Cuando eres fan de un género en concreto y, además, de cómo lo hacen en un país entras prácticamente a ciegas en lo que Netflix te recomiende. En esta ocasión nos encontramos con 'No hables con extraños' ('The Stranger'), un thriller (punto) británico (punto extra) que la plataforma estrenó reciéntemente.
La premisa de la serie es sencilla y parte de la relación que todos tenemos con nuestros secretos y mentiras y con los de los demás. La extraña a la que se refiere el título de la serie, es una joven chica (Hannah John-Kamen) que se dedica a contactar con los vecinos de una pequeña ciudad británica contándoles algún secreto grave y desconocido de algún familiar.
Conocemos vuestros secretos
Es el caso de Adam Price (Richard Armitage), un padre de familia felizmente casado que ve cómo todo su mundo se tambalea cuando esta extraña le dice que su mujer Corinne (Dervla Kirwan) le engañó al fingir estar embarazada. Al contarle que sabe la verdad, Corinne decide huir.
No será el único secreto con el que esta extraña plante semillas de discordias y desconfianza... pero sí que será el central y el que mueva gran parte de la miniserie creada por Harlan Coben que está basada, a su vez, en su propia novela.
Completan el reparto Siobhan Finneran, Jennifer Saunders, Anthony Head, Paul Kaye, Jacob Dudman, Ella-Rae Smith, Brendon Fellows, Shaun Dooley y Kadiff Kirwan entre otros.
Quien mucho abarca, poco aprieta
El principal problema de 'No hables con extraños' viene debido a su coralidad. Es una serie con muchas tramas y personajes, con pesos similares y conflictos aparentemente inconexos que se concentran en un grupo bastante reducido de vecinos.
Y los personajes son mostrados como gente recelosa, suspicaz y dispuesta a apuñalar al resto. Vamos, una comunidad de vecinos "encantadora" a la que en realidad no le dirías ni los buenos días, mucho menos que te acuestas con tal o cual, en una serie desbordada de elementos. Un conjunto que resulta tan desconcertante como difícil de creer.
Yendo de trama a trama y grupo de personajes a grupo de personajes, el guion intenta tocar demasiados palos. Esto causa un caso de "quien mucho abarca poco aprieta", moviéndonos por un sinfín de problemáticas pero sin que ninguno cale especialmente en nosotros. Una falta de implicación solo subsanada por el factor enganche.
Incluso la temática primigenia, la de cómo afecta un secreto a la comunidad/familia/loquesea, queda diluida y, por muy interesante que es ver a la desconocida lanzando bombazos en la cara de incautos, todo esto no deja de ser un motivo.
Y ahí creo que está la cuestión. El guion no contempla a los personajes como nada más que elementos de la trama, por lo que no hay profundización en ellos y, por extensión, Harlan Coben se queda muy en la superficie de la temática.
En definitiva, 'No hables con extraños' es un thriller eficaz y adictivo pero que a pesar de su sobreabundancia de elementos es increíblemente vacía de sentido.
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