'Un pequeño favor': un disfrutable cóctel de géneros donde sólo flaquea el suspense

'Un pequeño favor': un disfrutable cóctel de géneros donde sólo flaquea el suspense

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'Un pequeño favor': un disfrutable cóctel de géneros donde sólo flaquea el suspense

Paul Feig se ha convertido en un especialista en comedias protagonizadas por mujeres. En su haber hay títulos como ‘La boda de mi mejor amiga’, ‘Espías’ o ‘Cazafantasmas’, siendo además el creador de la excelente serie ‘Freaks and Geeks’. La práctica totalidad de su carrera –la mayor excepción sería ‘Yo soy David’, su primer largometraje- se ha dedicado a ese género, pero ahora ha decidido probar suerte con el thriller en ‘Un pequeño favor’.

Eso sí, reducir ‘Un pequeño favor’ a la categoría de thriller sería un error, ya que es un curioso cóctel en el que el humor también hace acto de presencia, pero en el que lo que realmente domina es un intento de hacer una película elegante apoyada en Anna Kendrick y Blake Lively. El resultado no es memorable, pero sí que cuenta con suficientes virtudes para que su visionado merezca la pena.

Química y saber hacer

Kendrick Lively

‘Un pequeño favor’ no funcionaría si no existiese química entre Anna Kendrick y Blake Lively, dos actrices con unas carreras muy diferentes, destacando la hiperactividad de la primera y lo poco que se deja ver la segunda. Eso ha llevado a difuminar en parte la buena imagen conseguida por Kendrick tras ‘Up in the Air’, mientras que Lively ha conseguido justo lo contrario, que se la tome más en serio que antes.

Tenía mis dudas sobre que la mezcla de ambas fuese a funcionar, pero Feig juega muy bien con el contraste entre ambas para crear una amistad improbable, desarrollando una química entre ambas que funciona en pequeñas dosis. Y es que los cimientos de ‘Un pequeño favor’ se basan en la fascinación que siente el personaje interpretado por Kendrick hacia el de Lively, un misterio andante de lo más seductor que consigue que hagas o digas cosas que nunca sucederían en otro caso.

Ese embrujo hacia el personaje de Kendrick es algo que Feig intenta reproducir en el espectador de una forma sosegada. Apenas se nos dan detalles del personaje de Lively y además recibimos varias señales de que hay algo raro ahí que cristalizan en su repentina desaparición. Ahí a la película le toca transformarse para potenciar el misterio y la peculiar investigación que lleva Kendrick por su cuenta.

La debilidad de 'Un pequeño favor'

Escena Pequeno Favor

Es entonces cuando ‘Un pequeño favor’ tiene que jugar con multitud de elementos -por ejemplo la comedia cuando Kendrick se encara con el jefe de Lively- y Feig logra dar con un equilibrio bastante estimable que evita que haya altibajos de interés en función de en qué toque centrarse en cada momento.

De hecho, la presencia casi constante del humor aunque pocas veces concretada en diálogos o situaciones divertidas -en realidad lo que más presente está es un toque de humor negro que le sienta muy bien a esta adaptación de la novela de Darcey Bell- de por sí es una de las claves para que uno se deje llevar por la soltura y el colorido de la película, incluso cuando la parte de misterio sí que va perdiendo gas a medida que todo se aclara, siendo el resto de elementos los que la sostienen.

Imagen Favor Pequeno

Ese defecto es lo que realmente impide a ‘Un pequeño favor’ llegar a otro nivel, ya que tiene la elegancia visual, las buenas actuaciones y un ritmo fluido que le permite potenciar sus virtudes, pero siempre que toca hacer hincapié en elementos más serios -y aquí no pienso solamente en lo referido a la desaparición de Lively pero tampoco quiero entrar en spoilers para aquellos que no hayan visto la película- se nota que podría dar más de sí en todos los sentidos.

Este punto es algo que tampoco molesta apenas durante el segundo acto, pero sí que provoca que la resolución, en la que no faltan las buenas ideas, se quede un poco a mitad de camino. Vale que hay que resolverlo todo para satisfacer al espectador, pero ahí no está a la altura y deja la sensación de que todo lo demás está haciendo lo posible por elevar un material mejorable. Una lástima.

En definitiva, ‘Un pequeño favor’ es un thriller sofisticado bastante disfrutable que se apoya muy bien en la química entre sus dos protagonista pero que, por desgracia, no da la talla cuando toca centrarse en la parte de suspense, evitando eso que la película sea más que un buen entretenimiento. No es que eso sea poco, pero solamente necesitaba mejorar en algo muy concreto para poder más y mejor.

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