año o mas y ya casi nadie se acuerda de él.
Adrián Massanet
Son unos 100 minutos.
Muchas gracias a todos por los comentarios
392511
Yo tambien soy amante de la naturaleza, y tu critica me he encantado. Ehnorabuena.
aitzbilbo
Me ha encantado tu crítica Gabriel. Estoy muy de acuerdo contigo. Tanto la película Tierra como el documental Planeta Tierra me impresionaron y me dejaron atónito. Por eso, ambas están en mi colección de DVDs imprescindibles.
Tras ver Tierra me entraron unas ganas inmensas de luchar por salvar el planeta tal y como lo conocemos actualmente. Y Planeta Tierra me sirvió para conocer mucho mejor la belleza de los lugares y seres vivos de este mundo.
10 y 10 para ambas ediciones.
Recomiendo a aquellos que tengáis los DVDs que veáis el contenido extra y cómo se hicieron los documentales, es algo también impresionante. 5 años de trabajo, diferentes equipos por todo el mundo, la última tecnología en cámaras de alta definición, y muuuucha paciencia. Creo que esos documentaristas -además de la propia serie- se llevaron hace tiempo muchos premios importantes, no es para menos, los tienen bien merecidos.
buuu
A mi me pareció un documental normalito tirando a flojo entre que no cuenta nada porque va de un tema a otro sin ningún nexo en común ya que te pasa de enero a junio y luego a febrero pasando por imagenes de la selva para volver meses sin ningún motivo a otro ecosistema y uno se queda unos segundos intentandose enteder el porque hasta que renuncia a saberlo.
Luego que no muestra a la naturaleza como realmente es, muy cruel donde los animales matan (tanto los hervivoros como los carnivoros se alimentan de otros seres vivos) con decir ya que el único momento en que muestran una leona cazando va y cortan el plano para que no se vea la sangre (debe ser para dejar la sensación de oohhh que buenos son los animales).
El final me pareció muy malo con eso del oso polar nadando diciendo que por nuestra culpa tiene que salir de su medio cuando el oso polar es un animal que nada grandes distancias.
Resumiendo si quieres ver un documental bueno aunque no sea con imagenes de postal casi cualquier documental de los que se ven todos los días en la " lo supera de largo.
jose
un coñazo moralista que me recuerda más a la teología natural que a la auténtica exploración.