Podemos afirmar, casi sin ninguna duda, que Netflix nos ha querido dejar claro una y otra vez que la temporada 4 de 'The Crown' tendría dos ejes principales: el gobierno de Margaret Thatcher y el matrimonio del príncipe de Gales y Lady Di. El drama de época abandona los años 70 y nos adentra en los tumultuosos 80. Ha venido lo bueno.
Estos acontecimientos han protagonizado todos y cada uno de los tráilers y pósters promocionales de este nuevo ciclo de la serie creada por Peter Morgan. Así, la temporada comienza directamente introduciendo estos dos platos principales en unos episodios que siguen demostrando que estamos ante lo mejor de la plataforma.
Nada más empezar el primer episodio, Isabel II (Olivia Colman) ordena a Margaret Thatcher (Gillian Anderson) crear en su nombre un gobierno para Gran Bretaña; a kilómetros de ahí, se producirá el encuentro fortuito entre Carlos (Josh O'Connor) y Diana (Emma Corrin). Dos grandes eventos que supondrán un antes y un después para el país.
"Dos mujeres menopáusicas, un camino de rosas"
Cito aquí al sarcástico marido de la Dama de Hierro (interpretado por Stephen Boxer) porque deja claro el porvenir de la relación entre política y monarca. Dos personas con las cosas tan claras como opuestas en torno al gobierno de Reino Unido y que tendrán sus rencillas sobre todo en un momento de crisis, paro, conflictos sociales e inflacción que será agravada.
Sus intercambios y desentendidos, sobre todo los producidos en palacio, están llenas de perlas y de luchas dialécticas. E incluso Morgan decide explorar cómo una y otra se relacionan con sus hijos. Ya la temporada anterior habíamos tenido una gran exploración de la relación de Isabel con Carlos y, temáticamente, sigue y se expande.
La formación de una familia por parte de Carlos y Diana es la manifestación física del propio entendimiento del concepto. La maternidad de Diana, de Margaret y de una Isabel mucho más interesante que en otros años contrastan.
Si uno de los temas de la serie es siempre esa liga superior en la que se mueve la casa real por encima de la plebe, en el segundo episodio de esta temporada 4 de 'The Crown' se hace todavía más patente con la "prueba de Balmoral". Thatcher y Diana se enfrentan a la verdadera élite, a gente que ama lo tradicional y tienen la caza, la pesca, la equitación y otros hobbies como parte intrínseca de su vida.
Es, desde luego, muy poco sutil en su comparación. En el golpe de bruces que se dan, tarde o temprano, al entrar en las dinámicas, protocolos y demás circunstancias de los palacios de Windsor, Buckingham, Balmoral, o el que corresponda a la estancia estival de turno. Tanto una, como la otra, que ve cómo ese cuento de hadas es más de príncipe gris que de azul.
Una temporada más íntima y reflexiva

Más allá de sus saltos temporales habituales —alrededor de episodio por año— esta temporada 4 es bastante más reflexiva, e íntima si cabe, que las anteriores. Se nota que la reina y el resto de personajes principales ya tiene una edad, llevan ya cuatro décadas en el trono y no son pocas las ocasiones en las que la familia real se pone ante el espejo para verse los pecados. Secretos familiares —como el del séptimo episodio— muestran cierta falta de humanidad según el rango de aristocracia es mayor.
Este tono reflexivo, e incluso oscuro, empapa la producción. Las grandes pompas habituales son más melancólicas que festivas, lo que no quiere decir que no tengamos ese humor, esa ironía y esos toques de genialidad habituales del guion de Peter Morgan.
'The Crown' ha afinado tan bien su toma del drama de época/histórico palaciego que es difícil ponerle pegas. Lo que más chirría es su obsesión por los montajes en paralelo, que resultan algo excesivo (en duración) como obvio (en mensaje). Lo cual en ocasiones es bastante manipulador.
En comparación con otras temporadas, quizás esta sea algo inferior a la tercera. No sé si es cuestión de que encontraron muy pronto la estabilidad en la anterior tanda o que se nota algo de fatiga en estos episodios. Pero aún así, la serie sigue siendo de lo mejor que se puede ver ahora mismo en televisión. Una maravilla para disfrutar y devorar sus episodios.
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michaelwhittmann
La mejor serie de Netflix. La única que se recordará con los años, amén de la mejor serie de época de la historia.
manuelsalala
Yo intente ver la primer temporada y pues me aburrio, prefiero un libro con hecho historico o documental (de hecho hay un documental). Pero por curiosidad me puse el primer capitulo de la cuarta temporada, por el tema de Ladi Di, estoy enganchado y por el capitulo 6. La que esta brillante es Gillian Anderson, soy argentino y me encanta su papel como Thatcher, me odio por amarla.
Julius Caesar
Me importa una mierda si es verdad o no, lo exageran, etc lo que cuentan, mientras la historia que quiera contar a lo largo del episodio me entretiene, hasta ahora me ha gustado, el montaje, las actuaciones. Cada vez que cada personaje están frente a frente o se alejan parece una escena de una guerra con todo y negociaciones de paz.
vasilia1
¿Van a mostrar como Diana se corto el pecho y las piernas porque Carlos se negaba a discutir con ella con una frase recurrente "No te quiero escuchar", porque estaba harto de sus dramas? ¿Y que Diana si coqueteo con el rey Juan Carlos? ¿Y que metia a sus amantes en Kensington? ¿Que le hacia escenas de celos monumentales a Carlos mientras ella no paraba de salir con otros hombres a los que deliberadamente escogia dentro del circulo de Carlos? ¿Que la reina y el principe Felipe hicieron todo lo posible por Diana, obligando a Carlos incluso a un matrimonio que el no queria, que intentaron proteger a Diana y que la entrevista con Bashir, con Diana tirando contra el autobus no solo a Carlos, sino a la reina, fue la gota que colmo el vaso? La reina fue la que le puso ayuda sicologica a Diana, porque Diana siempre tuvo personalidad limitrofe, y trato de todas las maneras de protegerla de la prensa. Pero Diana nunca le hizo caso, queria que la reina obligara a Carlos a quererla, y como la reina no pudo, se vengo de ella. Diana no era para nada una pobre victima en ese matrimonio.
¿Y mostraran que la Thatcher privatizo todo lo que pudo en Gran Bretaña y que no queria cobrar impuestos a los mas ricos? ¿Que flexibilizo la jornada laboral desprotegiendo a los trabajadores? ¿Que muchos de sus encontronazos con la reina es porque la reina es mas tendiente a ser socialdemocrata y la Thatcher era ultraconservadora? ¿Que de no ser por los idiotas de la dictadura argentina y su afan de irse a una guerra con cualquiera, jamas habria ocurrido Las Malvinas y la Thatcher habria caido antes en el poder?
No hay que olvidar que Peter Morgan es amigo de los H&M Markle, asi que en esta parte de la historia no dudara en tirar basura a la familia real aunque sepa que no se la merecen
burmandaniel
Esta temporada está dominada por la presencia en la política británica de Margaret Thatcher como Primera Ministra y de Lady Diana Spencer como consorte del Príncipe Carlos.
Los capítulos siguen manteniendo una relativa independencia, centrándose cada uno en algún evento histórico y a veces familiar pero nunca olvidando la dimensión política. Los diálogos afilados y concisos, a veces de una dureza extrema, los gestos, siguen maravillando al espectador. La puesta en escena continúa siendo deslumbrante, con algunas innovaciones formales que no conviene revelar.
Las historias de la familia real están más presentes que en la T3, pero siempre atravesadas por la razón de Estado, manteniendo con esa amalgama casi indisoluble (en la realidad y en la ficción) una de las mayores virtudes de la serie y su visión de la monarquía.
Sabemos que dentro The Crown, las audiencias de la Reina con sus Primeros Ministros son un tópico aparte y constituyen siempre momentos culminantes. Y cabe decir que los que mantienen Isabel II y Thatcher son antológicos.
La composición de la Dama de Hierro que hace Gillian Anderson es algo discutible: por momentos, bordea la caricatura y parecería que la serie no terminara de definir una imagen del personaje, desde qué punto de vista se ubica para pintarlo. De todos modos, logra momentos conmovedores (debemos admitir que es cierto que hasta los monstruos tienen rincones entrañables) y los guionistas no se lavan las manos respecto de su nefasta política neoconservadora (aunque sin abundar mucho en ella) y dejan bien clara su precursora postura meritocrática. Considero que la trascendencia que la serie le da a la Guerra de Malvinas, es la que le dieron los británicos en su momento.
En cuanto a la descripción de la relación de Carlos (un excelente Josh O'Connor) con Lady Di es sorprendentemente franca. Emma Corrin resulta una verdadera revelación, dotando a su personaje de muchas facetas, que van desde la ingenuidad y la fragilidad hasta lo encantador o exasperante.
Helena Bonham-Carter vuelve a lucirse como la Princesa Margarita y Olivia Colman vuelve a maravillar con su impresionante economía de recursos. Definitivamente una Reina que impone su presencia en todas las escenas.
En suma, esta temporada de The Crown mantiene su nivel de excelencia, inteligencia y profundidad (con algunos capítulos antológicos), con su siempre aceitada, nada complaciente y siempre interesante integración entre drama, política y razón de Estado, con una Olivia Colman que cautiva con su economía de recursos, con la presencia de dos personajes de primer nivel, a cargo de una Gillian Anderson que nos brinda una Margaret Thatcher a veces discutible y una Emma Corrin muy convincente como Lady Di y con una puesta en escena sofisticada y suntuosa que vuelve a asombrar, todos factores que ubican sin dudas a esta serie entre lo mejor de las ficciones contemporáneas.