George Clooney es conocido principalmente por su faceta como actor, pero desde su debut tras las cámaras con 'Confesiones de una mente peligrosa' ha rodado ya varios títulos como director. Su mejor trabajo en esa faceta sigue siendo 'Buenas noches, y buena suerte', pero lo realmente importante es que hace años -desde 'Los idus de Marzo'- que no nos ofrece ningún largometraje realmente interesante como realizador.
Tanto 'Monuments Ment' como 'Suburbicon' y 'Cielo de medianoche' fueron obras más o menos decepcionantes, y mucho me temo que tampoco puedo hablar en términos muy favorables sobre 'The Tender Man', título que Amazon Prime Video ha estrenado este viernes 7 de enero. Clooney narra aquí una historia coming-of-age en la que destaca Ben Affleck y que no arranca nada mal pero luego acaba resultando demasiado convencional.
Esto ya lo hemos visto
Adaptación del libro de J. R. Moehringer, 'The Tender Bar' es la historia de cómo un chaval sobrelleva la ausencia de su padre y alcanza la madurez. Algo que ya hemos visto o leído en multitud de ocasiones, por lo que resulta esencial tanto qué detalles singulares aporta como la forma de narrarlo para poder atrapar nuestra atención.
La película nunca ofrece nada que se sienta novedoso, pero funciona más o menos bien durante sus primeros minutos, centrados en mostrar la realidad de su joven protagonista. Ahí se ve beneficiada por contar con una curiosa galería de personajes que añaden algo de salsa, sobre todo ese tío interpretado por Affleck y el bar en el que trabaja.
Ahí 'The Tender Bar' fluye con la suficiente soltura como para que uno se deje llevar por el encanto que busca transmitir pese a que la labor de Clooney tras las cámaras peca de excesiva pulcritud -se busca un acabado más clásico y sosegado pero carente de cualquier tipo de voz propia-, pero una decisión narrativa hace que todo lo que podría haber conseguido salte con los aires.
Un bajón del que nunca se recupera
Me refiero al momento en el que pasamos a conocer a la versión adolescente del personaje protagonista, ya que ese toque más íntimo y familiar se pierde en beneficio de un romance imposible y la típica frustración de un escritor intentando dar con su propia voz. Todo resulta un tanto monótono y Tye Sheridan no logra en ningún momento dar la profundidad necesaria al personaje para que conectemos con su viaje emocional.
Por decirlo de otra forma, 'The Tender Bar' carece de la fuerza que puede transmitir lo genuino para dar pie a un relato que ya nos sabemos de memoria. Con el salto de un más que correcto Daniel Ranieri a Sheridan, la película comete un paso en falso del que nunca se llega a recuperar. Tampoco es que haga nada especialmente mal, pero sí que se convierte en una de esas películas en la que todo te da un poco igual y la indiferencia nunca es señal de nada bueno.
Eso lleva a que 'The Tender Bar' sea una película que se siente insípida, un problema especialmente grave por las intenciones de lo que nos está contando y que llama más la atención por ser algo que sí consigue cuando Affleck hace acto de presencia. No es que entonces todo se vuelva maravilloso, pero sí lo suficiente para ver que era su historia la que realmente merecía la pena contar.
En resumidas cuentas
'The Tender Bar' ofrece muy poco, ya que como relato de alcanzar la madurez se siente repetitivo y sin fuerza. Y eso que no arranca mal, pero llega un punto en el que el interés decae de forma precipitada para luego nunca recuperarse. Al final lo único realmente estimulante que ofrece es el buen trabajo de Ben Affleck en un personaje secundario. Del resto mejor olvidarse.
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