Hace unos días os comentaba que el cine y los videojuegos se llevan bastante mal y no tengo muy claro que eso vaya a cambiar en el futuro en lo referente a las adaptaciones directas. Donde sí soy más optimista es en la posibilidad de que salgan adelante películas interesantes que utilicen a los videojuegos para crear su propia historia, ya que ahí tenemos el caso de la notable '¡Rompe Ralph!' (Wreck-It Ralph), de la que parece que finalmente sí que veremos una secuela, para demostrarnos que es algo que puede hacerse.
Ese parecía que podía ser el caso de 'Pixels', adaptación del cortometraje homónimo de Patrick Jean que se presenta como la gran rival de la muy entretenida nueva aventura de Marvel para conquistar la taquilla española este fin de semana. Las dudas venían por la presencia de Adam Sandler en su reparto y ya os avanzo de que esto es algo que marca mucho la película de Chris Columbus y también que es una película que está muy lejos de lo que podría y me gustaría que fuera, pero también os digo que es un título aceptable como lo que acaba siendo.
Las aspiraciones reales de 'Pixels'
'Pixels' es una película de Adam Sandler. Esa frase quizá os parezca una obviedad, pero resulta clave para entender cómo la premisa de la cinta, ya utilizada de forma magistral por un episodio de 'Futurama' en su momento, acaba convirtiéndose en una excusa para convertirse en una especie de versión de 'Los Cazafantasmas' (GhostBusters) utilizando el toque habitual del protagonista de títulos como la simpática 'Zohan: Licencia para peinar' (You Don't Mee with the Zohan) o la horrible 'Jack y su gemela' (Jack and Jill).
Por ello, los que esperen un canto de amor a los videojuegos aliñado con una historia de primera y bromas basadas en una nostalgia bien entendida ya pueden ir olvidándose de ello y aquellos que odien todo lo que ha hecho Sandler hasta ahora -películas con su sello y no cintas como 'Embriagado de amor' (Punch Drunk Love)- ya pueden ir olvidándose de encontrar algo a la altura de lo que ellos podrían esperar de una película con 'Pixels'. Eso no es algo necesariamente malo -aunque sí decepcionante-, pero sí que limita de forma brutal las aspiraciones de la película.
Como viene siendo habitual, Sandler da vida a un adulto que no ha logrado desarrollar todas sus habilidades y se ha visto obligado a aceptar un trabajo muy por debajo de lo que sería capaz. Un rol que ha pulido tanto que ya hasta parece que ni intenta esforzarse para darle una mayor entidad y que realmente nos interese ver el mismo arco de personaje de siempre. Por suerte, ese arco está asociado en esta ocasión al mundo de los videojuegos y da pie a escenas muy interesantes -estupendo el “combate” contra Pac-Man- que hace que llegue a resultar molesto salvo que te empeñes en ver solamente lo malo, como por ejemplo el hecho de que no termine de resultar convincente como friki de los videojuegos.
Lo que es innegable es que el humor de 'Pixels' es mucho más básico de lo que me hubiera gustado y también que existen unas tendencias machistas que van a hacer que muchos odien la película. Sin embargo, esto último está más contenido que en otras propuestas de Sandler y hay espacio también para aciertos cómicos como la forma en la que los extraterrestres se comunican con los humanos o algunas salidas de tono puntuales, normalmente reservadas para el personaje de Peter Dinklage, una oda al exceso que al que el Tyrion Lannister de 'Juego de Tronos' sabe sacar jugo en ciertos momentos. Justo lo contrario sucede con un a ratos insoportable Josh Gad en un papel que en otras ocasiones hubiese quedado al servicio de un Kevin James que aquí al menos no molesta.
El toque nostálgico y videojueguero
Es evidente que el barniz de la nostalgia es uno de los principales reclamos de 'Pixels', algo que Sony ha sabido explotar muy bien durante una campaña promocional que buscaba venderla como un cruce entre aventura ochentera y un canto de amor a los videojuegos de recreativa. Algo de eso hay, pero ninguno de sus responsables parece saber cómo aplicarlo de forma consistente en lugar de limitarlo a momentos puntuales, siendo el prólogo donde mejor saben reflejarlo pese a que ya entonces se perfila el tono dominante de la función.
En este punto esperaba más de la aportación de Chris Columbus, ya que suyos fueron los guiones de títulos tan emblemáticos como 'Gremlins', 'Los Goonies' o 'El secreto de la pirámide' (Young Sherlock Holmes). La idea de reproducir la magia de esas cintas sonaba de lo más apetecible, pero aquí Columbus no ha podido meter mano en el guión y además su correcto trabajo de puesta en escena no ofrece gran cosa para elevar la propuesta de Tim Herlihy y Timothy Dowling, cuyo principal logro es crear algún gag gracioso aquí y allá.
La gran diferencia con otra producciones lideradas por Sandler es que 'Pixels' ha contado con un abultado presupuesto de unos 110 millones de dólares y es en lo visual donde realmente se nota, ya que el acabado de todos los personajes de videojuego, convirtiéndose la cinta en una gozada siempre que ganan protagonismo en detrimento de los, siendo generosos, irregulares diálogos entre los personajes humanos. Ya he destacado la escena de Pac-Man, pero no me gustaría olvidar de la batalla contra Centipede o del descontrol total durante su tramo final. Lo mejor de todo es que nunca llegan a saturar e incluso te dejan con ganas de más.
En definitiva, 'Pixels' es un aceptable pasatiempo siguiendo el estilo habitual de las cintas protagonizadas con Adam Sandler, lo único que aliñado con una premisa muy llamativa que regala buenos momentos pese a lo desaprovechada que está. Sin lugar a dudas, una gran oportunidad perdida, pero para pasar el rato cumple con dignidad siempre y cuando no tengas una total alergia a este tipo de humor. Eso sí, tanto a ellos como al resto les recomendaría acercaros a ver el otro entretenimiento mucho más divertido y consistente que llega también mañana a los cines españoles.
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